LUIS CHUMACEIRO
Queridos compatriotas, con la solemnidad que corresponde, me dirijo a ustedes utilizando TalCual dominical para anunciar la firme voluntad de sacrificarme por la patria lanzando mi candidatura a la elección primaria del PSUV que designará al abanderado rojo a la presidencia de la República.
Esta es una decisión que asumo después de una profunda reflexión. No se trata de la burda ambición personal, ¡no! Es la vocación por satisfacer las necesidades de los más necesitados, entre ellos yo y mi familia; y que todos estemos equiparados, aunque sea en la miseria.
Analicemos mis cualidades. Como bien sabe cualquiera que lea mis columnas, una de mis mayores virtudes es la forma tan descarada y fresca con la que digo las mentiras más inusitadas. Me considero un maestro en eso de engañar al auditorio. Reconozco que el otro candidato tiene méritos suficientes a la hora de fabular pero yo no me quedo atrás.
Soy capaz de mentir más que él. Prometo que prometeré cualquier cosa o sueño inejecutable. Admitámoslo, en un país de pendejos que después de 12 años sigue creyendo pendejadas, cualquier pendejo puede participar y decir las suyas. Ese soy yo.
Puedo adelantar algunas de mis ofertas específicas. Si gano la presidencia prometo un Aló Presidente todos los días y cerrar Globovisión y el Canal 8, la primera semana de mi mandato. Igual haré con la radio y la prensa. ¿Para qué queremos estar informados si los medios de comunicación se especializan sólo en dar malas noticias? Mi lema de campaña será "No news, good news"; si no te enteras, serás feliz. Viva Venevisión.
Si gano las primarias presidenciales del PSUV prometo un gobierno de amplitud que incluya a Diosdado, Rosales y Ramos Allup. Con tremendo aporte, la gente estará distraída hablando mal de ellos y no de mí. Mientras pelean entre sí, yo me dedicaré a cultivar la más profunda amistad con los militares, al tiempo que armó a la delincuencia y grupos agavillados de toda calaña para que me defiendan en las malas.
Mi política internacional estará signada por la radicalidad, pero de verdad. Nada con esas poses bobaliconas en las que se denuncia al Imperio pero se le siguen regalando concesiones y petróleo. Al día siguiente de mi juramentación, expulsaré a todos los diplomáticos gringos y a los de la Unión Europea. Con los españoles tendré mayor saña y ensayaré el método iraní, secuestrando sus familias. No traicionaré a las FARC, no negaré mi relación con la ETA, tampoco me haré el loco con el pueblo palestino.
Si votan por mí, mis hermanos no robarán y no edificaré una dinastía en Barinas. Entre otras razones porque no tengo hermanos, ni me gusta el Llano. La misma intención no la puedo manifestar con mis hermanas, primos y amigas íntimas. Pero ya que mi rival no se para en contemplaciones, juro por este puño de cruces que en mi Gobierno nadie robará; al contrario, aportaran su sueldo para que los seguros y futuros dignificados que abundarán a la potencia infinita, puedan hacer parrilla con carne uruguaya, todos los días, en los refugios.
En mi gobierno nadie podrá afirmar, como lo hizo Soto Rojas, que está dispuesto a comer ñame con sardinas; primero, porque ya no se consiguen y, si se encontraran, no alcanza el salario mínimo. Por otra parte, en un Gobierno verdaderamente carupanero todos beberíamos champaña y comeríamos caviar.
Comiencen a hacer campaña por @luischumaceiro y daré bonos y aumentos siempre que se comprometan a no esforzarse para ganarlos, menos aún trabajar. La "Misión Chinchorro Adentro" premiará la vagancia y la "Misión El Que No Lloré No Mama" reivindicará la marginalidad y la dependencia.
En definitiva, si de sueños se trata, mejoro la oferta de vivienda que hace el otro candidato. Prometo un apartamento en Nueva York para cada venezolano. Escoge bien, vota por mí. El otro es igualito a mí pero estoy dispuesto a engañarte más. Lo que tú quieras te lo daré. Total, queridas amigas y amigos, ninguno de los dos va a cumplir. ¡Patria Socialista y muerte!, te las ganaste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario