4/9/09

Chávez, siembra miedo y recoge ira…

"Trinchera" Desde una tierra que presagia fuego...
Radio Mambí, la Grande (710 AM)


Como bien sabe todo el mundo, tanto en Venezuela, como fuera de nuestras fronteras, este fin de semana está dominado por movilizaciones de protesta contra un régimen dictatorial, despótico y absolutamente casado con el castrocomunismoterrorismo al que pareciera que le llegó el tiempo de los rechazos y condenas ante tanto crimen y tanta violación a los Derechos Humanos y a la Constitución que rige o debe regir en nuestro país.

A Hugo Chávez sólo le queda irse a revolcar con déspotas, tiranos y terroristas para poderse sentir amado y apoyado. Mientras en el país la gran mayoría lo repudia y se lo hace sentir en calles que vuelven a llenarse de voces de protesta, el infame militarote busca en países absolutamente dominados por tiranos como él, las alabanzas que requiere su ego enfermo. De Libia, a Argelia, de Argelia a Siria, a Irán, a Bielorrusia y Rusia, pasando de brazo en brazo de déspotas que o bien lo sienten un igual, o como el caso de Putin, ven el él un monigote a quien esquilmarle más dinero aún.

Anda de rumba el gran gorila mientras aquí sus esbirros se preparan para reprimir a los resistentes y tratar de sembrarles miedo buscando que vuelvan a llenar las calles. El islamoterrorista que funge de ministro de Relaciones Interiores, Tareck El Aissami, sale a amenazar con el cuento de que esos cuerpos de seguridad, verdaderas bandas represivas que el gran gorila utiliza para atropellar a hombres y mujeres, a viejos y jóvenes, a seres pacíficos, actuarán como lo han venido haciendo, o sea como lo hicieron hace pocos días cuando golpearon brutalmente y cargaron sin proporción alguna, armados hasta los dientes, protegidos por equipos de última generación, contra ciudadanos sin armas, sin máscaras antigases, sin petos, sin escudos. Ciudadanos armados sólo del coraje y la dignidad que alimenta su lucha contra un militarote vendepatria, infame, cobarde y depredador.

El islamoterrorista Tareck El Aissami ya anuncia que la marcha de la resistencia, convocada para este sábado 5 de septiembre será reprimida. Este representante de las bandas terroristas de Hezbolláh y de las tiranías islámicas busca sembrarnos terror. Busca paralizarnos, busca que no salgamos a la calle a luchar por nuestra libertad, por nuestro país, por nuestra condición de hombres y mujeres con derechos inviolables.

Señala este malandro empodeerado, con un prontuario horroroso donde se conocen sus vinculaciones al terrorismo mundial que aquí en Venezuela –porque a él y a su amo Chávez no les da la gana- no pueden existir sectores cuyo propósito sea usar las calles con intenciones distintas a las establecidas en la Constitución… ¿Y a cuáles intenciones se refiere este esbirro…? Porque en nuestra Constitución está contemplado el derecho a la protesta, a la disidencia, a la pluralidad ideológica. Pero estos esbirros que secundan al tirano Chávez no quieren aceptarlo y buscan la manera de aterrorizarnos para que no usemos derechos que todavía no han podido borrar de esa Constitución.

Cree este islamoterrorista que es Tareck El Aissami, que no conocemos lo que bien dice el artículo 350 de esa Constitución que esgrime como si la misma estuviese escrita en un pizarrón que ellos borran a su antojo. Como lo cree y actúa en consecuencia, vamos a repetir hasta el cansancio la letra de ese artículo 350 que dice: El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.

También repitámosle al militarote infame y a cada uno de sus matones lo que dice otro de los artículos de la Constitución que el islamoterrorista dice que estamos desconociendo. Es el Artículo 333 que dice: Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.

Así que ¿de cuáles intenciones distintas a las establecidas en la Constitución habla este agente del terrorismo internacional y de la barbarie de los fundamentalistas islámicos? Que no le importe lo que diga la Opinión Pública sobre las violaciones a nuestros Derechos Humanos y nuestra condición de ciudadanos libres no será lo que nos siempre miedo. Que sepa Hugo Chávez y cada uno de sus esbirros, que los crímenes de Lesa Humanidad no prescriben, y en especial Tareck El Aissami que recuerde el final de Saddam Hussein, el amo de su abuelo, de su padre y de él mismo… Aquel que paseó a Chávez por Bagdad

No hay comentarios:

Publicar un comentario