JORDY ENRIQUE MONCADA CARTAYA
Escapando de la coyuntura política, esa que día a día nos absorbe y saca lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros, es preciso buscar puntos en común y no polarizados en los que debemos trabajar para mejorar la condición de vida de los venezolanos.
A veces es difícil hablar de Derechos Humanos y no caer en una posición ideológica, o en otros casos partidista, se señala directamente al Estado como único responsable de las violaciones a los derechos y olvidamos el compromiso ciudadano que debe existir en primero conocer los Derechos Humanos y luego respetarlos.
No creo que exista un gobierno en el mundo que pueda afirmar que en su ámbito de competencia no existen violaciones a Derechos Humanos, bien sea por acción o por omisión, por lo que se puede encontrar un punto medio en la búsqueda de soluciones a la actual situación de los derechos.
Para ello, se tienen que dejar de un lado los juicios previos, asumir que existe un espectro inmenso en el que se debe trabajar para así adoptar medidas que una vez cumplidas se transformen en la mejora de la situación de los Derechos Humanos en nuestro país y consecuencialmente se mejore la calidad de vida.
Apostamos por la búsqueda de un equipo de trabajo que apueste a la sensatez, en donde se dé un encuentro entre el Gobierno, la Academia y la sociedad civil. Debiéndose partir de indicadores y no de valoraciones subjetivas.
Debemos trabajar en la construcción del Plan de Derechos Humanos de Venezuela para el próximo periodo legislativo, siguiendo las recomendaciones de Naciones Unidas realizadas en Viena en 1993, en donde se recomendó a los Estados la creación de nuevos mecanismos para garantizar el efectivo cumplimiento de los Derechos Humanos, esos mecanismos fueron la figura del Defensor del Pueblo y el Plan de Derechos Humanos.
Éste debe ser un Plan de acción nacional en el que se determinen las medidas necesarias para que el Estado mejore la promoción y protección de los Derechos Humanos.
El plan debe ser un proceso continuo, público, orientado a la acción y que sea un reflejo de la interdependencia e indivisibilidad de los Derechos Humanos.
En nuestro país existió un intento de elaborar un plan de Derechos Humanos, pero al final fue dejado de un lado por la actual administración.
Es necesario que este tema sea incluido dentro de la planificación estratégica para el próximo periodo legislativo y es fundamental que desde las organizaciones de la sociedad civil y desde las universidades comencemos la discusión.
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