¡Qué fino el oído de quienes la deben! Entre al atronador ruido de los reclamos y protestas populares por los malos servicios públicos, la desobediencia civil ante el abuso de las multas inconstitucionales de Corpoelec, la inflación, la escasez, la falta de vivienda, la inseguridad, el desempleo y los bajos salarios, la quiebra de las empresas de Guayana y el desastre de PDVSA, se cuela el fuerte rumor de la voluntad de cambio que en votos democráticos se expresará, para aventarlos del poder y ponerlos a disposición de los tribunales. Pero ellos solo escuchan un supuesto repicar de sables, que solamente puede existir en la psiquis atormentada de quien la debe y cuyo miedo a represalias internacionales lo lleva a trasladar las reservas internacionales a las bóvedas de sus países chulos.
Es que un frío cordillerano debe recorrer la espina dorsal del paciente de La Habana ante el presentido taconazo firme de los Comacates que reclaman respeto a la soberanía de la patria mancillada por la infamante bota del invasor cubano, cuya prepotencia insultante sonroja las mejillas de nuestros jóvenes oficiales que sufren además el escarnio de ser presentados ante la opinión pública internacional como violadores de la Constitución, al hacerlos aparecer como voluntarios seguidores de una parcialidad política, cuya consigna infama el frontipicio de sus cuarteles, ya que su alto mando se ha convertido en vocero instrumental de consignas comunistas cubanas, llegando al extremo de amenazar con impedir la entrega constitucional del poder si la oposición – que representa más del 50% del pueblo venezolano – gana las elecciones el 2012.
Pero alguna rebeldía, que desconozco, debe haber encendido las alarmas de la cobardía de esta satrapía apátrida, para que se les activara una defensa a ultranza de la Fuerza Armada – “ustedes, todos juntos, no valen lo que vale un militar venezolano”, ay papá - para la cual piden “respeto” entre estertores intestinales – “no se metan con mis fuerzas armadas” – en un intento desesperado de incorporarla a la diatriba política que caracteriza el lenguaje presidencial, quien sabe si con la oculta intención de justificar alguna marramucia para impedir las elecciones de 2012, que va a perder de calle, porque así lo decretó el pueblo que le puso fecha de vencimiento. Si el cáncer no dispone otra cosa.
Cínicos que exigen a quien no las está irrespetando, el “respeto” que sistemáticamente le han negado, llevándola a un estado operativo lamentable, con disensiones internas producidas por el abuso de poder que desconoció la jerarquía de la oficialidad académica sobre la técnica, con oficiales sin destino por simples sospechas de institucionalidad o de respeto a la Constitución, equipos obsoletos, sin mantenimiento ni repuestos que los exponen a siniestros mortales (el alto mando de la aviación murió en Boca de Uchire), además de bajos salarios – “el salario máximo de un miembro de la tropa profesional es de 3.460 bolívares después de 30 años de servicio y “un general gana 6.000 Bsf”: “Chávez no asume las condiciones de seguridad social de la Fuerza Armada Nacional” – entre maltratos varios a su dignidad de oficiales de la patria cuyas carreras penden del chisme y del capricho y no de su pulcritud profesional.
Pero, además, y esto es lo que se escapó a los estrategas cubanos del régimen, que los Comacates son pueblo y sufren las mismas penurias del pueblo esperanzado y mueren víctimas del hampa como muere el pueblo. Por lo tanto la oposición no está conspirando con ellos – ya lo hicieran los adecos el ´45 y salieron muy mal parados, a picado de culebra, bejuco le para el pelo - sino que su descontento – que sí lo hay – debe estar haciendo el ruido de la hierba creciendo que les ensucia los calzones a la oligarquía comunista que la infama.
¿Chávez anuncia un autogolpe?
Como corolario de esa desmedida y hasta ridícula exaltación al estamento militar, el primer mandatario nacional – que fue electo en libres comicios amparados por la Constitución – afirmó: “Más nunca volverán. (…) Nuestra Fuerza Armada, mi querida Fuerza Armada, es el garante de que se respete la Constitución y la voluntad del pueblo”. Y si esto último es así, entonces como puede traducirse eso de que “más nunca volverán”. ¿O es que la FAN es garante de la voluntad popular siempre que esta favorezca a Chávez? Creo que la institución armada es la más interesada en que se detenga ese uso irresponsable de su nombre y prestigio como discurso político, para amedrentar al pueblo, que es quien decide quien vuelve o quien se va.
La causa es el miedo
La causa de todo este polvero verde oliva, es la necesidad de ocultar la inmensa ineficiencia de un gobierno que frustró las esperanzas de un pueblo y cuya corrupción es un escándalo universal. La profusión de protestas sociales y laborales, que, como escribí hace unos años, si se realizaran al unísono y apoyadas unas con otras escenificarían una rebelión popular de tal magnitud que el gobierno no tendría otra opción que renunciar, como le pasó el 2002, por eso el almirante Maniglia declara que “aquí no podemos llegar a otra situación como la del 11 de Abril”. ¿Y cómo la evitarían? ¿Lanzando al ejército contra el pueblo? ¿Para preparar esa eventualidad es que están lanzados en esa campaña de arrobamiento militarista? Los que masacraron al pueblo el 27F están allí, llenos de experiencia. ¿Verdad Chávez?
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