Es el doble discurso, la felonía de quienes no tienen un ápice de
moralidad pública para dirigir un dizque parlamento y una así llamada
contraloría general de la república. Ratas cuidando el queso. Vampiros
encargados del Banco de sangre. Caníbales resguardando la morgue.
Guerrilleros y asesinos a la cabeza de una dizque democracia.
Pedro Lastra
SOTO ROJAS Y RUSSIAN A WALID MAKLED:
¡VADE RETRO, SATANÁS!
Haciéndose los mojigatos y los que no rompen un huevo, hete aquí dos
funcionarios del régimen, hundidos hasta el cogote en el berenjenal
del chavismo, a quienes les parece una grosería que uno de los más
importantes y pesados narcotraficantes del mundo –rey de reyes entre
los Kingspins lo llama la DEA – haya osado poner en sus labios el
nombre de cuarenta generales, cinco diputados y varios familiares de
altos capitostes del chavismo gobernante. Entre ellos: los generales
Henry Rangel Silva, Cliver Alcalá Cordones, Acosta Carléz, Hugo
Armando Carvajal Barrios, Néstor Reverol y Luis Motta Domínguez, entre
otros. La flor y nata de las FAN acusadas de integrar las mafias que
controlan la producción, tráfico y distribución de cocaína. ¿No es
como para coger palco?
Moisés Naim, uno de los más afamados columnistas del mundo,
recientemente galardonado con el premio José Ortega y Gasset del
periódico El País, de España, ha contestado afirmativamente a la
pregunta que le formulara un periodista de El Nacional, de Caracas,
acerca de si consideraba probable que altos funcionarios del régimen
estuvieran involucrados en el crimen organizado de la droga. Lo que al
asesor de una de las más importantes ONG norteamericanas, ex director
del Foreign Policy y laureado escritor y columnista le parece lógico y
natural, a los ex guerrilleros castristas, Soto Rojos y Clodosvaldo
Russian – responsable uno por las guerrillas de El Bachiller y
condenado el otro a 25 años de cárcel por asesinato - les parece
inimaginable, ofensivo y calumnioso. ¡Que un narcotraficante ose
ensuciar el nombre de cuarenta generales, cinco diputados y al hermano
del primer ministro del gabinete del teniente coronel, Dios nos salve!
Es el doble discurso, la felonía de quienes no tienen un ápice de
moralidad pública para dirigir uno un dizque parlamento y el otro una
así llamada contraloría general de la república. Ratas cuidando el
queso. Vampiros encargados del Banco de sangre. Caníbales resguardando
la morgue. Guerrilleros y asesinos a la cabeza de una dizque
democracia.
Que no queje Santos si los republicanos vetan la firma del Tratado de
Libre Comercio y le paguen el desafuero de enviar al Kingpin adonde
quienes tendrían la obligación de enjuiciarlo no quieren ni oír su
nombre. Capaz que sin hacerle ni un amago de juicio lo condenen a
purgar sus insolencias en los sótanos de un convento de clausura. Y le
sellen la boca con un especial zurcido de punto cruz. Para terminar
poniéndole una máscara de hierro, como al célebre personaje de Dumas.
No será hermano de Hugo Chávez, como el de la máscara de hierro
supuestamente lo era de Luis XIV. Pero su causa, en manos de jueces
tan pudibundos, mojigatos y escrupulosos como el comandante Ramiro y
Clodosvaldo Russian, terminará siendo un cangrejo planetario, el mejor
guardado secreto de Estado del reino Rojo Rojito. ¡Escríbalo ahí!
moralidad pública para dirigir un dizque parlamento y una así llamada
contraloría general de la república. Ratas cuidando el queso. Vampiros
encargados del Banco de sangre. Caníbales resguardando la morgue.
Guerrilleros y asesinos a la cabeza de una dizque democracia.
Pedro Lastra
SOTO ROJAS Y RUSSIAN A WALID MAKLED:
¡VADE RETRO, SATANÁS!
Haciéndose los mojigatos y los que no rompen un huevo, hete aquí dos
funcionarios del régimen, hundidos hasta el cogote en el berenjenal
del chavismo, a quienes les parece una grosería que uno de los más
importantes y pesados narcotraficantes del mundo –rey de reyes entre
los Kingspins lo llama la DEA – haya osado poner en sus labios el
nombre de cuarenta generales, cinco diputados y varios familiares de
altos capitostes del chavismo gobernante. Entre ellos: los generales
Henry Rangel Silva, Cliver Alcalá Cordones, Acosta Carléz, Hugo
Armando Carvajal Barrios, Néstor Reverol y Luis Motta Domínguez, entre
otros. La flor y nata de las FAN acusadas de integrar las mafias que
controlan la producción, tráfico y distribución de cocaína. ¿No es
como para coger palco?
Moisés Naim, uno de los más afamados columnistas del mundo,
recientemente galardonado con el premio José Ortega y Gasset del
periódico El País, de España, ha contestado afirmativamente a la
pregunta que le formulara un periodista de El Nacional, de Caracas,
acerca de si consideraba probable que altos funcionarios del régimen
estuvieran involucrados en el crimen organizado de la droga. Lo que al
asesor de una de las más importantes ONG norteamericanas, ex director
del Foreign Policy y laureado escritor y columnista le parece lógico y
natural, a los ex guerrilleros castristas, Soto Rojos y Clodosvaldo
Russian – responsable uno por las guerrillas de El Bachiller y
condenado el otro a 25 años de cárcel por asesinato - les parece
inimaginable, ofensivo y calumnioso. ¡Que un narcotraficante ose
ensuciar el nombre de cuarenta generales, cinco diputados y al hermano
del primer ministro del gabinete del teniente coronel, Dios nos salve!
Es el doble discurso, la felonía de quienes no tienen un ápice de
moralidad pública para dirigir uno un dizque parlamento y el otro una
así llamada contraloría general de la república. Ratas cuidando el
queso. Vampiros encargados del Banco de sangre. Caníbales resguardando
la morgue. Guerrilleros y asesinos a la cabeza de una dizque
democracia.
Que no queje Santos si los republicanos vetan la firma del Tratado de
Libre Comercio y le paguen el desafuero de enviar al Kingpin adonde
quienes tendrían la obligación de enjuiciarlo no quieren ni oír su
nombre. Capaz que sin hacerle ni un amago de juicio lo condenen a
purgar sus insolencias en los sótanos de un convento de clausura. Y le
sellen la boca con un especial zurcido de punto cruz. Para terminar
poniéndole una máscara de hierro, como al célebre personaje de Dumas.
No será hermano de Hugo Chávez, como el de la máscara de hierro
supuestamente lo era de Luis XIV. Pero su causa, en manos de jueces
tan pudibundos, mojigatos y escrupulosos como el comandante Ramiro y
Clodosvaldo Russian, terminará siendo un cangrejo planetario, el mejor
guardado secreto de Estado del reino Rojo Rojito. ¡Escríbalo ahí!
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