La amenaza de un posible “golpe de izquierda” hay que tomarla en serio
Le es cada vez más difícil mantener el ya invisible barniz democrático de su régimen. Los demoledores resultados de las últimas encuestas; los indicios de que la devaluación arrasará con los magros ingresos de los sectores masivos; el fracasado intento de bajar el dólar permuta disparador de la inflación; las airadas quejas regionales por el racionamiento eléctrico; la creciente inseguridad; la descarada apropiación de hipermercados y centros comerciales; y las protestas nacionales e internacionales (que ya le califican de “dictador”) por el segundo cierre de RCTV, han hecho estallar los maltrechos nervios del Presidente.
El jueves 28 Chávez se mostró descontrolado en cadena nacional ante la creativa persistencia de las protestas estudiantiles en todo el país y por las críticas de la Iglesia ante la violencia oficial y de los paramilitares del Gobierno, que causaron la muerte de dos estudiantes y cientos de heridos. En esa cadena Chávez se mostró como un militar desesperado por darle un palo a la lámpara. Al referirse a su obsesión por las “conspiraciones” y el ” magnicidio” (“si me matan caerá el Apocalipsis sobre el Este de Caracas” había amenazado pocos días antes) dijo que no había posibilidad alguna de “un golpe de derecha”, si acaso “de izquierda para radicalizar la revolución”. De modo intimidante subrayó de seguidas “estar dispuesto” a comandar la radicalización: “Yo advierto que nadie se equivoque, la respuesta que yo comandaría sería radical a la hora de que estos sectores logren o sigan ametrallando guardias, mandando jóvenes a echarle piedra a los cuarteles, llamando a rebelión así, abiertamente”.
Chávez miente sobre los autores de la violencia y de las muertes estudiantiles y amenaza a los gobernadores con quitarles sus policías si estos no arremeten ferozmente contra los manifestantes. ¿Cómo pueden ametrallar a “guardias” quienes apenas portan pancartas rechazando el cierre de RCTV, los apagones y la devaluación? Los merideños, con excepción del gobernador rojo, testifican masivamente que la violencia asesina ha sido desplegada por la policía regional y los Tupamaros (grupo paramilitar con fusiles de guerra, financiado por el Gobernador para atacar a quienes protestan por el abusivo racionamiento de luz y el cierre de RCTV). Miles de merideños vieron cómo los militares fueron heridos en un enfrentamiento con los Tupamaros. Dos estudiantes de Anzoátegui están ciegos a causa de los perdigonazos lanzados en su cara por los policías comandados por el Gobernador, quien se decía defensor de los DDHH.
A semejanza del caminante nocturno que silva para ocultar su miedo, Chávez suelta baladronadas cuanto se siente acorralado. Sin embargo la amenaza de un posible “golpe de izquierda” hay que tomarla en serio si vemos la naturaleza de los personajes encumbrados esta semana en cargos claves para acelerar la aplicación del comunismo cubano y, con él, la permanencia ilimitada de Chávez en el poder, probablemente sin la mediación electoral. “Aquí no hay otro camino sino el de la revolución” dijo el general Mata Figueroa, en violación del artículo 328 de la Constitución, al ser juramentado como nuevo ministro de la Defensa. Analistas dicen que la designación de Mata Figueroa (quien en mayo de 2008 declaró que “la revolución llegó para quedarse” y dijo “estar “al servicio de la revolución”) prueba la necesidad del Gobierno en acelerar la consolidación de las milicias y de una FAN politizada, dirigidas a materializar el proyecto que Chávez tiene en su cabeza. ¿Se imaginan “la objetividad” de Mata Figueroa en el transporte y “cuidado” de nuestros votos? El radical Elías Jaua luce insustituible para la imposición del modelo cubano porque, siendo tan inepto, (este año vamos a importar 700 mil toneladas de azúcar gracias a la destrucción que Jaua hizo de los sembradíos de caña) Chávez le asigna cuatro complejísimas tareas simultáneas: la Vicepresidencia, la de “Economía Productiva”(sic), además de la junta de Comerso-Éxito y el MAT.
En uno de sus mejores artículos, Luis Vicente León ( director de Datanálisis), a propósito de la caída de la popularidad presidencial, advertía en El Universal (24-01-2010): “dado que en este momento (Chávez) no controla la mayoría absoluta (&) y que la tendencia de los próximos meses no pinta bien, la permanencia de su control puede venir por tres vías: 1) recuperar su conexión popular, 2) aprovechar la debilidad de su adversario o 3) cambiar el modelo de permanencia, expropiando el poder por la vía militar y represiva”.
Si ya lo hizo una vez y está implícitamente amenazando con hacerlo una segunda. ¿No estaríamos ante un “si no es pa’ mí, no es pa’ nadie”, sustentado por el anuncio del jefe de la FAN de que ” la revolución llegó para quedarse”, así el pueblo esté masivamente en contra?
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