30/6/09

LA VERDADERA DEMOCRACIA HOY

Hace 50 años

Hace 5 décadas, Venezuela estrenaba la democracia.

Los venezolanos y venezolanas querían construir una “democracia moderna”, como la llamaban, que tuviera tres elementos fundamentales: voto universal, libertad de expresión y régimen de partidos.

No era para menos, esos tres elementos, que hoy se perciben casi como cotidianos, “normales”, representaban en aquel momento un paso trascendental.

Desde la independencia, hasta siglo y medio después, el voto nunca fue universal, no todos tenían el derecho a votar.

La Constitución de 1830 limitó el voto a aquellos hombres libres que supiesen leer y escribir y que demostrasen obtener ingresos suficientes. Con esto se excluía a las mujeres, a los esclavos y a los pobres.

En 1858 y 1864 se aprobó el voto universal masculino. Sin embargo, hasta 1945 el sufragio fue restringido, en las leyes y en la práctica, a la exigencia de saber leer y escribir, a la represión política y a los sistemas de elecciones indirectas.

Solo hasta el año 1.945 el voto fue universal, se otorgó el voto femenino y se eliminaron las restricciones. Tres años después el golpe del 48… y 10 años de dictadura.

Venezuela vivió demasiados regímenes oprobiosos que restringieron la libertad de expresión. Algunos al punto de que “te llevaban preso por hablar mal del gobierno”, sin necesidad de que fuera por un medio de comunicación, podía ser en la bodega o en la calle.

El sistema de partidos no se conoció en nuestro país sino a partir de 1.958.

CUMPLIERON!!!


Así, la generación que nos precedió se propuso conquistar, construir para sí, la “democracia moderna” que desde hace mucho habían logrado otros países, que ya constituía un logro de la humanidad.

Conquistar el voto universal, directo y secreto, alcanzar la libertad de expresión y constituir partidos, a partir de principios ideológicos y programas políticos, fue en su momento la máxima conquista de una larga y dura lucha que, parafraseando a Churchill, costó sangre, sudor y lágrimas a nuestro pueblo.

La conquista de esa generación se mide, sobre todo, en términos culturales: Somos un pueblo irrevocablemente, irrenunciablemente, “indevolviblemente”, demócrata.

Para la inmensa mayoría de los venezolanos y venezolanas, la democracia es lo que conocemos, es lo que queremos y es lo que defendemos.

Un concepto tradicional

Hoy, muchos sectores evalúan una mayor y mejor o una menor y peor democracia a partir de esos tres elementos.

Los organismos internacionales, por ejemplo, si encuentran un país en el que se vota, existe libertad de expresión, aún cuando sea formal, y existen partidos políticos, seguramente será calificado de democrático.

PERO… ¿qué es la democracia hoy?

Hoy en día, lo menos que puede aspirarse en democracia es que el pueblo vote, que se pueda expresar en libertad, que se pueda organizar en partidos para la participación política.

Sin embargo, estos elementos han dejado de ser lo fundamental, lo principal, lo medular del concepto de democracia. Justamente por eso, porque son lo mínimo, porque son ya lo cotidiano, es lo ya conquistado.

Entonces, vale la pena preguntarse: ¿qué es hoy lo que se considera fundamental, lo principal, lo medular del concepto de democracia?

Para mí la respuesta es inequívoca y tiene que ver con dos cosas:

- HAY DEMOCRACIA CUANDO GOBIERNA LA VOLUNTAD POLÍTICA DEL PUEBLO.
- LA DEMOCRACIA TIENE HOY, COMO NUNCA ANTES, UN ALTÍSIMO CONTENIDO SOCIAL.

LA voluntad política del pueblo

En efecto, lo verdaderamente importante, lo que define hoy a la democracia, es que gobierne la voluntad política del pueblo.

Por supuesto que para que esto sea posible, lo primero es creer que tal cosa existe, que ciertamente el pueblo tiene una voluntad política.

Mi opinión, expresada innumerables veces es que el pueblo es el protagonista de la historia y que actúa, precisamente, conforme a su voluntad política, en cada momento histórico.

En este sentido, la lucha de hoy por la profundización de la democracia venezolana pasa por contentar: ¿cómo se expresa y como se impone esa voluntad popular?, ¿cómo se hace para que el Estado quede sometido a la voluntad política del pueblo, es decir, a la voluntad de la sociedad venezolana?

El contenido social de la democracia

Los venezolanos aspiramos que no solo el Estado sea democrático, queremos vivir también, en una sociedad igualmente democrática.

Una sociedad que funcione como una máquina de producir pobres, no es, definitivamente, una sociedad democrática.

Queremos una sociedad cada vez más igualitaria, en la cual se persiga obstinadamente el desarrollo integral de cada ser humano, de cada venezolano, de cada venezolana.

¿hay democracia hoy en Venezuela?

Más de uno se ha visto complicado últimamente al querer explicar que en Venezuela ya no hay democracia.

La argumentación gira sobre el mismo concepto tradicional que hemos comentado: existe el voto, pero está manipulado; se restringe cada vez más la libertad de expresión y comienza a existir el “delito de opinión”; y se ha librado una guerra destructiva de los partidos políticos de la oposición.

Todo eso es cierto, y representa desde luego un retroceso de la democracia venezolana, porque en todo caso lo menos que podemos aspirar es que se respeten estos elementales aspectos de la democracia.

Pero hay sin duda un asunto más definitivo para juzgar el momento político: en Venezuela se quiere imponer un proyecto político distinto al que representa la voluntad política de la sociedad venezolana.

En Venezuela concretamente, el pueblo tiene más que una voluntad supuesta: Tiene un verdadero programa que se expresa, de su puño y letra, en nuestra Constitución Nacional.

Lo que está dando al traste con la democracia en Venezuela es que se está imponiendo un modelo diametralmente opuesto a la voluntad política del pueblo, y es por ello que se produce una violación masiva de lo que está previsto en la Constitución Nacional.

El proyecto que el pueblo consagró en su Constitución como el modelo de Estado y Sociedad que quiere construir está siendo pisoteado.

Pareciera que lo que está vigente en Venezuela es la Constitución cubana, por cuanto es la que está más cercana a lo que “el líder”, quiere imponer.

No hay democracia cuando lo que se impone es la voluntad del gobernante, por sobre la voluntad popular.

Ismael García

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