Antonio Maria Delgado
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Altos funcionarios del gobierno venezolano le informaron al presidente Hugo Chávez que tenían indicios que vinculaban directamente al entonces general de brigada Henry Rangel Silva con una vasta red de narcotráfico operada desde instalaciones militares, pero la denuncia no interrumpió el vertiginoso ascenso del recién nombrado ministro de Defensa.
Documentos obtenidos en exclusiva por El Nuevo Herald de fuentes familiarizadas con el caso muestran que Chávez ha tenido información directa, al menos desde el 2007, de que oficiales estrechamente ligados a su revolución estaban vinculados con operaciones del narcotráfico.
“Existen suficientes elementos que vinculan de manera directa al GB Henry de Jesús Rangel Silva con la investigación y juicio seguido por la Fiscalía 7º y 22º del Estado Lara a cuatro oficiales y un empleado civil”, estableció un informe interno presentado a Chávez en enero de ese año que hacía mención del arresto de oficiales del Ejército cuando transportaban 2.2 toneladas de cocaína.
“Muy respetuosamente sugiero se abra una profunda investigación y auditoría de sus bienes al ciudadano GB Henry de Jesús Rangel Silva, y el cese de sus actividades laborales hasta que se pueda descartar su participación en los hechos antes mencionados”, recomienda el informe.
El jueves, Rangel Silva no respondió llamadas ni correos electrónicos de El Nuevo Herald.
Fuentes cercanas al caso dijeron a El Nuevo Herald que Rangel Silva nunca fue investigado. A fines del 2010, fue ascendido a General en Jefe, el mayor grado militar en Venezuela.
Rangel Silva, quien curiosamente fue condecorado esta semana en Venezuela por “su labor en la lucha contra el narcotráfico” es uno de los militares cuyos bienes en Estados Unidos fueron congelados en el 2008 por el Departamento del Tesoro debido a sus presuntos vínculos con la guerrilla colombiana y el tráfico de droga.
Chávez, quien ha negado sostenidamente las acusaciones formuladas contra Rangel Silva, lo nombró ministro de Defensa a inicios de este mes.
“Atacan a Rangel Silva porque en él atacan a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y a la Revolución. Son tantas las cosas y cuando uno ve de dónde provienen [las denuncias], casi que lo envidiamos”, afirmó Chávez en la ceremonia de juramentación. “[Le acusan] de no se cuántos hechos a través de la infamia, la mentira, la intriga [...]. No tienen una sola prueba, porque todo es falso”.
Pero los indicios recopilados por las propias autoridades venezolanas contra Rangel Silva fueron suficientes al menos para que funcionarios de su gobierno se atrevieran a acusarlo formalmente ante Chávez cuando el general encabezaba la temida Dirección Nacional de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) y solicitarle una investigación.
Ese pedido provino del seguimiento que se le hizo a la interceptación en el 2005 de un camión que portaba placas del Ejército cargado con 2,000 paquetes de cocaína.
Las investigaciones realizadas en el marco de la detención condujeron al arresto de varios militares y al funcionario del Ministerio de Defensa Edgar Alfonso Rincón Rangel, primo de Rangel Silva.
Junto a Rincón Rangel, con quien Rangel Silva sostuvo una serie de conversaciones telefónicas posteriores a su detención, fueron arrestados posteriormente oficiales del Ejército que habían orquestado la operación desde bases militares.
Las fuentes cercanas al caso, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que el cargamento era uno de varios envíos que se realizaban regularmente desde instalaciones militares, utilizadas como santuarios para almacenar cargamentos de cocaína suministradas desde Colombia por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los documentos del caso muestran que altos oficiales del Ejército estaban a cargo de la operación. Entre ellos se encontraba el entonces teniente coronel Pedro José Maggino Belicchi, quien pese a estar directamente implicado en el cargamento de droga incautado fue ascendido pocos meses después de su encausamiento.
Todas las personas implicadas fueron sentenciadas y hoy se encuentran en libertad, dijeron las fuentes.
Autoridades estadounidenses señalan que Venezuela se ha convertido en un importante puente de tránsito de los cargamentos de drogas suministradas por las FARC desde Colombia.
Correos electrónicos encontrados en las computadoras del abatido líder de las FARC Raúl Reyes, establecen que Rangel Silva mantenía una estrecha relación con líderes de esa organización, calificada como narcoterrorista por la justicia estadounidense.
Entre estos líderes se encuentran el actual jefe máximo de las FARC, Jorge Londoño, conocido en la organización como Timochenko, o Timo.
En uno de los correos electrónicos, Rangel Silva es descrito como un “gran amigo de Timo a quien quiere visitar después del 2 de diciembre”. En otro de los correos Timochenko informó sobre una reunión que sostuvo con Rangel Silva durante la cual éste les asesoraba, en calidad de cercano colaborador de Chávez, sobre cómo mejorar las entonces deterioradas relaciones entre las FARC y el mandatario.
En otro correo, Timochenko declaraba: “Vale la pena administrar de la mejor forma el trabajo con el amigo Rangel, una persona con buenas relaciones y disposición de ayudar en llevar gente, abre muchas puertas”.
Algunos de los documentos mencionados en este artículo están disponibles en www.elnuevoherald.com.
Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM
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