Luisa Ortega lo está haciendo fuera del perol, algo de por sí ya bien difícil para una mujer; y es que “La Fiscala de Chávez”, en su afán de interpretar las leyes en defensa de su gobierno, está descubriendo "nuevas formas de suicidio", como por ejemplo:
- Suicidarse en un hospital en el que no quería estar, donde permanecía secuestrado por el gobierno.
- Suicidarse, utilizando para ello una huelga de hambre legítima, asumida voluntaria y conscientemente.
- Suicidarse, según la interpretación de la "loca", utilizando (si nos atenemos a la autopsia) un "shock séptico o septicemia", es decir, en lenguaje del vulgo (nosotros), "un envenenamiento de la sangre, causado por una infección severa, debido a una infección bacteriana que concluyó en una baja presión sanguínea", bacterias que, según las investigaciones en sepsis, pudo o puede estar presente, por ejemplo, en el mismo hospital (sepsis nosocomial), es decir, para no hacer muy largo el cuento:
No hay forma de que, una persona declarada muerta por "sepsis, shock séptico o septicemia", se haya suicidado, mucho menos, cuando habiendo muerto, según la experticia forense (si no la cambian ahora), de sepsis en un hospital, muchísimos meses después de haber ingresado, no se trate de una "sepsis nosocomial" o, como afirma la "loca", que haya sido inducido a suicidarse con las bacterias que le envenaron la sangre.
¿Cómo se las habrá inyectado Brito y dónde las habrán conseguido su familia, para traérselas al hospital?
El ignorante dice cualquier cosa, mucho más, cuando tratando de cambiar la calificación de la muerte, persigue exculpar al gobierno de la violación masiva y continuada de los derechos humanos, así como su seguro juicio por ante la Corte Penal Internacional.
De momento, ¡Amarren a su loca!
No hay comentarios:
Publicar un comentario