31/3/11

El déspota comunicacional

El programa “La Noche” conducido por Claudia Gurisatti desde Colombia recordó al mundo que ve su señal internacionalmente quien y como es Hugo Chávez. Con un bien gerenciado archivo, fue enseñando una a una sus violentas reacciones ante la prensa y la forma desbordada como miente. La verdad es que uno espera ese programa porque la periodista no escatima esfuerzos para hacer excelentes y oportunos espacios informativos. Sin dudas un excelente trabajo que dejó a las claras esa facilidad y cinismo con que el “Comandante de las fuerzas libertarias de la humanidad” como lo define Evo Morales, miente. En el diario argentino “La Nación”, acosado por el gobierno de Cristina Kirchner y bloqueado en su distribución junto con el diario “Clarín” este pasado fin de semana, Antonio Pasquali en un maravilloso artículo, ofrece datos impresionantes ante el premio otorgado a Hugo Chávez como “comunicador popular” en la Universidad de La Plata: “en menos de diez años, la obligación que recae en todas las emisoras del país de “pasar a formar cadena” a veces durante ocho horas ininterrumpidas, otras hasta tres veces diarias, para retrasmitir programación oficial. En menos de diez años, Chávez ha exigido “cadena” más de 2.100 veces. Se han contabilizado 1.777 atentados gubernamentales a la libertad de expresión con ocho muertos, dos tele emisoras regionales más una nacional y 36 emisoras clausuradas.
Chávez ha hablado por radio y televisión por más de 4 mil horas a razón de 56 minutos diarios los 365 días del año.” En su discurso de aceptación, donde no se dejó entrar ningún otro medio que el del gobierno, y frente a grupos “revolucionarios” nombrados uno a uno por él, inflamado y teatral, sin importarle quedar en ridículo ante el mundo que lo ha visto decir lo que hoy rebate con un cinismo sólo asumido como enfermizo, mintió y mintió. Obseso, se reafirmó en su perfil desorbitado y siguió incitando al odio aprisionado en un marco de poder y venganza, de complejos y enloquecida excitación. ¡Recurrió a todo! Convocaba a Perón, al Ché, se regodeaba febril en acusaciones y amenazas al Imperio, a la “dictadura mediática” La premiación avivó la crítica que condenaba casi lo mismo al gobierno. Allí, en este momento, el termómetro político se juega una carta arriesgada… ¿Es esto que hoy vivimos aquí lo que vivirá Argentina? ¡Son esos grupos como círculos bolivarianos representación del pueblo argentino? ¿Serán capaces los políticos de superar este poder absoluto que trastoca valores y principios como Chávez hace aquí?
Hay coincidencias que asustan. Sin embargo, hay diferencias que tranquilizan como son las instituciones que todavía se atreven a confrontar ese poder obsceno del kirchnerismo. Las redes sociales y la información que aún se defiende han cambiado las reglas de juego. Así como llegó ese artículo del profesor Antonio Pasquali, pueblos enteros se movilizan, sienten, reflexionan. Hugo Chávez no es esa verdad que provoca la mentira repetida mil veces. Es un agresor de la libertad de expresión, de la libertad y la democracia

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