Vivir con miedo en Caracas

En la tarde de hoy viernes, aprovechando que estoy liviana de trabajo decidí escribir un rato. De lo que les quiero comentar todos sabemos que es un tema repetido hasta la saciedad pero eso no nos puede permitir alejarnos de la realidad: la inseguridad en nuestras calles. Hace unas dos semanas cuando venía de regreso de mis clases, me detuve en un Farmatodo de una conocida avenida caraqueña y en la misma acera donde estaba la tienda vi como dos delincuentes despojaban a una muchacha de su teléfono blackberry. Lo vi de cerca, nadie me lo contó y tampoco fue una “sensación” de inseguridad. El miércoles 31 de agosto también venía de regreso de clases y vi otro atraco a dos personas en Plaza Venezuela. Tampoco me lo contaron y no fue una “sensación” de inseguridad. Yo que siempre voy por la calle oyendo música para “desconectarme” un poco de lo ajetreado que es Caracas pues luego de haber visto ese atraco la música que estaba escuchando no lograba calmar mi paz interna. Cuando llegué a mi casa le di gracias a Dios por permitirme llegar con bien. ¿Policías cerca en los dos atracos? ¡En los sueños!, ah pero si algunas personas realizan alguna manifestación ahí sí salen una manada de efectivos policiales y en donde realmente deberían estar…pues sencillamente no están. Hace menos de un mes intentaron robar en un vagón del Metro de Caracas, los usuarios alertaron y lograron agarrar a los delincuentes y por supuesto la gente salió despavorida del vagón… ¡Por Dios! ¿Hasta cuándo vamos a vivir así? Pero mientras hay una ministra que dice que los centros penitenciarios están colapsados y por eso no ingresarán a más delincuentes. Ajá y ¿qué están haciendo para solventar eso? un par de meses atrás se presentó un conflicto en El Rodeo y los familiares de los presos pidieron clemencia y reclamaron los Derechos Humanos de sus presos o “privados de libertad”, como cursimente hoy les llaman. Esos mismos que atracan y matan a aquellos que también tienen Derechos Humanos, que trabajan y se sudan su sueldo para obtener sus cosas con sacrificio. Y si vemos la prensa cada lunes es como sentarse a leer historias de terror, ¡No es posible que ocurran mas de cien asesinatos cada fin de semana!… ¿Por qué?, ¿Acaso estamos en guerra? ¡Que alguien me explique! Yo honestamente ya ni sé qué pensar. Solo encomendarnos a Dios que nos cuide en las calles ya que al parecer al Jefe de Estado le resbala esta problemática tan grande que estamos pasando los venezolanos, porque a todos por igual nos afecta como sociedad y como país.