La gran diferencia en esta oportunidad es que Chávez está quebrado. Hay poco para repartir
Cada vez que entramos en época de campaña electoral, ya con casi doce años viendo cómo los cubanos manejan el asunto, se van a producir inevitablemente tres cosas: Primero, Chávez sacará del saco de ideas comunistas un elemento clave, una institución base, un proyecto estratégico que llamará vital, que sirva para alimentar esperanzas y alargar la espera, pues "esto apenas comienza". Segundo, Chávez, con el decidido respaldo del G2 de Castro y las instituciones que controla, perseguirá, amenazará y apresará a algunos de los más representativos personajes o empresas de la oposición o del sector que él considera enemigo o apetecible. Tercero, Chávez sacará real de donde sea para comprar al sector venezolano más fácil de comprar: casi todo.
El objetivo es el de siempre. Está trabajando incansablemente para imponer un sistema castrocomunista y, por otra parte sigue luchando con su vida contra los enemigos internos y externos que no lo dejan trabajar. Por eso hay que votar por micomandantepreside nte, pues de no ser así "me matarán, me enjuiciarán y a ustedes les quitarán todo lo que les he dado". Un viejo esquema populista, pero apuntalado en la amenaza y el ventajismo.
En el punto primero, le toca jugar el papel de esperanza vital a la figura de las comunas, copia cubana para variar, con las cuales pretende sustituir las antiguas instituciones del Estado como son las gobernaciones y alcaldías y, más arriba, al mismísimo Poder Legislativo. Comunas para allá y para acá. No está la Ley lista, el propio Chávez la tiene amarrada. Hay que recordar que las leyes se hacen y entran en vigencia si Chávez lo quiere y lo ordena. Si esa Ley no ha salido es justamente porque Chávez está sentado sobre ella. Prefiere evitar el problema de imagen comunista y a la vez, le da larga a un asunto que generará un caos extraordinario. Con las comunas la ruina general será tipo deslave. Cuando tengan las comunas y sean capaces de formar el banco comunal, tendrán plata. Ese es el eje de la promesa. Es decir, un día de estos.
En el segundo punto, ya lo vemos. El Cardenal Urosa, Globovisión, inhabilitados, empresarios, banqueros, Álvarez Paz, Peña Esclusa. Polar. Ya tienen el testigo estrella, o terrorista estrella, para que dispare cada vez que lo necesiten desde Cuba. Diligencia hecha. Lo demás es trabajo de las instituciones revolucionarias.
En el tercer punto, hay una situación que pudiéramos definir como falluta. Esta vez, debido a la crisis del capitalismo mundial, el comunismo está quebrado. Petróleo más barato es lo peor para el comunismo de Chávez. Esta vez no tiene tanta plata para una Venezuela, en su gran mayoría, dispuesta a que le tiren algo.
Capitalismo electoral chucuto.
Elides J. Rojas L.
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