1/4/11

La invasión está lista: Plan País

Más de 150 personas, provenientes de cuarenta y ocho Universidades. En el imperio se prepara la “invasión” que Esteban ha estado temiendo todos estos años. Será la primera semana de Abril de 2011. El punto de partida se prepara en la Universidad de Yale y se ultiman los preparativos para la ejecución de lo que han llamado el “Plan País”.

No se reúnen para entregar premios inmerecidos, se reúnen para concertar ideas que sirvan para consolidar un plan para la Venezuela que todos estamos soñando. Una revolución de verdad está en marcha. Lorenzo Mendoza, el respetado presidente de la organización Polar, será uno de los ponentes.

Esteban debería estar muy pendiente de los acontecimientos y sería una muy buena idea que se conectara a través del twitter de ese grupo de rebeldes @planpais que trabaja para una causa importante: el plan de la Venezuela del futuro, de la Venezuela de la esperanza. Esta es una poderosa herramienta, que necesitamos para organizar las ideas que servirán para construir las propuestas que los venezolanos queremos escuchar. La lucha política no puede ser una guerra de slogans y banderitas de colores y necesariamente debe contenerse dentro de una solución que tenga capacidad de transmitir pasión, alrededor de una concepción de país que acabe con las aberraciones de este socialismo caduco e imperfecto.

La Venezuela del futuro se moviliza, desde los lugares que tradicionalmente mueven a las sociedades; desde los centros de estudio, desde las juventudes estudiantes que sueñan con un mundo mejor y esperan ser escuchados. Los mismos que este gobierno no escucha.

Esta es sólo una de las iniciativas que se prepararan en la plataforma de despegue que se construye para lograr un merecido cambio en las elecciones de 2012. Nuevos liderazgos emergentes, con ideas claras, le dan la vuelta a la patria vendiendo un nuevo mensaje. Se acabó la política de televisión, que dio paso a la verdadera lucha desde las bases, desde las urbanizaciones y desde el seno mismo de la organización vecinal que clama por el fin de esta década de atraso y corrupción.

Los venezolanos de bien nos negamos a reconocer a Cuba y Libia como dos ejemplos a seguir. Los venezolanos que aspiramos un mejor país para nuestros hijos no aceptamos esta mediocre conducción de nuestros destinos, con rumbo desconocido y en adición mal manejado. Los venezolanos nos preparamos para despegar de este martirio. Queremos energía eléctrica y un Metro en movimiento.

Preocúpate Esteban, preocúpate por lograr un cambio verdadero y genuino, que nos catapulte al progreso y preocúpate por lograrlo en los próximos meses, de otra forma la “invasión” que estamos preparando pasará a tu lado sin que llegues a entender como sucedió. Yo seré parte de ese gran ejército invasor.

El candidato

Ruth Capriles

Este es momento demasiado importante para dejarlo al azar o a la suma irracional de las voluntades individuales. De la elección del 2012 depende la vida de la democracia y de la república; más aún, depende la alimentación y la sobrevivencia de los habitantes de este territorio rico en posibilidades arruinadas por una patología política. No es racional que dejemos continuar un régimen que ha destruido el país.

Este es un llamado a personas conscientes como Antonio Ledezma, Ramos Allup, Pérez Vivas, Eduardo Fernández, Salas Römer, Leopoldo López, Manuel Rosales, Julio Borges, María Corina Machado. Cada uno tiene credenciales y aspiraciones legítimas. Cada uno cree saber mejor cómo hacer las cosas. Pero es matemática política que la suma de aspiraciones individuales da un resultado irracional. Si queremos resultados racionales, necesitamos decisiones políticas racionales, de Estado.


Hay dos candidatos que podrían ganar las elecciones presidenciales. Porque son jóvenes, porque tienen posiciones de gobierno en circunscripciones suficientemente importantes como para hacer mayorías, porque ya tienen figuras de rango nacional. Los demás tuvieron posibilidades en su momento o las tendrán en el futuro, que no es ahora.

Sabemos que es difícil tener la humildad suficiente para ceder aspiraciones legítimas en beneficio de otro.

Pero ¡qué ejemplo de grandeza política darían todas esas personas si al unísono y en gran acto de conciencia nacional informaran que están dispuestos a ceder sus aspiraciones en aras de la salvación del país!


Así podríamos ahorrarnos unas primarias que ya sabemos no satisfacen a todos y crean mayores resquemores, sino además alimentarán las arcas del organismo electoral para inventar más triquiñuelas y crear mayores desventajas a la oposición.

Luego, los dos contendores principales deberán hacer idéntico acto de grandeza política y dar el paso a quien tenga mayores posibilidades. Tras cualquiera de ellos, seguirá el país porque se trata de nuestra vida misma.


Política y antipolítica
Ramón Piñango

Al observar la conducta de la oposición al actual régimen, dos asuntos parecen merecer particular atención: la conducta de la Mesa de la Unidad y las crecientes diferencias entre los políticos y la llamada "antipolítica". 

La Mesa de la Unidad es un mundo de actores que se perciben a sí mismos y son percibidos como "políticos".

La MUD está concentrada de manera absoluta, radical, en las elecciones de 2012. Más nada de nada parece interesarle. Parece que sufriera de alérgica desconfianza al entrar en contacto con cualquier otro tema que pudiera llamar la atención de los ciudadanos. Por otra parte, sabemos que en la MUD se desarrolla una lucha cada vez más intensa entre partidos y personas que tratan de quedar bien parados antes, durante y después de las primarias. 



A todas estas, es evidente que existen amplios sectores opositores que desconfían de la dirigencia de los partidos políticos que integran la MUD. En esos sectores vemos emerger personas y grupos que desarrollan sus propias iniciativas para reclamar o protestar por las carencias o abusos que sufren los trabajadores, los estudiantes o las comunidades en general. No se requiere agudeza analítica para percatarse de que existe ojeriza entre los políticos de la MUD y ese otro sector que por su lado actúa para luchar contra la conducta abusiva del régimen. 

Paulatinamente, esa ojeriza se ha convertido en enfrentamiento que puede tener efectos perversos en esa lucha. 

Los políticos insisten en que nada ni nadie debe desviarnos de la meta electoral. Para ellos, cualquier agitación o protesta espontánea es peligrosa porque puede darle razones al Gobierno para bloquear la vía electoral. La política, dicen ellos, no es asunto de novatos o improvisados "comeflores". También declaran poseer habilidades estratégicas maceradas en la práctica del difícil arte de la lucha por el poder. 

Su evidencia favorita: la torta que los improvisados pusieron con el carmonazo y el paro petrolero. Los políticos acuñaron la expresión "antipolítica" para referirse a un fenómeno social indeseable. 

Para la antipolítica, los políticos y su manera de hacer las cosas, en función de mezquinos intereses, nos han traído a estos difíciles días.

Para los antipolíticos, en la sociedad existe una formidable fuerza de cambio aprovechable para enfrentar a este régimen totalitario. Opinan que diciembre de 2012 está muy lejos y que cualquier cosa puede pasar de aquí hasta allá. Para ellos, el futuro del país es algo muy grande para ser dejado en manos de inescrupulosos políticos. Su evidencia favorita: si los políticos hubiesen gobernado bien en las décadas antes de 1999, otro gallo cantaría. Ellos nos arruinaron el futuro. 

¿Qué fuerza tiene uno u otro sector? La fuerza de los partidos radica en sus organizaciones. La de la antipolítica se basa en el rechazo a los partidos, que de una u otra forma se expresa en fenómenos como la abstención electoral, y en la creciente protesta social, especialmente de estudiantes y trabajadores, que los políticos no saben ni pueden capitalizar. 



Sean cuales fueren sus diferencias, políticos y antipolíticos se necesitan mutuamente para luchar contra el régimen. En esta lucha se precisa organización, disciplina y cercanía a la protesta social para capitalizarla. Por eso es esencial integrarlos. Tal cosa es difícil de lograr. Es verdad, irrita el simplismo ingenuo de la antipolítica, pero es inaceptable la tramposería y el cálculo miope de la política tradicional que no aprende del pasado.



El reto del liderazgo social y político es cerrar la brecha que separa a los políticos y los antipolíticos. Lograrlo constituirá un aporte fundamental de quien sea el candidato de la oposición a la Presidencia de la República. Por eso su credibilidad será decisiva.

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