Panamá, a través de su embajador en la OEA, Guillermo Cochez, denunció al secretario general de la organización, José Miguél Insulza, de contratar a sus amigos como asesores personales y hacerlo de manera oculta. Cochez agrego que Insulza ha venido estructurando una especie de organización paralela, contratando asesores de manera poco transparente. Por tres meses, añadió Cochez, ha estado pidiendo información sobre esta siuación sin éxito. “Pedir información” no es pecaminoso, comentó Cochez.
Esta acusación de Panamá contra el secretario general de la OEA es una nueva evidencia del grado de deterioro al cual ha llegado la organización bajo el mandato de Insulza, quien – asombrosamente - fue ratificado en su cargo de manera unánime para un segundo período, a pesar del descontento generado por su actuación durante su primer período. Su conducta complaciente hacia Cuba, su invertebrada posición frente a Hugo Chávez y el ALBA, su negación de los nexos entre Chávez y las FARC, su lamentable comportamiento durante la crisis de Honduras, su reticencia a hacer valer su autoridad como Secretario General para investigar las violaciones a la Carta Democrática Interamericana lo han convertido en una especie de sepulturero de la OEA.
Si a esto se le agregan estas nuevas acusaciones parecería evidente que la OEA bajo Insulza ha perdido toda credibilidad y autoridad moral. No sabemos, es necesario advertirlo, cuan ciertas son las acusaciones que se le hacen a Insulza y es necesario que se le escuche y darle oportunidad a que se defienda. Pero también es necesario que el explique sin demoras y convincentemente la situación. Cualquier manejo irregular de fondos de la organización por parte de Insulza deberá ser objeto de su inmediata remoción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario