27/12/10

Lo que no trajo el Niño, contado por Pedro Llorens

Los capitostes del alto y el bajo gobierno, es decir del autócrata p’abajo, decidieron pedir a San Nicolás, el Niño Jesús o Papá Noel (Santa Claus no) una virtud (per cápita) entre todas las que presumen poseer y no aparecen reflejadas ni en el espejo. El presidente comandante en jefe pidió moral, "pa’ ver con qué se come eso"... Cilia Flores (foca mayor) escogió la integridad, "a ver si le veo la cara a la fulana"... Carlos Escarrá solicitó escrúpulos (además de un ministerio), para quitarse la fama de calculador... la fiscal Luisa Ortega Díaz dudó entre virtud, justicia y verdad, según ella "feas las tres".... y así fueron repartiéndose honradez, buena fe, manos limpias, probidad... y una última que nadie destapó: humildad.
Todos recibieron unas cajitas muy bonitas que contenían un papelito con un comentario: "¡No apto!"...
"¡Incompatible!"... "¡Rechazado!"... "¡Contraindicado!"...
"¡A veces se hereda!"... "¡Falta de méritos!"... "¡No califica!...
"¡Intente el año próximo!"...
"¡No se compra en el mercado!"... pero uno fue más contundente que el resto: "¡Qué bolas!" El autócrata pidió a la Asamblea una ley habilitante que le permitiera atender la emergencia de las lluvias, durante todo un año, sin mayores trámites legislativos... y en lugar de hacerse pipí de la risa ante la pretensión de montar semejante farsa la presidenta de la cámara de las focas propuso someter a votación un planteamiento (inexistente), según ella formulado por los damnificados, para que las medidas extraordinarias aparecieran como clamor popular y se extendieran por año y medio.... El colmo de esta historia es que ninguno de los temas de autolegislación previstos en la tal habilitante tiene que ver con los desastres provocados por las inundaciones ni aporta nada a la situación de abandono absoluto en que se encuentran las labores de defensa civil.
El demagogo (en este caso el autócrata) asume la política, la acción social y hasta la comunicación humana como si se tratara de un partido de béisbol en el que se busca engañar (ponchar) al bateador del equipo contrario o agarrar fuera de base a los adversarios que han logrado embasarse... y en ese juego miente hasta más allá de cualquier colmo, sin límite alguno ni temor a la ridiculez ... propone leyes como la que inhabilitaría a parlamentarios que le retiren su apoyo (está consciente de su acelerado deterioro) o interviene todas las fincas de la zona sur del Lago de Maracaibo quién sabe si para montar una platanera con los rusos... ¿Y todo eso hay que calárselo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario