23/1/11

Derroquemos a la dirigencia opositora para poder derrocar a Chávez


Derroquemos a la dirigencia opositora para poder derrocar a Chávez

Somos millones los venezolanos que entendemos claramente que Chávez pende de un hilo y no termina de caer gracias a la genuflexión existente en la dirigencia oposicionista. Ellos desde hace tiempo decidieron transitar la ruta electoral a sabiendas de que el régimen controla todos los poderes y utiliza al CNE como un apéndice de la dictadura. Todavía peor a lo antes expuesto, es que han aceptado en las últimas semanas la imposición arbitraria de un régimen dictatorial con visos comunistas sin enfrentarlo frontalmente.

La imbecilidad opositora ha llegado hasta el punto de servirle al dictador cual tontos útiles, escoltándolo en su recorrido hacia la Asamblea Nacional el sábado pasado (dos diputados de oposición custodiaban al tirano de manera alegre y gentil). Lo tratan y miman como si fuera un gran demócrata y hasta aplauden su discurso maldiciente lleno de patrañas y promesas vacías. La actuación de la dirigencia opositora es inaceptable y raya en traición a la patria, por sus gestos los conoceréis.

En el “feedback” que mantengo con mis lectores y en las conversaciones privadas con personas de toda índole, noto un desespero que se va incrementando y que de alguna manera se hará sentir en el transcurso de los próximos meses. ¿Hasta dónde ese desespero producto de la orfandad reinante en la mayoría democrática del país puede llegar y cuáles serían sus consecuencias? No sabemos. Pero hay algo muy claro: La gente no se seguirá calando la pusilanimidad opositora.

Los que no están de acuerdo conmigo dirán: ¿Y cuál es el afán de Roberto Olivares de seguir criticando a la oposición a cada rato? La respuesta es muy sencilla: La actual dirigencia opositora no me representa ni a mí ni a millones de venezolanos. Además y lo que es peor, han manipulado al gran grueso de la población y han cuasi perpetuado a un dictador en el poder. Ya Chávez ha sido derrocado y no termina de caer por ellos, de manera tal que los seguiré criticando y desenmascarando hasta que muerdan el polvo de la deshonra.

La actuación de la dirigencia oposicionista no deja otra opción que considerarlos traidores y derrocarlos a la par del perturbado mental que nos desgobierna. ¿Cuándo y cómo lo lograremos, nadie sabe? Pero los vientos soplan a nuestro favor y cuando el universo decreta el cierre de un ciclo, no hay nada ni nadie que pueda evitarlo. Poco o nada importa la cantidad de sandeces que puedan alegar, ahora mismo actúan peor que los chavistas y con sus 12 salarios mínimos y el carnet de diputados, se creen más papistas que el Papa.

La única observación importante que tengo en referencia al “show” camaleónico del dictador y los diputados opositores el sábado pasado, es la siguiente:

Chávez sabe que si no lo matan o si el pueblo no se alza espontáneamente, llegará tranquilo a las elecciones presidenciales del 2012. Eso es lo que quiere la oposición y si no pasa nada extraño, así será. Es por ello que muy bien asesorado y con la mirada puesta en el 2012, saludó de manera tan efusiva a María Corina Machado. Chávez se quiere enfrentar a ella y moverá cielo y tierra para que así sea. Ella es muy vulnerable y la triturará sin duda alguna en caso de llegar allá.

Pero para llegar a las elecciones presidenciales del 2012, tanto el dictador como la dirigencia opositora, deberán sortear a un pueblo bien “arrecho” y a ciertos grupos de radicales que no descansarán hasta ver a Chávez preso, exiliado temporalmente y/o muerto. Dejo constancia escrita de que no deseo un magnicidio ni tampoco deseo que Chávez se muera de forma natural. Lo que más anhelo es verlo derrocado, procesado, enjuiciado y preso de por vida.

En Túnez la oposición le hizo el juego al dictador por 23 años aceptando al igual que en Venezuela pequeñas cuotas de poder y prebendas de bajo perfil hasta que el pueblo hastiado dijo basta. En otros países ha ocurrido lo mismo y los dictadores se han mantenido con la venia de los pseudo opositores y en contra de las mayorías. En Venezuela el fenómeno se repite de manera grotesca y en pleno siglo XXI.

¿Estamos los venezolanos democráticos y decentes dispuestos a servirle de alfombra a Chávez y a la dirigencia opositora de manera silente? No lo creo. Se avecina el 23 de enero, salgan en masa y actúen en consecuencia. Solo derrocando a la dirigencia opositora y alzando nuestras voces de manera decidida podremos derrocar la tiranía que actualmente usurpa nuestra patria. ¡Venezuela levántate, que suenen los clarines de la libertad!


“El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos”
Epicteto de Frigia

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