El Gerente General de Refinación de Pdvsa, Ing. Jesús Luongo, ha anunciado, orondo, en el I Congreso Internacional de Hidrocarburos de la Cámara Petrolera, que la estatal petrolera contempla invertir US$ 83.300 millones en el desarrollo de la industria de refinación durante los próximos años. De ese gigantesco monto, US$ 20.600 millones; el 24,7%, corresponderán a refinerías en Cuba, Nicaragua, Ecuador y Brasil(¿). El resto, suponemos, será invertido en Venezuela.
Si no fuera porque han pasado doce años, ya para trece, de gobierno revolucionario, y de infinitas promesas, todas incumplidas, creeríamos esas optimistas previsiones del vocero de Pdvsa, empresa presidida por Rafael Ramirez desde hace 9 años, y sentiríamos un fresquito tranquilizador ante tanta mala noticia.
Si en algún sector de la economía venezolana el fracaso de este gobierno ha sido estruendoso es en materia petrolera, y en general, en materia energética. La crisis eléctrica que padecemos, que todos los días causa el racionamiento de electricidad a miles y miles de venezolanos, no luce tan grande ante lo que ha ocurrido en la industria petrolera.
Aparte la tragedia humana, económica y productiva de haber despedido 23.000 ingenieros, gerentes, técnicos, trabajadores, etc. de la industria, luego del paro cívico del 2002-2003, lo que se ha hecho y lo que no se ha hecho durante estos doce años en la industria petrolera es tan grave que no habría espacio para decir más nada: los miles de millones de barriles de petróleo y miles de millones de pies cúbicos de gas natural que se dejaron de producir por absurdas restricciones legales y políticas que hacen inviable para multinacionales participar, las arbitrarias expropiaciones de industrias y empresas de servicio privadas aguas abajo (¿miembros de la Cámara Petrolera?), la abortada producción de orimulsión, la destrucción de Intesa, del Cied, de Intevep, las plantas de Petroquímica que nunca se construyeron, los proyectos de industrialización aguas abajo que se quedaron en el aparato, la gasificación del país que no se pudo ejecutar, los proyectos de gas libre costa afuera en el limbo, los nuevos mejoradores de crudo pesado que nunca se construyeron, la gasificación del parque automotor que no hicieron, las industrias proveedoras de Pdvsa que quebraron o se fueron del país por la política económica y la falta de pago, los proyectos de plantas licuefactoras de gas en Guiria congelados por Pdvsa, y las refinerías que nunca se construyeron, y así, una laaaarga lista!
Solo en materia de refinerías, el presidente en sus largos y frecuentes viajes por el mundo llegó a ofrecer, entre otros proyectos, refinerías de petróleo a casi todos los países donde iba. De acuerdo con las estadísticas que llevaba la consultora CIECA, de nuestro amigo Franklin Rojas, lamentablemente desaparecido en marzo de 2011, el presidente llegó a ofrecer la construcción, solo entre 2005 y 2009, de algo así como 28 refinerías de petróleo: Vietnam, Uruguay, Siria, Brasil, Cuba, Ecuador, China, Haití, India, Indonesia, Jamaica, Malasia, Mauritania, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana, Argentina, Curazao, Dominica. Ninguno de esos proyectos hoy existen, excepto la ampliación de la refinería de Cienfuegos, en Cuba, que según el director de Pdvsa Jesús Luongo entrará en operación, por fin, en el 2014; los demás se quedaron en anuncios de prensa y en convenios engavetados.
En Venezuela, particularmente en refinación, el balance de Pdvsa y de este gobierno es absolutamente desolador! En Venezuela, los proyectos anunciados por Chávez y Pdvsa son también numerosos; entre los que recordamos: la refinería “Batalla de Santa Inés” en Barinas, la refinería para producir asfalto de Caripito, refinería en Cabruta de 400.000 B/d, refinería en el complejo de Jose, estado Anzoátegui, entre otros proyectos, además de la ampliación de las refinerías existentes: Cardón, Amuay, El Palito. Todos esos nuevos proyectos duermen el sueño de los justos. ¿Habló de estos proyectos el Gerente General de Refinación de Pdvsa, Jesús Luongo, en su discurso en el I Congreso Internacional de Hidrocarburos de la Cámara Petrolera de Venezuela? ¡Seguramente no! ¡El y su jefe Ramírez, están en campaña electoral!
Hoy, la capacidad de producción de productos refinados de Venezuela en lugar de crecer ha disminuido por la falta de mantenimiento y las continuas averías de las refinerías, que continuamente reportan explosiones, con muertos y heridos. La producción de diesel, estancada desde hace trece años, cada día se compromete más en la generación de electricidad y pronto dejaremos de exportarlo, perdiendo así millones de dólares en ingresos. Gas natural tampoco habrá para alimentar las nuevas plantas generadoras ofrecidas por Corpoelec, hecho que contribuye también a que la crisis eléctrica siga golpeándonos.
¿A quién le atribuimos tantas promesas incumplidas? ¿A quién responsabilizamos de tanta incapacidad para ejecutar aunque fuera una pequeña parte de todo lo que se ha anunciado y que no terminan de concretar? ¿Hasta cuando los responsables del fracaso de la Pdvsa “roja rojita” en refinación y en producción de petróleo y gas, en electricidad, seguirán pasando agachados, sin rendir cuentas al país, aferrados al discurso simplón del antiimperialismo y del culto a la personalidad del Gran Timonel de Barinas?
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