24/12/10

En busca del autogolpe

Hugo Chávez tiene en mente provocar una confrontación entre sus partidarios y el resto de los venezolanos.

Lo está haciendo con provocaciones que sabe que pueden arrastrar al pueblo hacia una guerra civil, como la imposición de leyes que estrangulan todos los derechos y las libertades que gozaban los venezolanos; y con expropiaciones de lo mejor de las tierras en el Zulia, a sabiendas que esas acciones podrían provocar la chispa de una insurrección.

Hoy la situación es tensa.

Hasta el momento de escribir este artículo, los agropecuarios de Santa Bárbara del Zulia, en el Sur del Lago de Maracaibo, continuaban sus acciones de protestas en rechazo a la intervención de 47 fundos por parte del Gobierno.

Los afectados con las medidas de expropiación del Ejecutivo, dieron a conocer que no desistirán en su actitud hasta que los militares no se retiren de los predios de la hacienda “El Peonío” y les devuelvan todos los fundos.

Asimismo, los dueños de los predios han exigido la presencia del ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, y de no lograr la presencia de una autoridad del régimen en el lugar, anunciaron que se trasladarán hasta El Vigía, estado Mérida, donde actualmente se encuentra el Ministro.

Pero no son solamente los agropecuarios los que están protestando por las medidas dictatoriales de Miraflores, también se han unido a las manifestaciones los estudiantes, a quienes el gobierno les quiere suprimir la autonomía con que hasta ahora operaban las universidades del país.
En la capital, cientos de estudiantes obstruyeron varias calles y lanzaron un llamado a los diputados de la Asamblea Nacional para que se abra la discusión de la Ley de Universidades y puedan participar todos los estudiantes, cualquiera sea su tendencia política.

Asimismo, están protestando los "buhoneros", un sector tradicional de vendedores callejeros , quienes se enfrentaron el lunes con la policía en Caracas al tratar de denunciar lo que llaman atropello de las autoridades, que pretenden desalojarlos del lugar donde venden habitualmente su mercancías.
Estos vendedores cerraron simultáneamente varias de las principales avenidas, quemando llantas y basura en algunas de ellas, lo que provocó un gran congestionamiento en varias secciones de la capital.

Chávez advirtió que quienes se oponen a su gobierno y se ‘atreven' a atacar a su administración se encontrarán cara a cara con los cuerpos de seguridad del Estado quienes "usarán la fuerza armada para hacer respetar la orden constitucional".

Todos estos levantamientos particulares de la población podrían ser una buena excusa para que Chávez use los poderes que le acaba de otorgar la Asamblea Nacional con la Ley Habilitante.

La instauración de una dictadura comunista propiamente tal solo necesita el empujón final, que podrían ser estos conflictos populares que le darían pie al Ejecutivo para realizar el Autogolpe.

Para ello y a fin de neutralizar la acción de la nueva Asamblea -que podría bloquear el avance de sus planes- Chávez empujó la aprobación de la Nueva Ley Habilitante, que lo faculta para gobernar por decreto en nueve ámbitos.

Esta ley "a juro" le dio poder absoluto para usar el poder de legislar, básicamente estrangulando los medios informativos, (incluida internet), controlar totalmente toda la economía y tener bajo su poder a todas las organizaciones no gubernamentales.

Pero va más allá aún:

Otra provocación de Chávez es realizar acciones que han hecho que la oposición tema que tiene pensado suspender las elecciones presidenciales del 2012.

Y si no lo hace, y se realizan las elecciones, hay una manera ya preparada para alterar los resultados.
La maquinación es simple, a consecuencia de los recientes cambios aplicados a la ley electoral, el gobierno tiene pleno control de ese organismo. Y ya tiene posiblemente visto, emplear el fraude, si saca menos votos que los candidatos que lleve la oposición.

Hay que tomar en cuenta que Chávez, aconsejado por el gobierno de Cuba, sabe que tiene que actuar y moverse rápido. Su vertiginoso descenso en la popularidad lo coloca en una situación extremadamente difícil y está viendo una derrota en las elecciones presidenciales del 2012.

De acuerdo con el recién elaborado estudio trimestral de Alfredo Keller y Asociados, Chávez actualmente enfrenta su más bajo nivel de popularidad en cinco años, rondando en niveles cercanos al 43 por ciento, al tiempo que la percepción negativa en torno a su función está alrededor del 46 por ciento.

Prosiguiendo las directrices de La Habana, Chávez tiene calculado que sean los integrantes de la Asamblea Popular, y no los electores mediante sus votos los que estarían a cargo de escoger al Jefe de Estado, tal como sucede en Cuba.

Para cumplir con toda esta "nueva geometría territorial del poder", como la llama Alfredo Keller, presidente de la encuestadora que lleva su nombre, el Mandatario necesita una excusa final.
El pretexto sería el autogolpe para "sofocar" un levantamiento popular, como es el que el mismo está impulsando. Necesita una la guerra civil, donde saldrán sus seguidores armados, a enfrentarse con el pueblo.

El mismo ya lo vaticinó en uno de sus últimos discursos:

"Necesitamos un gobierno y una fuerza armada más radicalmente a la izquierda".

El papel final de la Fuerza armada venezolana, frente a esta disyuntiva, está por verse.

Esto que anuncio no es una simple especulación, como no lo fueron las numerosas advertencias que vendría una época de reforzamiento de las medidas dictatoriales y fin de la democracia en Venezuela, que ya están en vigencia.


Venezuela: Diciembre negro

Exequíades Chirinos

De todas las emboscadas que cada final de año prepara el Presidente contra los ciudadanos venezolanos, la peor es la actual -diciembre 2010 - en la cual, valiéndose de la Asamblea Nacional, aprueba un conjunto de leyes de corte socialistas rechazadas por el pueblo en el referendo del año 2007, fecha cuando el jefe del Estado pretendía reformar la Carta Magna para establecer un marco jurídico a su medida, incluyendo la reelección permanente en el cargo presidencial.

Vivimos un Diciembre Negro producto de la conducta autoritaria del presidente de la República, Hugo Chávez Frías, enmarcada dentro de un asalto a la democracia, del descarado robo a las libertades y derechos de los venezolanos alcanzados gracias al esfuerzo de una sociedad pluralista que, a pesar de sus diferencias, siempre respetó los principios mínimos de convivencia ciudadana y exhibió tolerancia política.

La eliminación de la próxima Asamblea Nacional, el Poder Legislativo que habrá de instalarse el próximo 5 de enero, sólo puede explicarse a la luz de la conducta autoritaria del presidente Alberto Fujimori, quien en el Perú dio un Golpe de Estado al disolver el parlamento de su país, hecho antidemocrático que se denominó el Fujimorazo y el cual posteriormente intentó aplicar – sin éxito - en Guatemala el presidente Serrano Elías, a quien este fracasado intento le costó su salida del cargo.

La nueva versión del Fujimorazo es peor porque el presidente venezolano la acompaña de leyes rechazadas por mayoría popular en el añ0 2007. A saber: Ley de Protección de la Soberanía Política y Autodeterminación Nacional; y reformas de las leyes de Responsabilidad Social para Radio y Televisión; de Universidades; Ley de Partido Políticos y Manifestaciones Públicas; Transferencia de Competencias y Servicios de los Estados y Municipios al Poder Popular; de Contraloría General; de Ciencia, Tecnología e Innovación; de Bancos; Ley Orgánica del Poder Público y de Telecomunicaciones.

Un marco legislativo dirigido a suprimir libertades, derechos conquistados como la autonomía universitaria, a establecer la censura previa mediante la prohibición de mensajes a medios de comunicación social; a cercar a las organizaciones políticas mediante la prohibición de recibir fondos del exterior e implantar la inhabilitación a los parlamentarios; al establecimiento de sanciones más severas a las instituciones y ciudadanos; en fin, todo – en el fondo – para intentar poner de rodillas a las instituciones democráticas y otorgarle un control total al gobierno nacional.

Sin embargo, las leyes verdaderamente socialistas, émulas del Soviet Supremo son aquellas orientadas a crear el Estado Comunal, inexistente en la Constitución vigente y las cuales, por ende, constituyen una imposición ilegal, ilegítima. Son 5 nuevas leyes del Poder Popular aprobadas por las votaciones de diputados cuyo mandato está próximo a expirar: Las leyes del Sistema Económico Comunal, Contraloría Social, Planificación Pública y Popular, Comunas y el Poder Popular que cambian totalmente la conformación actual del Estado en Venezuela al establecer a la Comuna como la principal entidad local y darle, por ley, recursos económicos, cuando constitucionalmente son los municipios y los estados las principales entidades de la nación.

La idea es acabar con los municipios, con los estados y con las alcaldías y las gobernaciones para ejercer un control lineal y férreo desde el gobierno nacional hacia los Consejos Comunales. La idea es, además, darle todo el poder al Presidente mediante una Ley Habilitante para seguir imponiendo sus políticas de terror con el fin de ganar las elecciones del 2012.

Pero, el pueblo no acepta más estos atropellos, este Fujimorazo, este socialismo a la cubana y ejercerá su derecho a la protesta cívica y también su pleno derecho al voto en el año 2012, para elegir a un presidente verdaderamente democrático. Esa fecha del 2012 cada día está más cerca y el gran temor que siente hoy el Presidente. Miedo que trata de esconder con sus leyes autoritarias, con su Diciembre Negro.


El descontento con Chávez se hace sentir en las calles

La Nación

Cuando faltan pocos días para que Hugo Chávez comience a gobernar sin mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, por primera vez en casi 12 años, varias protestas callejeras se convirtieron en estos días en síntomas del creciente descontento con la administración del presidente.

Las manifestaciones fueron disparadas por el paquete de medidas lanzadas por Chávez y aprobadas por la Asamblea para profundizar la "revolución bolivariana".

Las nuevas medidas incluyen, además de la expropiación de tierras, una flamante ley de telecomunicaciones que aumenta los controles sobre Internet, y que la oposición considera que viola la libertad de expresión de los venezolanos.

Ayer, el vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, reconoció que la decisión del viernes pasado de intervenir 25.000 hectáreas de tierras en dos estados occidentales del país, que provocó la protesta de los productores, "no tiene vuelta atrás".

"Era necesario, justo y legal hacerlo", afirmó Jaua, en referencia a la expropiación de 47 fincas en distintas localidades de la zona del sur del lago Maracaibo, que abarca tierras de los estados de Zulia y Mérida.

"Nada justifica, así usted produzca los millones de litros de leche que produzca, ese modelo de explotación; se trata de combatir las formas esclavistas", añadió el vicepresidente, y garantizó que, tras la toma de las tierras, los campesinos obtendrán beneficios como seguridad social, estabilidad laboral y el cobro de un salario mínimo mensual.

El pasado fin de semana, efectivos militares se desplegaron en las fincas, tras la orden del presidente de ocupar esas tierras que él considera "ociosas" para entregarlas a los damnificados por las recientes inundaciones.

Esta acción también se enmarca dentro de la "revolución agraria" lanzada por Chávez en 2004 con la promesa de entregar a campesinos pobres tierras ociosas, subutilizadas o de titularidad dudosa para que las trabajen.

El vicepresidente reiteró, además, la intención del gobierno de negociar con los propietarios de 16 de las 47 fincas, ya que, según reconoció Chávez el domingo pasado, esas tierras intervenidas no eran latifundios y estaban productivas, por lo que propuso negociar con los dueños una posible asociación con el Estado.

Protesta agropecuaria

Por su parte, productores y trabajadores de las haciendas bloquearon caminos, impidieron el paso a los militares y hasta ayer seguían movilizados en rechazo a la medida.

"Estamos reuniendo una comisión para entregar al Instituto Nacional de Tierras un documento para exigir respuestas sobre la situación en que quedarían estas fincas", dijo Jesús Iragorri, presidente de la gremial Fegalago, que agrupa a los ganaderos de la cuenca del lago Maracaibo.

De acuerdo con estimaciones de esa agrupación, la expropiación de las fincas interrumpirá el proceso de recuperación tras la crítica situación provocada por las lluvias, lo que podría reducir la producción de carne en un 30% y la de leche, en un 4 por ciento.

Un 52% de los alimentos que se producen en Venezuela, principalmente carne y leche, provienen de esta rica zona, según el gremio ganadero.

"La seguridad y la soberanía agroalimentaria de Venezuela están en juego", alertó el presidente de la gremial nacional ganadera, Manuel Cipriano Heredia, y aseguró que todas las fincas están "en plena producción".

Anteayer, el mandatario venezolano acusó a algunos de los productores afectados y a voceros de la oposición de llamar "al caos" y les advirtió que responderá "en consecuencia".

"Andan amenazando y llamando al caos [...] si ellos van a buscar fusiles, bueno, aténganse a las consecuencias. No es ninguna amenaza, sólo que nosotros actuaríamos en consecuencia: fusiles contra fusiles, ellos verán", declaró Chávez.

Aumenta el descontento

Las protestas de los últimos días no fueron solamente de los productores agropecuarios.

Estudiantes universitarios y vendedores ambulantes también demostraron su descontento por las nuevas medidas del gobierno.

En Caracas, un centenar de estudiantes obstruyeron anteayer varias calles y lanzaron un llamado a los diputados de la Asamblea Nacional para que se abra la discusión de la ley de universidades a los estudiantes de todas las tendencias políticas.

Los estudiantes dijeron oponerse al proyecto de ley oficialista porque, entre otros aspectos, pretende eliminar la autonomía con la que hasta ahora operan las universidades del país.

Entre tanto, vendedores ambulantes se enfrentaron contra la policía en la capital venezolana para protestar contra lo que llamaron el atropello de las autoridades, que pretenden desalojarlos del lugar donde venden habitualmente su mercancía.

"Aquí hay muchas personas damnificadas", indicó una de las manifestantes, en referencia a las personas que perdieron sus viviendas por las recientes lluvias. "Lo único que queremos es trabajar", añadió la mujer.

Por su parte, Chávez advirtió que las amenazas opositoras no lo asustan y dijo a quienes se oponen a su gobierno que "de atreverse" a atacar su administración, los cuerpos de seguridad del Estado usarán "la fuerza armada" para hacer respetar el orden constitucional.

"Estas amenazas de estos escuálidos a nosotros no nos asustan. Les advierto que no se atrevan a incursionar de nuevo por los atajos de 2001 y 2002, porque les daríamos su merecido con mucha fuerza legal y en nombre de la moral del pueblo", dijo el mandatario.

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