Al profesor Jorge Giordano le gusta llamarlo “Fondo Conjunto Chino Venezolano”, y le agrega “de gran volumen y de largo alcance” como para lograr que su audiencia lo interprete como una tarea entre iguales, entre países del mismo tamaño y desarrollo, entre panas, entre algo como nosotros los chinos y los venezolanos. Y en cuanto al volumen y alcance, yo lo entiendo como la hipoteca de los teteros de mis futuros nietos mientras que el “avispado” profesor lo fantasea como un maná inagotable de moneda dura a las disposición de su “revolución anticapitalista”.
Pero más que un “Fondo” es una verdadera “caja negra” china. Si bien el gobierno ha ocultado los detalles financieros de el mecanismo, éste consiste en un sistema de intercambios (swaps) de créditos por petróleo. Así de sencillito, tal como se hacíán los imperios con sus colonias durante unos 400 años. Te doy dinero hoy, y me pagas con petróleo crudo, productos petroleros (diesel, gasolinas, asfaltos, lubricantes, etc) o hierro, aluminio o productos petroquímicos.
¿Y los intereses de esa deuda? El gobierno no lo dice. ¿Y el precio de las materias primas? Tampoco. Lo que se sabe es que entregaríamos 200.000 barrilles diarios de petróleo equivalentes (BPE) durante 90 días de 2010. para 2011 se entregarían 250 mil BPE diarios y a partir de 2012 hasta 2021 300 mil BPE diarios. Si damos por cierta esta información extraoficial, entonces para hacer el repago de los 20 mil millones de dólares del préstamo (que es lo que hasta ahora se le debe a los chinos) tendríamos que despacharle un total de 1.296 millones de barriles de petróleo. Una cantidad astronómica.
Lo cierto es que en Noviembre de 2010, PDVSA anunciaba con una nota de prensa que “los dos primeros envíos a esa nación asiática alcanzan 497.000 barriles, el primero se concretó a principios de octubre cuando se despacharon 257.000 barriles del combustible llamado Jet A1, que es utilizado para abastecer aviones con turbinas; y el segundo por 240.000 barriles se materializó a finales del mes pasado”
¿Tiene sentido tomar prestado hoy para pagarlo con producción futura? Si, siempre y cuando lo que se invierta produzca un excedente superior a los montos a pagar. Pero lastimosamente este no es el caso. Ese dinero no se ha usado para el aumento de laproducción de PDVSA, se han usado en una piñata de proyectos, que van desde petroquímicos, agrícolas, de telecomunicaciones, eléctricos, de obras civiles, de transporte hasta para las empresas de Guayana.
El mecanismo del Fondo, tiene otras dos particularidades: Las productos, insumos y servicios chinos tienen prioridad en su adquisición. Es por ello que empresas como PetroChina, Sinopec, State Grid, CITIC Pacific, Tongling Nonferrous Metals Group, Goldwind and Xi’an Electric Engineering Co, ZTec y Huawei se han visto partticilarmente favorecidas por los recursos del crédito. Y el “Fondo” es co-administrado y supervisado por personal chino.
Aparte de ello, desde el año 2006, Rafael Ramírez como ministro del área y presidente de PDVSA ha venido firmando acuerdos con la China NationalPetroleum Corporation (CNPC) para la exploración conjunta con campo Sumao,un acuerdo marco para una empresa conjunta entre CNPC y PDVSA en el campo Junín-4 en la Faja del orinoco. Además tienen firmados seis acuerdos adicionales sobre ingeniería, servicios tecnológicos y comercio de petróleo, como contratos de operación en los campos Intercampo y Caracoles, contrato para la compra de taladros chinos, y otros para su producción en Venezuela, y a la fecha no se tiene detalles si ha fabricado / ensamblado alguno.
El flujo de petróleo para repagar el Fondo Chino significa el secuestro de entre el 12% al 18% de la capacidad exportadora de PDVSA. Y aclaro, de la capacidad actual, pero agregó que desde la apertura petrolera en la faja no se ha producido una barril de petróleo adicional. Y desde hace tres años, la producción de PDVSA declina alarmantemente, no importa lo que el gobierno lo quiera ocultar.
A manera de ejemplo, les traigo que para producir unos 300 mil barriles diarios de crudo mejorado en la Faja del Orinoco se necesitaría una inversión cercana a los 18 mil millones de dólares, cantidad que ni remotamente PDVSA ha invertido del citado fondo.
En las empresas privadas, los manejos irresponsables de los recursos son penados por la ley. Saquen ustedes sus cuentas. Lastimosamente PDVSA es una empresa estatal,”estratégica”, que “es de todos”. Es decir, de nadie.
Pero los chinos se han asegurado sus 300 mil barriles diarios hasta más allá del 2020.
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