24/6/11
Choque entre oficialistas se perpetúa en CVG Alcasa
Como otros tantos días, este jueves los trabajadores llegaron a la fábrica esperando ser recibidos por otro conflicto.
Todo era de esperarse, porque la noche del miércoles comenzó a correr el rumor de que el presidente de la empresa, Elio Sayago, iba a ser capturado en la asamblea por presuntamente haber golpeado a unas trabajadoras durante su regreso a la oficina.
Se dijo que el sindicato trancaría los portones en protesta y que, quizás, los cooperativistas arrebatarían el micrófono al secretario general en señal de desobediencia. Pero nada de eso ocurrió.
Los alcasianos entraron a las áreas como cualquier otro día. En el portón 1 de la pionera el secretario general, José Gil, relataba su versión de lo ocurrido y acusaba de “esquiroles” a otros miembros del comité ejecutivo de Sintralcasa.
En la entrada del edificio administrativo, el secretario de organización -Henry Arias- relataba una historia de acontecimientos y acusaba de “bandidos” al Movimiento 21, miembro de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT).
Todo esto mientras un batallón de cooperativistas, algunos desempleados y los más cercanos a Sayago se reunían en el salón de usos múltiples como muestra de su fortaleza y respaldo al “presidente-trabajador”.
Un espaldarazo
En el salón primero intervino una vocera de las cooperativistas, Maritza Ríos, quien refutó que se haya golpeado a dos trabajadoras durante la toma de la presidencia. “Esta presidencia se encontraba secuestrada por el Movimiento 21, esta acción la emprendimos todos los trabajadores que, unidos, recorrimos toda la planta con nuestro presidente”.
Luis Medina, trabajador de Alcasa, aseguró que la única persona que estaba en la oficina era Yoscarly Pineda, “hija de un alcasiano ejemplar, entonces quitamos la barra que estaba obstruyendo el paso, quitamos una cadena y pasamos a la oficina y le dijimos a ella: ‘Mi amor no te preocupes, aquí no va a pasar nada”.
Como si se tratara de una labor de inteligencia, los testigos relataron que el miércoles decidieron subir los tres pisos del edificio administrativo, abrir la puerta de la oficina y ubicarse en el lugar, ganando así una lucha que trajo de regreso a Elio Sayago.
Desde hace un mes, el equipo del secretario general hacía vida en el piso 3 en señal de desconocimiento al presidente, todo esto luego de un referendo en el que -según los datos aportados por Gil- Sayago quedaría deslegitimado.
Lograr hacerse de la oficina suponía para el grupo ganar una batalla que significa la restitución de la institucionalidad en la empresa. Y lo que defendieron este jueves es que la “victoria” la lograron sin violencia, con la presencia de la Defensoría del Pueblo.
Los nuevos ingresos
Luis Medina, miembro del control obrero, Denny Sucre y otros dirigentes más acusaron al Movimiento 21 de obstaculizar la revolución, de impedir el avance del control obrero y se autodenominaron los ejecutores del verdadero modelo socialista.
Empero, hubo especial promoción sobre el ingreso de 406 cooperativistas que pasarían a disfrutar de los beneficios de la convención colectiva de Sintralcasa. Según su teoría, todas las acciones del sindicato estarían orientadas a obstruir la migración de este personal a la nómina fija.
Jorge Azocar, trabajador activo de Alcasa, decretó “con el favor de Dios” que este lunes arranca el ingreso del personal cooperativo, el mismo que en estos días ha acompañado a Sayago en las ruedas de prensa.
“No vamos a permitir que ninguno de estos bandidos paralice el proceso, tanto productivo y administrativo de la empresa porque no lo vamos a permitir, ni los cooperativistas ni los trabajadores activos, ni las comunidades, ni nada. El pueblo está resteado”.
Pese a que la empresa ha tenido dificultas para pagar nómina, los costos de producción son elevados y se habla de un excedente de nómina de 200 por ciento, la representante de la mesa de finanzas, Belinda Ortiz, justificó que todos los cálculos ya fueron hechos y si es posible asumir el compromiso si se eleva la producción de aluminio.
Denisse García, vocera de la gerencia de economía popular, señaló que según los cálculos será más económico cancelarles como empleados de la nómina diaria.
Armas de fuego y palos
Entretanto, el secretario general de Sintralcasa, José Gil, ofreció una rueda de prensa donde reiteró que el miércoles Nerys Mesías y Loida Reyes, quienes estaban custodiando la oficina, fueron agredidas verbal y físicamente.
Mesías mostró en su brazo derecho un moretón que, según su versión, se lo hicieron con un puño propinado por un grupo de sujetos que no pudo identificar; sólo reconoció a Elio Sayago.
“Elio Sayago, presidente destituido, ingresó de manera abrupta, acompañado por personas foráneas de nuestra planta, los cuales estaban armados con tubos, palos, cabillas, cadenas y armas de fuego e irrumpieron violentamente en estas oficinas”, relató Gil.
De acuerdo al dirigente, las mujeres fueron “salvajemente” golpeadas y por esos hechos denunciaron al presidente de la estatal en la Fiscalía. También responsabilizó al ministro de Industrias Básicas y Minería, José Khan, de los hechos que se pudieran producir de ahora en adelante. “El ministro no puede permanecer silente”, agregó.
“El presidente hace recorridos por la planta acompañado por personas foráneas, colocando en riesgo la vida de los trabajadores de Alcasa. El ministro debe responder con una posición seria (…) esta violencia puede tener consecuencias serias, ya tenemos una experiencia nefasta y dolorosa en ferrominera”.
Gil también reclamó por la demora en el pago de los pasivos laborales y aseguró que por lo ocurrido el miércoles los organismos competentes tramitaron una orden de captura contra el presidente.
¿Capturado?
La tan comentada orden de captura mantuvo a los cooperativistas y defensores de Sayago en vilo. Sayago no hizo presencia en la empresa y según Denny Sucre, algunas patrullas de la Policía del Estado Bolívar estuvieron merodeando los alrededores de la fábrica.
No descartan que se concrete una detención de Sayago. Por eso el colectivo del Frente Socialista se trasladó a la Fiscalía para exigir seriedad, sin embargo, allí les informaron que la denuncia fue colocada en la Comisaría de Guaiparo, desde allí -se presume- podría concretarse el arresto o comparecencia del “presidente-trabajador”.
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