Desde hace 12 años y medio estamos escuchando los venezolanos un discurso por parte de quienes detentan el poder en nuestro país, al cual todavía no nos acostumbramos, quienes entendemos que la democracia es dialogo, concertación, consenso, acuerdos, nacionalismo, trabajo, educación producción y desarrollo, nos resistimos a aceptar el discurso del odio y de la provocación.
El discurso presidencial dejó de ser moderado, conciliador, enaltecedor, ahora está enmarcado por un resentimiento en contra de lo propio, lo autóctono, desmeritando a los venezolanos que han hecho esfuerzos durante años por construir sus espacios de trabajo y de contribuir también con el desarrollo de la sociedad en las distintas instancias de participación. Ahora al adversario político, al que piensa distinto aunque tenga las mejores ideas o propuestas en relación a los planes para sacar al país hacia adelante, no se le reconoce como tal, sino que es considerado como enemigo del régimen. Y a los partidos políticos, esos que lograron que Venezuela tuviese el mayor crecimiento en materia educativa, científica, médica y desarrollo industrial, entre otros, en toda su historia republicana, desde 1958 hasta 1998, se les llama escoria y a sus dirigentes se les denomina apátridas
Se nos pretende limitar también la posibilidad de tener relaciones con los países más avanzados en materia de desarrollo científico y tecnológico, con aquellos que son gobernados por las democracias liberales burguesas, y que ostentan los primeros lugares en desarrollo industrial, científico, educativo y económico, y se pretende instaurar relaciones con aquellos países gobernados por sátrapas o dictadores como Fidel Castro o Mugabe y otros que son reconocidos como el eje del mal.
La cuestión es que desde 1999 tenemos en Venezuela a un gobierno liderado por un militar inculto, con un desconocimiento total de gerencia pública y para mayor desgracia nuestra, no pudo superar el curso de estado mayor de la fuerza a la cual pertenecía, lo que nos indica sus cualidades aplicación y virtudes, como estudiante.
Situación está que nos refleja los indicadores del problema que está atravesando la patria venezolana en materia de infraestructura vial, ya que la mayoría de las vías venezolanas tienen un rosario de huecos, no se han construido las viviendas necesarias para dotar a los venezolanos de casas dignas, no se han continuado los planes en materia de electrificación y ya vemos el caos del suministro de energía, pero nos quieren aplicar multas por el exceso de consumo cuando vemos las luces de las vías públicas prendidas durante el día. El rosario de problemas es muy grande como se aprecia en el sector salud, con los hospitales destruidos y sin honrar las contrataciones colectivas de los distintos gremios del sector salud.
En materia de hidrocarburos la situación en muy crítica ya que por la incapacidad manifiesta del gobierno no se han aumentado los proyectos de exploración y de extracción, sino que se han reducido al punto que cuando este gobierno asumió su ejercicio en 1999, se extraían tres millones doscientos mil barriles diarios y ahora a duras penas la producción está por el orden de los dos millones doscientos mil barriles.
Ahora a pesar del descenso de la producción petrolera, el precio del barril del petróleo, gracias a la demanda permanente de los países emergentes como China e India y los tigres asiáticos, se ha disparado como nunca y tuvimos la oportunidad de vender el mismo durante el año 2008 a 140 dólares el barril, cuestión que nunca antes se había logrado y los estudiosos del proceso económico venezolano, han cuantificado que durante estos doce años y medio, los ingresos por concepto de venta de petróleo y por la política coercitiva del brazo sublime de la represión, el seniat, suman más de un billón doscientos mil millones de dólares, los cuales están desaparecidos, sustraídos, y de los cuales nadie quiere rendir cuentas.
Hora lo paradójico del momento en nuestro país es que después de despotricar del adversario y de decir que está vendido al imperio, el cual nos paga religiosamente nuestro petróleo y podemos cobrar quince y último, vemos con preocupación, a doscientos años de independencia, como estamos siendo colonizados por quienes pretendieron invadirnos en 1967, y quien dice ser nuestro gobernante después de tanto ritornelo de nacionalista trasnochado, al verse afectado en su salud, no buscó a los médicos egresados de la Universidad Bolivariana, ni a los de cualquier universidad venezolana, sino que desconfiando del sistema de salud que nos pretende vender él como el mejor, se fue a la antilla mayor del Caribe a buscar oxigeno medicinal, lo que retrotrae totalmente el discurso nacionalista expresado en largas cadenas y nos deja entrever claramente quien es el verdadero apátrida.
Más claro no canta un gallo, quien desconfía de los científicos, ingenieros, médicos, educadores y hombres y mujeres que integran su país no los puede gobernar. Por eso tenemos que cambiar el rumbo y darnos en el 2012 un gobierno con un presidente que entienda y asuma la dimensión de su tiempo y no de un apátrida charlatán.
Mi nacionalismo, feroz como es, no es exclusivo, no está diseñado para hacerle daño a ninguna nación o individuo.
El nacionalismo violento, también conocido como imperialismo, es la verdadera abominación
Mahatma Gandhi
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