Parece no entender que le quedan 22 meses para honrar las cientos de promesas incumplidas conque ha cobeado al país durante los últimos once años. Como todo empoderado, cree que esta atornillado allí de por vida. No aprende de los ejemplos terribles de pueblos hartos de gobernantes que pretenden quedarse a perpetuidad porque creen que esa nación no vale medio sin ellos, que no podrá sobrevivir ni tendrá futuro sin que su mano férrea los guíe por el camino que a ellos les de su real gana.
Notitarde / ND 9 February, 2011
¿Por que tú hablas mucho?
“Cuando una nación pierde su coraje moral, comienza a deambular por la historia con paso de náufrago”. José Piñera (1948-) economista chileno, padre de la privatización del exitoso sistema de pensiones y jubilaciones de Chile.
El aniversario número 19 de su intento fallido de golpe de estado ha podido servirle para releer el documento escrito por los militares presos en Yare, entre ellos, él mismo: “Nosotros los abajo firmantes…. Nos dirigimos a la Nación para exponer las razones que nos obligaron a insurgir contra un gobierno devenido en tiranía que como tal se abroga todos los poderes del Estado y que pone en entredicho la independencia y la integridad territorial de la Nación, su unidad, la libertad, la paz y la estabilidad de las instituciones, la protección y el enaltecimiento del trabajo, el amparo de la dignidad humana, la promoción del bienestar general y de la seguridad social, el fomento del desarrollo de la economía al servicio del hombre…”. En el mismo documento, afirman que obedecieron la orden imperativa del artículo 132 de la Constitución: “asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y las Leyes, cuyo acatamiento estaría siempre por encima de cualquier otra obligación”. Y rematan diciendo que “las Fuerzas Armadas estarán siempre al servicio de la República y en ningún caso al de una persona o parcialidad política”.
¿En que parte del camino el Comandante del golpe dejó sus juramentos bajo el Samán de Guere y en Yare? ¿Qué le gustó tanto del poder que ha violado la voluntad popular para imponer una reforma constitucional que le permita reelegirse indefinidamente? ¿Que pasó con las Fuerzas Armadas que decidieron servir a un hombre y su proyecto en lugar de servir a todo un país? Particularmente tengo una teoría: si Venezuela fuese un país paupérrimo como Haití, ya estos robolucionarios se hubieran largado desde hace tiempo. Porque con ellos, “si no hay leal no hay lopa”, como dicen sus amigos los chinos. El problema es que han dispuesto de mas de un billón de dólares en una década para pasear por el mundo su seudo revolución socialista que no es mas que un revoltillo vomitivo de retazos ideológicos fidelistas, populismo del mas barato e ignorancia cuartelera, adobado con cursilería de novelon tercermundista y para rematar, mas pavosos que Fulmine.
Y si esto es así ¿por que los venezolanos los han tolerado por 11 años? ¿Por que han permitido esta privación de libertades, este estado general de caos, este atropello gubernamental hacia sus opositores, este irrespeto generalizado a todo nivel? La respuesta es múltiple pero tal vez el factor mas importante es el estado de pobreza e ignorancia que sufre gran parte de los ciudadanos, lo cual les lleva a seguir y apoyar al gobierno de turno. Y con el Comandante han tenido una gran conexión emocional, porque el viene del mismo barro, del mismo material con que esta hecha esa masa. Lamentablemente la gran falla de la democracia fue no educar para la democracia y el desarrollo, dar prioridad a la construcción antes que a la educación. Y aquí estan las consecuencias: venezolanos que por una u otra causa sigue ciegamente a un gobierno que esta llevando a Venezuela hacia un barranco del cual le costara años salir.
Las palabras pueden esconder mentiras, pero los números jamás: Venezuela es el país con más ingreso per capita en Latinoamérica y con la mayor inflación también. Tenemos petróleo pero nuestra economía entra en su segundo año de recesion, consecuencia de las catastróficas políticas económicas de un gobierno que dice estar imponiendo el socialismo y lo que esta imponiendo es una economía primitiva. La revolución no es del siglo XXI: merodea en los resquicios coloniales, se regodea en la guerra de independencia, se babea de placer con las montoneras zamoranas. Y quiere regresar a la economía de trueque, a las bodegas y abastos, a los bancos de colchon, a los conucos y ordeños manuales. ¡Que se joda la tecnología pitiyanky!, proclaman alborozados mientras destruyen todo lo que servia y era productivo en este pais. Convertir el Teresa Carreño en un patio de bolas, el Metro de Caracas en un tranvía y el teleférico en un adorno. Acabar con la meritocracia de Pdvsa y hacerla una empresita comunal, destruir el parque industrial y las grandes fincas productoras, cerrar bancos, apoderarse de la propiedad privada y cambiar todas las leyes para torcerle el brazo a los venezolanos que se atrevan a oponerse.
El miedo ha sido el arma mortal de la revolución. Por eso son tan asmáticos los planes de seguridad. Un población llena de pánico ante la horda de asesinos disparando sin ton ni son e impunemente, se mantiene recogida sin protestar en las calles. Eliminando el empleo privado, los trabajadores estan obligados a vestir la camisa roja para no morir de hambre. Los contratistas deben guardar silencio para no perder contratos y hasta la empresa. Los propietarios prefieren un atemorizado bajo perfil para no llamar la atención. Los funcionarios obedecen ciegamente para no caer en desgracia, perder la chamba y ser victimas de persecución y humillaciones. Los medios se autocensuran para sobrevivir, los gremios estan agonizando ante el miedo de sus agremiados de atraer la ira oficial. Este pais no tiene paz ni en los cementerios.
Todos los que estan temporalmente en el gobierno, creen que estarán alli para siempre y se comportan como si jamás volverán al otro lado de la acera. Y hacen daño, daño profundo a personas que no comparten su ideología, daños irreversibles que estan desembocando en un odio del cual no se salvarán cuando este régimen llegue a su final. Muchos ya tienen la visión de la debacle y han preparado la madriguera en la que se refugiaran cuando la ira empiece a llover sobre sus cabezas. Que puede ser muy pronto. O tal vez no. No se si este pueblo es tonto, cómodo o generoso, para darle tantas oportunidades a un gobierno que en 11 años ha hecho demostraciones asombrosas de incapacidad. Y sin propósito de enmienda.
En una de sus múltiples cadenas recientes, emitida desde una escuela donde a los pequeños les enseñan que Chávez es maravilloso porque les regala una computadora llamada Canaima, dos niños expresaron lo que muchos venezolanos quisieran decirle al Presidente: “Dame una casa para vivir” y “Chávez ¿por que tú hablas mucho?”.
Dos nuevas promesas ha hecho en este undécimo aniversario el Comandante Presidente: que todos los venezolanos podamos caminar por las calles sin miedo a que nos maten y que todos los venezolanos tendrán una vivienda digna. Que bellas promesas. Pero si no ha hecho nada en once años ¿como creerle que va a hacer algo en los 22 meses que, Dios mediante, le restan? Este gobierno es el que ha construido menos viviendas en los últimos 50 años, pese a haber tenido más tiempo y dinero que todos los anteriores. Por otra parte, no habrá jamás plan de seguridad que funcione en medio de la violencia verbal, jurídica y física consentida y promovida por el mismo gobierno, como el peor ejemplo que se haya dado nunca a este pueblo.
El niño dijo la más cristalina verdad: Chávez habla mucho. Y no porque sabe mucho, como amoscado quiso explicar, sino porque tiene ese alboroto mental que lo obliga a estar conectado en una cháchara sin fin. Quedan 22 meses para que los venezolanos den su veredicto comicial sobre las promesas ofrecidas. Quedan 22 meses para que el gobierno cumpla con Venezuela: para que construya 350.000 viviendas, para que reconstruya escuelas y hospitales, para que termine la autopista centro occidental, rescate la regional del centro, la de los llanos y la de oriente, termine el metro de Valencia, el de Los Teques y el de Maracaibo, además de rescatar el de Caracas, para que ponga en marcha el ferrocarril. Si hace esto, le vamos a perdonar que no tengamos la base espacial de Barinas, el eje Orinoco Apure, el Parque Temático en La Carlota, la Universidad de Miraflores, la planta nuclear y las cientos de fabricas de los miles de inversionistas extranjeros que estan locos por venir a invertir a Venezuela.
Pero para hacer esto se necesita ponerse a trabajar. Dejar de perder el tiempo en tratar de convencer a los venezolanos a quienes les gusta la buena vida, de que el comunismo y la pobreza son buenos. Para trabajar necesita focalizarse y guardar silencio, trabajar callado, para que le rinda. Le quedan 22 meses para demostrar que no habla tanto como Venezuela cree.
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