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Cortina de humo de Chávez
Rafael García, el 'ventilador' del DAS, hoy informante protegido de Venezuela. Foto: Felipe Caicedo / Cambio
El secuestro de 12 jóvenes cuando jugaban un partido de fútbol en El Chururú, municipio de Fernández Feo, en el estado venezolano de Táchira, y la posterior masacre de 11 de ellos, entre los cuales había nueve colombianos, aumentaron las tensiones existentes entre Colombia y Venezuela, y desataron un cúmulo de hipótesis sobre los posibles autores de la masacre, a las que se sumaron declaraciones de funcionarios venezolanos que insinuaron que los jóvenes no solo eran indocumentados sino que podrían estar relacionados con grupos criminales colombianos, y denuncias del gobernador de Táchira Óscar Pérez, miembro de la oposición, en el sentido de que la guerrilla se mueve en la zona como 'Pedro por su casa' con la complacencia del gobierno de Chávez y sus fuerzas militares.
Para acabar de enrarecer el ambiente, ya de por sí turbio y confuso, la Cancillería venezolana hizo llegar el lunes pasado a la Embajada de Colombia en Caracas una nota de protesta en la que desempolva la teoría de que existe un complot para asesinar al presidente Hugo Chávez en el que supuestamente están involucrados miembros del DAS. "En las investigaciones realizadas se ha decomisado documentación que se refiere a un gran plan de conspiración y desestabilizació n en contra de Venezuela, con repercusiones en la región, lo cual contraviene los principios del Derecho Internacional que rigen las relaciones entre Estados soberanos", dice la nota que, además, hace referencia a "la reiterada presencia en territorio venezolano de funcionarios del DAS, detectados realizando labores de espionaje e intentos de soborno, actividades claramente inamistosas y tipificadas como delito por el Código Penal venezolano".
Alertados por la denuncia del supuesto complot, los servicios de Inteligencia colombianos empezaron a atar algunos cabos y a encontrar piso para la hipótesis según la cual el ex director de Informática del DAS Rafael García, conocido como "el ventilador" por sus revelaciones sobre la infiltración paramilitar en el organismo de seguridad durante la administració n de Jorge Noguera (2002-2005), podría estar ayudando a alimentar el entramado del complot. A García, quien fue capturado en 2005, condenado a 11 años de cárcel en 2006 y dejado en libertad en noviembre de 2008 gracias a una considerable rebaja de penas por colaborar con la Justicia, le han seguido la pista y saben que tras un frustrado intento para obtener asilo político en Uruguay, buscó refugio en Venezuela.
Según los investigadores colombianos, García habría sido reclutado por el general Hugo Armando Carvajal, el hombre fuerte de los servicios de Inteligencia del Ejército venezolano y el oficial de mayor confianza del Presidente, también conocido como "el Montesinos de Chávez", y quien, según le dijo a CAMBIO un alto funcionario colombiano que conoce el asunto, "le ofreció a García el 'oro y el moro' para que se convirtiera en testigo clave dentro del expediente del supuesto complot contra el presidente Chávez denunciado por primera vez desde Caracas hace ya algún tiempo".
Por otra parte, investigadores de los servicios de Inteligencia colombianos saben que García fue contactado en Venezuela por una abogada de la mafia que le ofreció "información actualizada" para reforzar la estrategia de desprestigio del Gobierno colombiano y sostener la historia del complot criminal contra el mandatario venezolano. Pero, ¿por qué la mafia estaría interesada en alimentar la teoría del complot para desprestigiar al Gobierno colombiano? Varias fuentes consultadas coinciden en que los jefes paramilitares extraditados a los Estados Unidos que se consideran traicionados por el Gobierno quieren vengarse y que para ello estarían aprovechando la oportunidad que les ofrece la presencia de García en Venezuela. Cierta o no esta hipótesis, lo que las autoridades pudieron confirmar con la conversación de la abogada y García es que este se encuentra en Venezuela, como lo había insinuado días antes de salir de La Picota, cuando declaró a los medios que buscaría asilo en el exterior y que le interesaba en particular una oferta que le estaba haciendo ese país.
Cabe recordar que García dijo en varias oportunidades a diferentes medios y también en declaraciones ante la Fiscalía, que existió un plan para derrocar y asesinar a Chávez del cual habían hecho parte el director del DAS Jorge Noguera y el bloque Norte de las Auc. "Hubo toda una conspiración contra el Gobierno venezolano, del cual hasta donde yo sé participaron facciones del bloque Norte y del DAS", dijo García en una entrevista a Noticias Uno en septiembre pasado, y agregó que en el plan participaron, además, ganaderos de la zona fronteriza y que Rafael Alonso, hermano de la cantante María Conchita Alonso, había recibido en su finca una avanzada de 70 paramilitares que luego fueron capturados por las autoridades. También dijo que para concretar el plan, Noguera creó un grupo cuyos objetivos eran asesinar también al ex vicepresidente José Vicente Rangel, al ex ministro de Interior Jessi Rodríguez Chacín y al fiscal general Isaías Rodríguez.
Lo que pocos saben es que una investigación de la periodista venezolana María Angélica Correa, que se convirtió en libro el año pasado, demuestra que Giovanni Vásquez de Armas, un paramilitar desmovilizado en el Magdalena, fue aleccionado por los servicios de Inteligencia venezolanos para que relatara en los estrados judiciales una historia semejante a la que ha contado García: que en 2004, el DAS, bajo la dirección de Jorge Noguera, concertó con paramilitares un plan para "asesinar o sacar del poder a Chávez".
La versión del supuesto complot en su contra, urdido desde Colombia con participación de miembros del DAS, la repitió el presidente Chávez en la cumbre de Unasur el pasado 28 de agosto en Argentina, y es la misma que ahora está reciclando, con el ingrediente adicional de que anunció que varios funcionarios del DAS están detenidos en Venezuela.
¿Que hay detrás de la insistencia en el complot? Para muchos se trata de una cortina de humo cuyo objetivo es distraer la atención de los graves señalamientos en el sentido de que el 80 por ciento de los vuelos ilegales detectados por los satélites que vigilan el espacio aéreo del Caribe salen de territorio venezolano (ver artículo siguiente); de las denuncias sobre la existencia de campamentos de la guerrilla en su territorio; de los problemas internos que le han representado una fuerte caída en las encuestas, y de la reciente masacre de los 11 jóvenes en el Táchira que, según algunos testigos fueron secuestrados y posiblemente asesinados por hombres que vestían uniformes negros e insignias con la imagen del 'Che' Guevara, que según funcionarios del municipio de Fernández Feo, el más cercano al lugar de los hechos, eran similares a los que usan las milicias que defienden la "revolución bolivariana", y que operan bajo las órdenes del capitán de navío (r) y ex ministro de Gobierno de Chávez, Ramón Rodríguez Chacín, uno de los principales inspiradores de la teoría del complot, junto con el general Carvajal.
Los jóvenes habrían sido secuestrados para interrogarlos sobre sus posibles nexos con paramilitares, como se desprende de una breve declaración del único sobreviviente de la masacre, Manuel Júnior Cortés, quien fue trasladado a un hospital en Caracas donde permanece custodiado e incomunicado: "Los secuestradores nos preguntaban constantemente por los jefes 'paracos' y afirmaban que nosotros habíamos sido reclutados por ellos". Por eso, funcionarios de Inteligencia colombianos no descartan que "al no encontrar la verdad que buscaban, los secuestradores decidieron asesinarlos para no dejar testigos".
No sorprende la denuncia del presidente Chávez sobre el complot. Es un recurso al que ha recurrido en varias ocasiones y no siempre son el dedo apuntando hacia Colombia. También ha señalado a la CIA, a grupos opositores, a militares que se alejaron de su "revolución bolivariana". Es una estrategia de la que echa mano cuando enfrenta momentos de crisis o de mucha presión con la intención de reforzar el apoyo de sus seguidores y de producir consenso mediante la identificació n de un enemigo externo. Es una forma que tiene Chávez de hacer política. La pregunta es hasta cuándo le va a funcionar.
El reclutador
El general Hugo Armando Carvajal, quien según fuentes colombianas de Inteligencia habría reclutado a Rafael García, es el director del Servicio de Inteligencia Militar de Venezuela. Los organismos colombianos de seguridad lo identifican como amigo personal del jefe de las Farc 'Iván Márquez', y asiduo visitante de campamentos de la guerrilla tanto en Venezuela como en Colombia, y dicen que es quien facilita el acceso a los jefes guerrilleros del Eln y las Farc a territorio venezolano.
Como lo reveló CAMBIO en agosto pasado, la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos envió a la Secretaría de Justicia pruebas que comprometerían al oficial en operaciones de narcotráfico y lavado de dinero en asocio con las Farc. Carvajal figura en la 'lista Clinton'.
El hombre de las milicias
Ramón Rodríguez Chacín, el hombre al mando de las "milicias bolivarianas", es capitán de navío (r), y ha sido dos veces ministro del Interior del gobierno de Chávez. En 1988 hizo parte del Comando Específico José Antonio Páez y no solo fue autor intelectual sino que participó en varias masacres, una de ella la de El Amparo, en la que asesinaron a 14 pescadores que luego fueron presentados como guerrilleros.
En 1992 participó en la rebelión contra el presidente Carlos Andrés Pérez, fue encarcelado y luego amnistiado en 1994. Durante el gobierno de Rafael Caldera (1994-1999) se mantuvo en la clandestinidad y luego apoyó la campaña de Chávez que lo llevó a la Presidencia en 1999. Durante los diálogos del Caguán en Colombia (1999-2002), mantuvo interlocución con las Farc, medió en varios secuestros y fue acusado de mantener doble identidad, pues llevaba documentos que lo identificaban como Rafael Alberto Montenegro.
En 2002 fue nombrado ministro del Interior y Justicia en reemplazo del expulsado Luis Miquilena y estaba en el cargo cuando el breve golpe de Estado que terminó con Pedro Carmona de presidente, quien lo destituyó y ordenó su detención y encarcelación.
En diciembre de 2007 fue designado por Chávez como coordinador especial de la 'Operación Emmanuel', para la liberación de secuestrados por las Farc. En 2008 fue nombrado de nuevo ministro del Interior y Justicia. Según fuentes de Inteligencia, se encuentra actualmente en Nicaragua, desde donde dirige a 'milicianos' que intentarían una acción para que el depuesto presidente de Honduras, Manuel 'Mel' Zelaya, retome el poder .
Otros complots contra Chávez
- 1998: cuatro meses antes de llegar a la Presidencia fue denunciado un complot contra el líder de la "revolución bolivariana".
- 2002: Chávez acusa a la Casa Blanca de estar detrás del breve golpe que lo sacó del poder.
- 2004: Chávez acusa a paramilitares colombianos detenidos de haber recibido entrenamiento para derrocar a su gobierno.
- 2008: antes de las elecciones regionales, fueron divulgadas unas grabaciones en las que militares venezolanos hablaban sobre bombardear el palacio presidencial.
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