3/8/10

APORREA.COM


Simón Boccanegra - TalCual
Este minicronista siempre imaginó que la vitalidad deun proceso de cambio social, así como lo genuino de su naturaleza, habría de ser directamente proporcional a su capacidad de mirarse a sí mismo desde una perspectiva crítica.
Uno de los trucos de las revoluciones habidas, cuando fueron atrapadas por la deriva dictatorial y totalitaria, fue acuñar el argumento represivo de "no dar armas al enemigo", para matar toda postura crítica en el propio seno de las fuerzas revolucionarias. Siempre fue la más hipócrita y venenosa manera de matar el debate interno en las fuerzas que se identificaban con aquellos procesos. "No dar armas al enemigo" es aceptar la vigencia el "pensamiento único" y la validez de la versión única de cada episodio vivido, que, lógicamente, es la del propio gobierno, el cual se paga y se da el vuelto. Las revoluciones del siglo XX comenzaron a dejar de serlo, para transmutarse en regimenes represivos, burocráticos y conservadores, apenas mataron la política en sus filas, esto es, apenas mataron la libre discusión de las ideas y de los hechos. Que esto que padecemos nunca fue una revolución lo demuestra la inexistencia de debate político en el seno de sus organizaciones y la aplastante presencia de un hiperlíder que asfixia toda forma de pensamiento distinta a la suya. Hubo siempre una tímida excepción: Aporrea.com., donde permitían publicar algunos textos que insinuaban cierto sesgo crítico. Pero ya hoy aparecen en Aporrea textos cada vez más duros, muy críticos de diversos aspectos del desempeño oficialista.



Allí, al parecer, se ha ido refugiando el malestar y el desencanto de aquellos chavistas que aún conservan una idea no stalinista ni fidelista del proceso del cual participan. Si oyen al sapo Mario Silva ya deben imaginar que pronto serán calificados de "enemigos

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