“Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia.”
Elbert Hubbard
Creemos que no es necesario ser un experto nuclear, como para intuir o suponer, que el cacareado proyecto atómico suscrito entre Rusia y Venezuela, anunciado por el Tte. Coronel desde Moscú terminará en un nuevo fiasco.
Los venezolanos estamos acostumbrados a los grandes anuncios sobre proyectos de todo tipo, desde pequeños como los gallineros verticales y huertos organopónicos hasta faraónicos como el Gran Gasoducto del Sur, todos fracasados y con ingentes perjuicios económicos para el país.
Los regímenes como los encabezados por el Tte. Coronel se caracterizan por la pomposidad, los grandes desfiles militares, la propaganda desmedida e incendiaria, pero sabemos por los hechos históricos y el análisis de nuestra propia realidad, que son sólo eso: campañas propagandísticas, para engañar al mundo, haciendo creer que en el bodrio socialista del siglo XXI, se están gestando saltos tecnológicos importantes o de desarrollo que equipararán al país en el mediano plazo con países del primer mundo.
El Tte. Coronel intentando escapar de sus reveses políticos y económicos y de su depauperada imagen nacional e internacional derivada de los vínculos de su gobierno con el narcotráfico y el terrorismo, huye una vez más por la puerta equivocada, pues esta movida nuclear lo hundirá más en el tremedal que él mismo se está gestando.
Los Estados Unidos y el Departamento de Estado conocen al payaso y sus verdaderas posibilidades técnicas y financieras. Ellos saben que todo es una gran farsa para entretener, pero aprovecharán la puerta que el Tte. Coronel torpemente les ha abierto para ponerle un clavo más a su ataúd.
En el momento en que el Tte. Coronel signifique un peligro verdadero y grave para la seguridad de nuestro hemisferio, es decir avance en sus planes terroristas y de conspiración internacional con el Irán de Mahmoud Ahmadinejad, las reacciones serán otras y seguro harán palidecer al tiranuelo, que dicho sea de paso, no lo caracteriza su arrojo y valentía. Es sabido que los fanfarrones matan a un león ausente, pero se asustan con un ratón presente.
El proyecto nuclear enseñado por el Tte. Coronel, estaría por el orden de los 12 mil millones de dólares. Una suma importante, para un país que carece de lo esencial y elemental. Los hospitales, escuelas, carreteras y puentes del país están destrozados y colapsados. El ingreso petrolero casi en su totalidad se va en: ayudas a los países satélites del ALBA, compra de armamentos, importación de alimentos, pagos de deudas internas y externas, mantenimiento de la inmensa burocracia estatal y el clientelismo político.
Este arruinador, para cubrir su enorme déficit presupuestario ha comprometido el futuro del país: vendiendo petróleo a futuro, adquiriendo nuevas deudas externas y vendiendo los pocos activos que tenemos en el extranjero. El gobierno no tiene capacidad para enfrentar compromisos cotidianos como las demandas salariales de su creciente nómina de trabajadores y el pago de las absurdas nacionalizaciones o estatizaciones de empresas.
En lo referente al sector energético, el Tte. Coronel pese a los inmensos recursos económicos que ingresaron al país en la última década, fue incapaz de llevar adelante proyectos verdaderamente viables para el desarrollo del país, como el plan de producción de energía eléctrica mediante el uso de la orimulsión, o incrementar mediante la inversión sostenida la capacidad de generación eléctrica, transmisión y distribución. Hoy por hoy, las centrales hidroeléctricas y termoeléctricas del país están colapsadas, en creciente deterioro y el proyecto de orimulsión regalado a potencias extranjeras.
Este proyecto nuclear es un disfraz para esconder las derrotas y crímenes del Tte. Coronel, una nueva farsa de un hombre sin capacidad de rectificación, en camino hacia su propia destrucción. Una bufonada de un fracasado!
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