Cerro en Macanao |
En la era oscurantista del Tte. Coronel Hugo Chávez la sociedad civil venezolana ha tenido, sin proponérselo, que lidiar con el uso de una serie de terminologías fascistas como nunca antes en nuestra historia republicana. El término “enemigo interno” hoy en boga entre conmilitones del régimen chavista es quizá uno de los más espeluznantes.
Sobre las cabezas de muchos venezolanos pesa la calificación de “enemigos internos”. Esto significa que, toda persona opuesta al régimen chavista y a su modelo narco-fascista podrá ser objetivo militar y en consecuencia ser perseguido, arrestado o eliminado físicamente hasta que se controle todo vestigio de resistencia social, democrática y libertaria.
El gobierno en los últimos años ha puesto en marcha un plan muy completo, que semeja a las estructuras físicas y paramilitares usadas durante la época del Nacional Socialismo fascista de Hitler.
Dentro de estas se encuentran:
La conformación de un ejército paralelo compuesto por milicianos y cuerpos de combatientes, que reciben entrenamientos en Cuba (1) y otros centros terroristas del medio oriente, preparados para actuar en zonas militares determinadas, para el control y sojuzgamiento de la población civil.
(1). Fotografía – Entrenamiento en Cuba:
La construcción de redes de túneles (2) que han sido edificadas a lo largo del territorio nacional, para el almacenamiento de: armas de todo tipo, alimentos, pertrechos militares, además de instalaciones de telecomunicaciones, calabozos y salas de interrogatorios.
(2). Fotografía – Túneles y Depósito de Armas en Margarita:
Establecimiento de zonas territoriales (3) bajo control miliciano y de combatientes revolucionarios, con base a las instrucciones de la inteligencia cubana. Estas zonas garantizarían el control de pueblos y ciudades, bajo la justificación de actuar en la defensa del espacio territorial de la nación, ante una supuesta invasión imperialista. Las milicias y grupos de combatientes están integrados por una nómina aproximada de 60.000 efectivos.
(3). Programa Milicias Revolucionarias:
La población civil debe mantenerse alerta y los partidos políticos prepararse para eventualmente, contrarrestar esta amenaza real que se cierne sobre Venezuela. Los integrantes del alto mando militar en su mayoría obedecen a intereses oscuros vinculados a la corrupción, el terrorismo y el narcotráfico. Estos no dudarán en activar sus planes macabros, en caso de una eventual pérdida del poder político, para evitar ser juzgados por los innumerables delitos que se les imputarán ante cortes nacionales o internacionales.
Los altos mandos militares corruptos podrán activar esta poderosa fuerza militar alegando un supuesto “estado de necesidad” o amenaza externa, pero la misión es muy clara: La eliminación del “ENEMIGO INTERNO”.
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