El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se apropió de millones de dólares en terrenos y empresas, tras la derrota electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en 1990 y antes de entregar el poder a Violeta Barrios (1990-1997), según cables secretos de la diplomacia estadounidense.
Los bienes confiscados habrían ido al entorno familiar inmediato del actual mandatario nicaragüense, entre ellos su hermano Humberto, ex jefe del ejército de Nicaragua, y altos dirigentes sandinistas.
“Otras compañías involucradas en transporte, madera, fábricas de azúcar y mataderos nominalmente fueron al FSLN pero, efectivamente terminaron en manos de Ortega, su familia, y sus más cercanos colaboradores”, escribió en 2006 el embajador estadounidense en Managua, Paul Trivelli, según un cable de Wikileaks divulgado este lunes en el diario costarricense La Nación.
Según la nota de Trivelli a Washington filtrada por Wikileaks, Ortega “supervisó” la confiscación de propiedades públicas y privadas, en lo que en Nicaragua se denominó “la piñata” sandinista y que derivó en miles de juicios contra el Estado por parte de sus propietarios, muchos estadounidenses.
Entre los bienes que se confiscaron y citados en el cable está la millonaria residencia del político Jaime Morales Carazo, en Managua, quien en la época era adversario de Ortega y actualmente es su vicepresidente.
“Ortega aún vive en la casa de Morales y ocupa la cuadra entera, hasta la fecha. Están ampliamente disponibles los testimonios de aquellas personas cuya propiedad fue confiscada y cientos están registrados con la embajada”, precisa el comunicado diplomático.
El FSLN, con Ortega como candidato, perdió las elecciones generales en 1990 ante una coalición que postuló a Violeta Barrios de Chamorro, quien gobernó hasta enero de 1997, cuando entregó la presidencia a Arnoldo Alemán.
Ortega volvió al poder tras ganar las elecciones en 2006 y aspira a reelegirse en los comicios de noviembre próximo.
Wikileaks: Sobrino de Gadafi es secretario privado de Daniel Ortega
Desde el comienzo de esta administración, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, nombró como su secretario y asesor privado para asuntos internacionales a Mohamed Lashtar, ciudadano libio que estuvo vinculado a los servicios de inteligencia de su país y es sobrino del presidente Muammar Gadafi. nacion.com
El parentesco con el gobernante libio lo reveló el exembajador de Estados Unidos en Nicaragua, Paul Trivelli, en cuatro cables confidenciales que suscribió en el 2007 y que son dados a conocer ahora por un acuerdo de La Nación con WikiLeaks.
En sus comunicaciones internas, los diplomáticos de EE. UU. expresaban una fuerte preocupación por la presencia de Lashtar en el círculo íntimo del presidente Ortega y efectuaron reiteradas consultas con distintos funcionarios del Gobierno nicaraguense, incluyendo al canciller Samuel Santos, sobre las razones de su nombramiento.
Paul Trivelli, quien fue embajador de EE. UU. en Nicaragua entre setiembre del 2005 y agosto del 2008, asegura que Lashtar, conocido también como Mohamed El-Ashtar Ferrara, es sobrino del presidente de Libia, Muammar Gadafi y que formó parte de su red personal de inteligencia.
Una investigación de La Nación en conjunto con el semanario nicaraguense Confidencial, reveló que se trata de Mohamed Mohamed Lashtar, ciudadano libio de 51 años, quien llegó a Nicaragua a mediados de los años 80, luego del triunfo de la revolución sandinista (19 de julio de 1979).
Lashtar trabajó en la Embajada de Libia en Managua y se afincó como representante de las inversiones que el gobierno de Gadafi hizo en la región de Tisma y San Francisco Libre, Nicaragua.
Hoy, Mohamed Lashtar es suplente del diputado Jacinto Suárez al Parlamento Centroamericano (Parlacen), es secretario privado del presidente Daniel Ortega, con un nombramiento que le otorga rango de embajador y dispone de una oficina en la Cancillería de Nicaragua, según confirmó el canciller de ese país, Samuel Santos.
Lashtar dirige, además, la empresa Agropecuaria Nicaraguense Árabe Libia (Anilib), que se fundó con capital del gobierno de Gadafi, y también está vinculado a la firma Celeste S.A., la cual hace pocos días resultó adjudicada con la frecuencia del canal 47 de televisión.
La Nación intentó sin éxito entrevistar a Lashtar, quien no respondió los mensajes dejados en su teléfono celular, ni en su correo.
El dinero de Gadafi. En enero del 2007, Trivelli reseñó una conversación con el economista sandinista Alejandro Martínez Cuenca, quien, además de señalar a Lashtar como sobrino de Gadafi y exagente de inteligencia, lo identificó como la persona encargada de gestionar el dinero libio para apoyar las campañas políticas de Daniel Ortega.
En tanto, un excolaborador de Ortega durante los años 80 indicó que Lashtar siempre fue una persona muy vinculada al grupo de Gadafi y una pieza clave para Ortega, durante sus años de opositor (1990-2006), pues le permitió canalizar dinero de Libia, para sostener sus actividades en Nicaragua y sus viajes internacionales.
Las quejas de Trivelli contra el secretario privado de Ortega eran compartidas también por el Gobierno de España.
Según un miembro de la Cancillería ibérica, un viaje que Ortega hizo a Madrid junto a Lashtar generó fricciones ya que la inteligencia española tenía identificado al secretario privado del presidente como agente de Gadafi.
A la sombra de Ortega. En un cable fechado el 23 de enero del 2007, el embajador Trivelli describe la magnitud de la influencia de Lashtar sobre el Gobierno nica señalando que el libio es una de las principales “figuras de poder en las sombras del gobierno de Ortega”.
En su comentario, Trivelli identifica a cuatro personas que integrarían el círculo de poder de Ortega: el vicencanciller Manuel Coronel Krautz; el director de la Corporación de Zonas Francas, Álvaro Baltodano; el excanciller de Nicaragua y aspirante a representar a Libia ante la ONU, Miguel D’Escoto; y el secretario privado del presidente, Mohamed Lashtar.
Para Trivelli, la figura de Lashtar y su influencia sobre el presidente Ortega era un tema de quejas y preocupaciones recurrentes que, además, compartía con dirigentes de la oposición, como el ministro de la Presidencia durante la administración de Violeta Chamorro (1990-1997), Antonio Lacayo.
Precisamente, en uno de esos cables, Trivelli reseña un encuentro con Lacayo en el que el ministro le indicó que Pepe Matus, exdirigente de la “Contra” y exviceministro de la Presidencia, le había indicado que Lashtar era sobrino y miembro de la red de inteligencia del presidente Muammar Gadafi.
Entrevistados por separado, Lacayo y Matus confirmaron la semana pasada lo expuesto por Trivelli.
Matus afirma que Lashtar, durante sus años como diplomático libio, administraba las inversiones de ese país en Nicaragua y que tenía más poder en la embajada que el propio embajador.
“En su presencia el embajador de Libia adoptaba, incluso, una actitud sumisa”, recuerda Matus.
Según el exdirigente de la “Contra”, a mediados de los años 90 Lashtar se casó en Trípoli con una ciudadana libia a quien no conocía, en una boda que su madre organizó especialmente para él.
“Él me había invitado a su boda en Libia y yo quería conocer su país, pero doña Violeta (Barrios de Chamorro, entonces presidenta de Nicaragua) me dijo que mejor no fuera. Había invitado a cuatro personas de aquí, pero ninguno fue”, relató Matus a este diario.
Aseguró que cortó su relación con Lashtar por instrucciones de Gary Williams, contacto de los servicios de inteligencia estadounidenses con la “Contra” .
“Gary no me dio muchas explicaciones, dijo que sabía que yo tenía contacto con Mohamed y que me recomendaba no tener ningún vínculo con él”, recordó.
En las personas del entorno de Lashtar, como el gerente de la empresa Anilib, Salvador Abdalah, los señalamientos de Trivelli provocan una reacción que va de la hilaridad a la negativa tajante.
Según Abdalah, las declaraciones del embajador Trivelli son falsas y carecen de todo sustento.
Otro empresario cercano a Lashtar lo describió como un hombre hábil a quien le gusta alardear de sus contactos con el poder. “Mohamed se jactaba de que desayunaba con Ortega, almorzaba con Alemán y cenaba con Bolaños”.
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