ELIZABETH FUENTES en Vamos a Dale
Pasó inadvertido, incluso para Globovisión y su segmento "Aunque Ud. no lo crea", la intervención del ComandantePresidenteCandidato ante las tropas del PSUV, rasgándose la chaqueta antibalas porque, vaya descubrimiento, ahora fue cuando se percató de que la corrupción está "infiltrada" en el partido de gobierno y no es nada, camaradas, la vieja política se los está comiendo: "nos traga la corrupción, nos destroza, esos viejos valores capitalistas, pequeño burgueses, que se infiltraron por todos lados y siguen infiltrados dentro de nuestro partido".La cosa es tan así, que en un arrebato al mejor estilo Rafael Caldera amenazó con irse "si algún día siento que la fuerza del partido ya no es" y deslizó una perla que ha permanecido oculta entre la maraña de titulares desalentadores a los que deben enfrentarse cada día los jefes de redacción a ver con cuál se quedan: "La Constitución es el instrumento para llevar a cabo la revolución pacífica y al mismo tiempo sembrar las bases que permitan arrancar hacia la transición larga hacia el socialismo bolivariano".
Repito: sembrar las bases que permitan arrancar hacia la transición laaaaarga (el puño de "aes" es mío) hacia el socialismo bolivariano.
Lo más preocupante no es que al Socialismo Bolivariano ahora es cuando le falta por surgir o que esa" transición larga" no sepamos cómo zipote se mide (¿en años, en hechos, en kilómetros de ideología?) sino que la persona que denuncia que su partido está infiltrado por la vagabundería y el oportunismo, es nada más y nada menos que el Presidente de ese partido y, de paso, Presidente de la República. Todo lo cual conduce a una primera ecuación elemental: si el Comandante-Presidente-Candidato no ha logrado acabar con los corruptos infiltrados en el cada vez más pequeño universo del PSUV (pongamos que hoy ascienden a 4 millones y pico de ciudadanos), cómo zipote vamos a esperar que ese señor pueda conducir correctamente al resto del país? ¿Y si el Comandante-Presidente se declara incompetente para fumigar a los suyos porque eso es lo que realmente está confesando, por qué no renuncia a la Presidencia del PSUV y llama a elecciones democráticas al interior de su partido a ver si otro lo hace mejor? Para mí, es una concha de mango, camaradas. El Comandante-Presidente lo que hace es seguir su ajado guión de candidato según el cual busca deslindarse de las prácticas corruptas de las cúpulas podridas del PSUV porque, seguramente, ya las encuestas le están indicando que la corrupción comienza a minar su ego. Que los corruptos e incapaces que lo rodean amenazan con desestabilizar sus posibilidades de seguir sembrando las bases que permitirán la transición larga (mientras más larga sea la transición, más tiempo deberá quedarse en Miraflores) hacia ese socialismo bolivariano cuya semilla, según ha revelado el Comandante-Presidente, está podrida y quién sabe si retoñe.
Lo más sospechoso aún es que Diosdado Cabello le respondió al día siguiente a su jefe afirmando que "dentro de las filas del PSUV jamás han intentado tapar algún hecho de corrupción", lo que sólo sirvió para aumentar el margen de sospechas sobre quién conduce y hacia dónde el partido rojo rojito. Diosdado, casualmente, sobre quien Henrique Capriles Radonski ha lanzado una montaña de acusaciones por su manejo turbio de la Gobernación de Miranda, incluyendo la remodelación de un baño por 400 millones de bolívares...
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