Colombia espera explicaciones de Venezuela sobre nexos con las FARC y ETA
El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, aseguró hoy que se espera que el Gobierno de Venezuela dé una explicación satisfactoria a un juez español que pide información sobre la supuesta “cooperación” de las autoridades venezolanas para que ETA y las FARC pudieran establecer una alianza.
El ministro de Relaciones Exteriores colombiano señaló en una entrevista con Caracol Radio que su país esperará a ver como sigue su curso el proceso y las explicaciones que dé Venezuela sobre la supuesta alianza con ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Bermúdez agregó que le pidió a los responsables de la embajada colombiana en España que, de ser posible, consigan el expediente que tiene del caso el juez español Eloy Velasco, de la Audiencia Nacional española.
El ministro afirmó que ese es un caso que está llevando a cabo un juez español y de parte de Colombia se seguirá avanzando en buscar una interlocución con Venezuela para que las relaciones bilaterales vuelvan a su cauce, tras ser congeladas en agosto pasado por el presidente venezolano, Hugo Chávez.
“Nosotros tenemos que ser muy claros y decididos en defender los intereses del país y expresar las preocupaciones de manera explicita, y al mismo tiempo ser prudentes”, indicó.
El ministro español de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró hoy que su Gobierno va a “poner en marcha todos los mecanismos de cooperación jurídica internacional para obtener la información” que el juez necesita sobre el proceso en el que se relaciona a ETA con las FARC y el Ejecutivo venezolano.
Caamaño explicó que tan pronto como el Gobierno español supo del auto dictado por la Audiencia Nacional sobre relaciones de cooperación entre las FARC, ETA y personas vinculadas al Gobierno venezolano, “se hizo una primera gestión diplomática preguntando ya directamente a Venezuela si había algo”.
La petición de información a Venezuela se hizo un día después de que el juez dictara un auto en el que se acusa al Gobierno de Chávez de haber colaborado para facilitar una presunta alianza entre ETA y las FARC, que tenían entre sus planes atentar en España contra altos cargos de Colombia, como el presidente Álvaro Uribe.
Chávez calificó ayer como “rezagos de un pasado colonial” esa denuncia del juez español, en declaraciones ofrecidas durante una visita a Montevideo, donde asistió a la investidura del presidente uruguayo, José Mujica.
En un comunicado, el Gobierno venezolano rechazó ayer la denuncia del juez español y dijo que estos “señalamientos inaceptables” son de “naturaleza y motivación política”.
Vía EFE
La revolución cómplice con ETA y las FARC
Hace pocas semanas, en este mismo espacio, se advertía a la sociedad venezolana sobre la peligrosa deriva de las organizaciones de la izquierda terrorista hacia la producción, el comercio y la protección armada del tráfico de droga. Se señalaba en esa oportunidad, que la práctica nefasta iniciada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército
de Liberación Nacional, en el sentido de colaborar abiertamente con las
redes internacionales del narcotráfico y del crimen organizado, significaría
en el mediano y largo plazo el fin de su proyecto político.
La razón es por demás evidente: al alejarse cada vez más de una ilusión de
utopía propuesta a los colombianos a través de la lucha revolucionaria y
entregarse directamente a las prácticas delictivas para conseguir recursos
económicos y sobrevivir, esas guerrillas terminarían siendo la culebra que
se muerde la cola al perder su inicial carga ética. Hoy la práctica del
secuestro, de la extorsión y del concubinato con los narcos han enterrado
esos movimientos de liberación que alguna vez fueron una referencia
política.
El golpe de gracia desembarca ahora desde España, donde el juez Eloy Velasco
"procesó a seis activistas de ETA, la mayoría exiliados en Cuba y Venezuela,
y a siete de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia por distintos
delitos de integración terrorista, tenencia de explosivos y conspiración
para cometer homicidios". No es poca cosa para estos movimientos terroristas
que se han acostumbrado a recibir hospitalidad en los países que consideran
amigos como Venezuela, México y Cuba.
Pero en el caso de ETA no han respetado la hospitalidad que, de buena fe,
les dio Venezuela. Cuando la dictadura de Franco no hubo venezolano alguno
que no se sintiera en la obligación de darle digno cobijo y ayuda directa a
los que se enfrentaban al caudillo. Pero ya restablecida la república y
aceptadas progresiva y democráticamente las autonomías, resulta impensable
apoyar la lucha cruel y siniestra de ETA, en la cual mueren violentamente
decenas de personas consideradas enemigas sólo porque siguen las líneas de
la Constitución española. Eso es inaceptable.
ETA tiene que entender que el apoyo que se le dio en un momento determinado
a escala internacional sólo obedecía a su lucha contra la dictadura
franquista. Hoy son unos dinosaurios empeñados en matar sistemáticamente
sólo para demostrar que están vivos, cuando en verdad son unos zombis que
salen a la superficie para horrorizar a los seres humanos.
Que el gobierno bolivariano los apoye no resulta una sorpresa, y que les dé
apoyo conjuntamente con las FARC no hace sino confirmar lo que España ha
tardado en entender y ahora entiende perfectamente: Chávez no es un
demócrata asediado por la derecha. Es una bomba que puede estallar en
cualquier momento en una de las tantas pacíficas y hermosas ciudades de
España. Ese es el verdadero peligro de la unión de ETA y FARC con Chávez.
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