1/4/11

Yo no soy ningun golpista!

Desde Argentina declaras que aquí se disfruta de tanta libertad de expresión, que aun hay quienes se atreven a llamarte golpista y no les pasa nada. Demuestras así lo tolerante que eres. Y me pregunto si habrá que darte las gracias por esos favores que concedes.

No voy a discutir tus niveles de tolerancia. Pero te reitero que en 200 años de llamada vida republicana, el golpismo-conspiración ha sido una constante. Nada de rupturas.

Y en este sentido, tú eres uno de los más conspicuos conspiradores-golpistas del siglo XX y lo que va del XXI venezolano, con ramificaciones intercontinentales.

La primera década de tu conspiración (1982-92) quedó registrada en los anales como la del tiempo de los grandes logros de la digna institución de los sueños azules.

Porque el capítulo que tú escribes el 04F-92 no tiene parangón en nuestro orden histórico conspirativo. Ir al Museo Militar a entregar tu propio movimiento para darle paso al proyecto ya establecido con los llamados notables, encabezados por Caldera y Uslar Pietri, que contemplaba además tu pasada por la cárcel y el salto hacia la presidencia, es una jugada espectacular de tu parte.

Sólo así puede explicarse que Caldera te considera como su sucesor (ABM, Habla el Comandante. Caracas, CPT-UCV, 1998, p.65) y que te haya concedido libertad plena para que prosiguieras tu gran obra.

Por eso me parece injusto que a una acción de tanta envergadura en el orden golpista, la quieras desjerarquizar al endilgarle el remoquete de "rebelión".

Ya quisieran grandes jefes militares y políticos planificar un golpe de Estado, llevarlo al fracaso y terminar montado en la silla presidencial.

Una verdadera obra maestra de la historia de la conspiración mundial, aún no estudiada en profundidad.

Pero no te quedaste allí. Es muy loable tu propósito de demostrar los altos valores del golpismo bolivariano y su viabilidad para llevarlo al campo conocido como revolucionario.

Creo que el 11A-02 llegas a la más plena convicción de que sólo te podías (¡y puedes!) mantener por la vía del golpismo permanente, por supuesto, dentro del sagrado marco de la Constitución y las leyes de la República Bolivariana.

En 12 años en el mando-poder, y con la guía invalorable de Fidel Castro, programaste un Socialismo libre del fracasado y derrotado del siglo XX.

Una revolución que es suma de imposiciones para alcanzar los niveles de lucha indispensable para aplastar la oligarquía y usurparle sus riquezas para levantar la inclusión "socialista".

A punta de golpes has ido acabando con lo que quedaba de instituciones burguesas para llevarnos con tu enorme valor y sabiduría a esta condición de expaís. Hoy todos los antiguos poderes están al servicio de tu hegemonía.

Por ello no se puede negar que el golpismo, llevado a la instancia de la revolución bolivariana y socialista, te convierte en el gran Hegemón de este expaís.

Y hoy, la situación internacional cada vez más enfrentada, debido al reclamo-alzamiento del colectivo de diferentes latitudes, incide poderosamente ante ti y te obliga a tomar un puño de medidas que apunten hacia tu preservación-salvación, de una inminente barrida por parte del imperio.

Y es elemental que ante tanto peligro, y dada tu plena y continuada identificación con la causa revolucionaria de Gadafi, te sientas obligado a tomar medidas cautelares.

Seguramente piensas que si sigues el ejemplo dado por tu hermano Maummar saldrás muerto de la risa del enredo en que te han colocado la oligarquía y el imperialismo al atacar tu revolución socialista del siglo XXI.

Y sabemos que te has impuesto como tarea esencial crearte una estructura militar cada vez más amplia y consistente que le sirva de soporte a tu régimen.

Está más que claro que poco tienes que buscar en tu partido, debido a que, como acabas de exponer públicamente, está tomado por el aparato de la corrupción que se tragó al MVR y cuyas cabezas lograron sobrevivir y llegaron a infiltrar tu PSUV.

Para tu defensa tampoco cuentas con instituciones clasistas ni movimientos espontáneos dispuestos a jugarse la vida en defensa de una revolución, que muchos no entienden y que es la única instancia para lograr la auténtica liberación.

Y ante esta gran soledad y falta de estructuras de control, tuviste que hacer una importante inversión para avanzar en la compra-venta de apoyo o neutralización de diferentes posiciones en las FAN.

Y este control, logrado a punto de acuerdos y negociaciones, es lo que te permite legalizar lo que ya venías impulsando en la práctica: el cuerpo de las milicias revolucionarias.

No se trata de que tú, como piensan algunos, hayas creado tus milicias simplemente porque te dio la gana. Se crean y desarrollan en el contexto de una situación de estricta legalidad y con mandos militares vigentes y comprometidos con la revolución.

Esto significa que las FAN constituyen uno de los principales soportes de tu régimen y por ello, no sólo permiten, sino que además impulsan la formación de las milicias, que vienen a llenar el vacío del apoyo popular ideológico-político espontáneo y desinteresado.

De allí lo grande de tu visión de estadista. Necesitabas un cuerpo tarifado de seguridad para tu revolución y no te detuviste en su costo.

Te armaste de una guardia pretoriana, a la que le has asignado el papel de garantizar la permanencia y profundización de esta revolución y de su base y fundamento: la renta petrolera.

Esa es la señora y madre del nuevo modo de adelantar el socialismo, al margen de esa paja de proletariado y campesinado, para que vayas, con tus milicias petroleras, a pelear con la burguesía-oligarquía y el capital imperial, por la igualdad y la justicia.

De verdad que tu golpismo es ¡simplemente imperecedero!

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