Sr. Presidente: Se ha preguntado usted, si realmente; ¿es un hombre de éxitos que permitan pensar en su eficacia y eficiencia que lo llevaron a la primera magistratura?
El éxito no es lo que imaginamos. No tiene que ver con títulos académicos ni Honoris Causa. Ni si eres jefe, director o similares o con el poder que ejerzas, ni el hablar en forma vehemente, bonito o si las luces te siguen cuando lo haces. No tiene que ver si estás rodeado de periodistas o de personas en un determinado momento.
El éxito es un equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bien estar. Se trata de poseer una conciencia tranquila y su dignidad invicta y el deseo de ser más y no de tener más. Es su grado de bondad, su deseo de servir; su capacidad de escuchar a los demás y su valor sobre la conducta personal. El desempeño con moral, equidad y con principios. El ser competente para el desempeño de una función significa avanzar hacia el desarrollo, tanto personal como organizacional generando éxitos en ambos casos.
Su gestión se ha basado durante estos últimos años, en el tipo Gerencia por Contingencia o quizás de Excepción. Significa, que en la mayoría de los casos, se ha desempeñado como parte del problema y no de la solución en sí, ante el atolladero que venía arrastrando el país y que ahora, ha empeorado.
No ha buscado la forma de hacerlo mejor, sino por el contrario, ha tratado de justificar su revolución como un socialismo que no tiene otra vía. Salta a la luz, que no es más que la atención puesta en mantenerse, a como de lugar en el poder y que no se ha dedicado a atender las verdaderas necesidades del pueblo, a cualquier costo económico que lo han llevado al despilfarro del dinero y bienes de todos los venezolanos.
Dentro del caudal de errores por usted cometidos, no admite su equivocación y que pueda aprender de los mismos. Sólo se exime de culpa y responsabiliza a otros que suelen ser los adversos a su forma de pensar…. “Ellos son la culpa de todos los males: Que si la cuarta república, el imperio etc.…, entre otros descalificativos”. Y por si fuera poco, adopta una posición o papel de víctima durante las adversidades, esgrimiendo un supuesto magnicidio o un golpe de estado. Todo eso, es ya es un disco rayado.
Habría que preguntarse: ¿Hasta dónde llega su vergüenza cuando compromete su palabra en falsas promesas y sólo sabe justificarse cuando está lejos de cumplirlas, pero con la satisfacción política personal de tener al pueblo esperanzado con sueños que no llegarán a materializarse de manera tal que sigan creyendo a cualquier costo en usted?.
Constantemente está invocando actuar en nombre de la paz…. pero armándose para la guerra. Igualmente, no puede negar que está juzgando y condenando a venezolanos que se le oponen, alegando igualdad, justicia, libertad lejos de ser una realidad todo en nombre de la revolución, utilizando la faz del pueblo como fachada a sus propósitos.
Su visión de País Socialista, está lejos de los verdaderos postulados dogmáticos en la materia y ante los errores, es fácil utilizar patrones de comparación que le sean convenientes en determinado momento o tratando de justificar su conducta o desempeño a través de la actuación de los demás, ocultando el fracaso de sus actos.
Desde el momento que asumió la presidencia usted se colocó en su NIVEL DE INCOMPETENCIA y el país ya no aguanta más. Salga por la puerta grande y asuma con gallardía su responsabilidad ante el desmán de su gobierno. Hágalo democrática y constitucionalmente que quizás la historia, algo le reconozca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario