Escuelas militares: factorías de reptiles

La foto y el video donde se observan cadetes arrodillados frente a Hugo Chávez representan un nuevo punto bajo en la involución de nuestro pueblo. No hay ninguna explicación aceptable a esta conducta. En un país libre y democrático la gente no se arrodilla frente a un servidor público. Arrodillarse es cobardía, rastrerismo, degradación. Ver estas gráficas da motivos para pensar que las academias militares venezolanas son hoy factorías de reptiles, cuyos graduados saldrán listos para la marramucia y la entrega de principios. Chávez promueve activamente esta degradación.

Lo que estos pobres diablos han hecho fisicamente, lo hacen todos los días, de otra forma, los representantes de los poderes públicos, accediendo prontamente a los deseos de un dictador inculto y lleno de odios. Lo hacian Isaías Rodríguez, ocultando los hechos en el asesinato de Danilo Anderson y el difunto Clodosbaldo Russián inhabilitando disidentes por mandato de Chávez. Lo hace Luisa Estela Morales, la indigna presidente del Tribunal de Justicia ordenando y (des) ordenando el antejuicio contra Capriles. Lo hace Jaua, cuando dice que la descentralización no es importante sino que lo importante es quien tiene el poder. Lo hace Soto Rojas, para quien la separación de poderes es una ilusión. Lo hace Giordani cuando manipula el presupuesto para sustraer millones de dólares del ingreso petrolero a sus legítimos dueños. Lo hace Ramírez en PDVSA cuando entrega el dinero a Chávez y endeuda a la empresa hasta la coronilla para satisfacer el incontrolable apetito financiero del régimen.
Muchos de estos burócratas no tienen curricula sino prontuarios.

Este gran mural de la pudrición se exhibe diaramente frente a los ojos de un país paralizado por el miedo y por la indiferencia. Quizás, piensen algunos, el país se merece esta tragedia por su pasividad. Sin embargo, aunque la pasividad predomina hoy y hace posible que esta pandilla se mantenga en el poder, hay una Venezuela que resiste y que lucha. Es por ellos y con ellos que debemos seguir resistiéndonos a la progresiva degradación venezolana.

Exhortamos a nuestra oposición organizada a manifestarse vigorosa y abiertamente en contra de las múltiples señales de degradación que muestra el país chavista. No esperemos que la naturaleza haga el trabajo que nos corresponde a nosotros. El rescate del país debe hacerse mediante la lucha abierta contra la degradación, no esperando en silencio que las soluciones lleguen de mano del destino.

Mi nacionalismo, feroz como es, no es exclusivo, no está diseñado para hacerle daño a ninguna nación o individuo.

El nacionalismo violento, también conocido como imperialismo, es la verdadera abominación

Mahatma Gandhi