BOLETIN DE NOTICIAS Nro. 214
Editorial
NADA QUE CELEBRAR
El Frente Institucional Militar, FIM, rechaza de la manera más categórica la convocatoria del Teniente Coronel Hugo Chávez Frías para “celebrar” los veinte años de la felonía militar del 4 de febrero de 1992. Pretender convertir un acto de alta traición militar en una gesta heroica y patriótica solo debe merecer el repudio de todos los venezolanos en general y de los integrantes de la Fuerza Armada Nacional en particular. El 4F fue un intento fallido de golpe de Estado, propiciado por un pequeño grupo de militares y civiles, para satisfacer su ambición de poder y acabar con el sistema democrático. La utilización de la Fuerza Armada para celebrar un hecho tan deplorable y fraccionalista compromete gravemente su credibilidad institucional. Tratar de justificar tan incalificables delitos de lesa patria, con el argumento de que el movimiento conspirativo era necesario para interrumpir un proceso político supuestamente decadente, corrupto e ineficiente, es sencillamente falsear la historia. La conspiración venia forjándose diez años antes en el seno del Ejercito, conducida por un minoritario grupo de Oficiales y Suboficiales, que habían ingresado a la FAN, en cumplimiento de instrucciones de grupos políticos de izquierda radical, con el fin de atentar en contra de la democracia al existir las condiciones políticas favorables. La sociedad venezolana no puede olvidar que esa equivocada acción delictiva enluto, innecesariamente, a hogares venezolanos; interrumpió un largo proceso de paz y afecto gravemente la institucionalidad de la Fuerza Armada Nacional. Hoy embriagados en la impunidad, celebran cínicamente, una apología del delito de rebelión militar pero olvidan los muertos, de uno y otro bando. No se acuerdan que en los sucesos del 4F, cientos de jóvenes oficiales y soldados humildes de nuestra patria fallecieron y otros resultaron gravemente heridos, por su irresponsabilidad y ambición de poder. Unos en cumplimiento del deber y otros engañados por la camarilla conspiradora y golpista dirigida por el hoy presidente de la republica. Todos merecen nuestro respeto y guardamos por todos ellos un minuto de silencio en su memoria. A los miembros de la Fuerza Armada Nacional nuestra palabra de aliento y esperanza. Las aviesas intenciones de Hugo Chávez Frías de vulnerar su prestigio y credibilidad, utilizándolas en la glorificación de un golpe de estado y provocarlas al decir que las “Fuerzas Armadas son chavistas”, en nada le harán desviarse del cumplimiento de su misión y responsabilidades constitucionales. No hay nada que celebrar y si mucho que repudiar.-
LAS PROMESAS DE HRCF
“Venezolanos… la culpa de que no se haya hecho nada en estos últimos 13 años de mi gobierno, es de la Oposición que no me dejo cumplir mis promesas… Pero les prometo que en mi tercer término hare los que le prometí en mi primer término… es más, les prometo que cumpliré mis promesas que les hice para mi segundo término, pues, si votas por mí, también les prometo que en mi tercer periodo presidencial podre cumplir lo prometido, pues no habrá Oposición alguna” Carlos Arosemena.
04 DE FEBRERO, LUTO
Por: Josué Fernández
Los impactos de balas que terminan en lágrimas y llanto de hombres, mujeres y niños por daños causados a sus vidas o a las de otras personas, únicamente podrían significar un triunfo que mereciera alguna celebración para unos pocos devotos al oscuro culto a la muerte. En tal sentido, este y todo cuatro de febrero, la gran mayoría venezolana que respeta los valores de la humanidad revivirá su luto y el triste recuerdo de la fecha de 1992, cuando se contaron decenas de muertes ocasionadas por un grupo ansioso principalmente de tomar el poder para persistir insistentemente en el goce de sus privilegios, como luego dejaría constancia durante los últimos trece años el Militar Comandante de aquella operación. Sin embargo, en vulgar ofensa a la memoria nacional que conlleva un luto perdurable, hace rato se pretendería ignorar esas lágrimas y hasta burlarse de ellas, con celebraciones forzadas que buscarían demostrar que, mientras unos aún sufrirían su llanto, otros preferirían los jolgorios con gastos pagados, sin validar razones. Hace falta juntar desde ya cada fuerza posible para poner fin al continuismo del régimen instaurado en Venezuela en 1998 después de su fracaso como logia militar culpable del disparo de sus armas a otros hijos de la misma tierra, y sostenido con ventajismos y sucesivas violaciones a la Constitución de la República. Una razón común reposaría en la “Meditación XVII” del metafísico inglés John Donne, quien escribió en 1623: “La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas la pregunta de ¿Por quién doblan las campanas?... doblan por ti...” El pasaje dio título a la novela “Por quién doblan las campanas” (1940), de Ernest Hemingway, sobre la terrible Guerra Civil Española. fernandez.josue@gmail.com
El ex precandidato presidencial de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Leopoldo López, recomendó al primer mandatario nacional que le ordene al nuevo ministro para la Defensa, Henry Rangel Silva, que dé una declaración donde quede claro que toda la "institucionalidad militar está comprometida con la voluntad del pueblo, con la voluntad popular".
El engaño de la palabra
Por: Gral. de Div. (Ej) Fernando Ochoa Antich
Hugo Chávez está convencido que puede continuar engañando al pueblo venezolano y a los miembros de la Fuerza Armada Nacional. Con este fin se dedicó a hablar durante más de diez horas, en una sorprendente e inaceptable cadena, en su rendición anual de cuentas ante la Asamblea Nacional y en un absurdo e inconstitucional discurso en el acto protocolar militar con motivo de la designación del general Henry Rangel Silva como ministro de la Defensa. Lo primero que hay que decir de su rendición de cuentas es que perdió el tiempo, comprometiendo gravemente su salud, para que sólo se recordara la frase de María Corina Machado: “expropiar es robar”. Esa es la verdad. Ni los gráficos, ni las diez horas hablando tonterías impidieron que su fracaso como presidente de la República fuera percibido dolorosamente por los venezolanos. Los hechos son testarudos. Venezuela, durante estos once años de gobierno, ha tenido el mayor ingreso petrolero de su historia al alcanzar el precio del barril un promedio de cien dólares, cuando en 1998 apenas era de 8 dólares. Para colmo, el gobierno nacional ha incrementado la deuda pública en doscientos mil millones de dólares, cuando en 1998 era de 28.000 millones de dólares. Hugo Chávez quiso justificar durante su discurso este inaceptable endeudamiento manteniendo que sólo significaba el 23, 6 % del Producto Interno Bruto. Esta cifra no es cierta. La realidad es que alcanza el 47 % del PIB. La mejor demostración de lo que significa la deuda externa está en el incremento del interés que debe cancelar PDVSA al pasar de una tasa de interés de 5,125 % a 12,75 % este año y haber sido rebajada nuestra calificación de B+ a BB-. Ese inmenso ingreso nacional ha sido despilfarrado de una manera absolutamente irresponsable. No existe una obra pública suficientemente importante que lo justifique. Analicemos, en el corto espacio de un artículo periodístico, los principales problemas nacionales para darnos cuenta de esta trágica realidad. Empecemos por la criminalidad. Los homicidios en Venezuela se han cuadruplicado. En 1998, se cometieron 4550 homicidios; en el año 2011, 19.000 asesinatos. Caracas es la sexta ciudad más violenta del mundo. Las razones de este fracaso son muy fáciles de determinar: ineficientes y corrompidos cuerpos policiales, incapacidad para coordinar el esfuerzo policial con las gobernaciones y alcaldías, un incompetente poder judicial y un sistema penitenciario que avergüenza a cualquier venezolano. En esas condiciones es imposible combatir el delito. Continuemos. El desempleo alcanzó el año pasado el 9,2 % de los venezolanos, sólo siendo superado en la América Latina por Colombia y el Perú. Además, hay que considerar el empleo informal que alcanza con facilidad el 50 % de la población, originado principalmente por el cierre masivo de empresas. Ciertamente que ha habido un descenso en la pobreza extrema, más no así en los índice de pobreza que alcanza el 21, 30 % de los venezolanos. La inflación es quizás el flagelo más doloroso que enfrentan los venezolanos. Durante los once años de gobierno con facilidad puede alcanzar el 650 %. En el año 2011, la inflación fue de 27, 6 %, manteniéndose estable con relación a la inflación de 1998 que era cercana al 30 %. La diferencia consiste en que actualmente todos los países del mundo han controlado la inflación a un solo dígito. Analicemos ahora la situación de Petróleos de Venezuela. La deuda de dicha empresa alcanza para el primer semestre de 2011 la cantidad de 29.515 millones de dólares. Este endeudamiento compromete totalmente la capacidad de inversión de dicha empresa, limitando los planes de expansión que ofreció Hugo Chávez en su discurso. La verdad es que la producción petrolera no ha logrado superar la cantidad de 2,826 millones de barriles por día. Un buen ejemplo de la ineficiencia del régimen es la Misión Vivienda. En lugar de presentar, después de 12 años de gobierno, no menos de dos millones de viviendas terminadas, difícilmente podría señalar que ha alcanzado quinientos mil. Si analizamos, además, el estado de la infraestructura nacional tenemos que poner el grito en el cielo. Los hospitales, las carreteras, los aeropuertos, etc. son un verdadero desastre. No creo que esta trágica realidad pueda darle pie a Hugo Chávez para continuar eternamente en el poder. De allí, que la única frase de su larga perorata que tuvo alguna trascendencia fue aquella en que ofreció entregar el poder si era derrotado. Lamentablemente, esas intenciones quedaron totalmente comprometidas en su intervención en el acto militar para juramentar al general Henry Rangel Silva. Allí, al acusar irrespetuosamente a la oposición democrática de antipatriota, incitó a la Fuerza Armada a no cumplir sus obligaciones constitucionales. Estoy totalmente seguro de que así no será. Los miembros de la Fuerza Armada cumplirán sus deberes militares, reconociendo como su comandante en jefe al ciudadano que gane las elecciones el 7 de octubre de 2012. Lo que si estoy seguro es que no será Hugo Chávez.-
oooOooo
Comandante Fidel Castro
La Habana, Cuba
Sr. Castro,
Me dirijo a usted en la oportunidad de responder a las alusiones que hizo de mí en sus Reflexiones sobre “La Genialidad de Chávez” del 26 de enero pasado. Me referiré a dos aspectos de su escrito: el que se refiere a mi intervención en la Asamblea Nacional y el relativo a sus opiniones sobre la política venezolana. El presidente Chávez intentó usar su presentación en la Asamblea para dos propósitos muy evidentes. En primer lugar, para mostrar un país de paz y prosperidad que no existe. Venezuela, con todos sus recursos humanos y naturales, vive los embates de la pobreza, el crimen y la humillación; en segundo lugar, quiso utilizar a los diputados de la oposición para mostrar al mundo un juego democrático que ha sido vulnerado por su gobierno, mediante el control abusivo de todas las instituciones del Estado y la represión hacia la disidencia. Frente a esta manipulación y la indignación que me produjo, tomé la palabra para denunciar que no existe ese país que describió Chávez y que, por el contrario, está signado por la escasez y el racionamiento, el crimen desatado y la acción vil e impune del Estado, que roba la propiedad privada mediante la figura de las expropiaciones. Por eso, cuando pronuncié la frase “expropiar es robar”, los venezolanos en su mayoría, sobre todo los más humildes, se sintieron expresados. No fueron frases que pusieron a prueba, como usted dice de Chávez, “su caballerosidad y sangre fría”, sino su engaño y el teatro que escenificaba hasta el momento de mi exposición. Usted asegura que “solo él fue capaz de responder con serenidad al insultante calificativo de 'ladrón' que ella utilizó para juzgar la conducta del Presidente por las leyes y medidas adoptadas”. Yo dije que expropiar es robar y lo sostengo. Fue el propio presidente Chávez quien se autocalificó de “ladrón” al asumir personalmente la responsabilidad de las expropiaciones, que son robos apenas revestidos de un barniz jurídico en el régimen actual. Tan importante es la propiedad que después de medio siglo, Cuba, de la mano de su hermano y Presidente, la ha redescubierto en su programa de reformas. Tampoco es verdad que, como usted asegura, Chávez “respondió a la solicitud individual de un debate con una frase elegante y sosegada "Águila no caza moscas", y sin añadir una palabra, prosiguió serenamente su exposición.” En ese momento el presidente Chávez perdió la compostura, su manoseada frase sobre águilas y moscas es una grosera manifestación de desprecio hacia sus interlocutores, que fue aderezada con una expresión según la cual yo no tengo “ranking” para debatir con él. Sólo un déspota considera que un parlamentario elegido por el pueblo no tiene credenciales para discutir con el presidente de su país. Pero en el fondo tiene razón el Presidente Chávez: él y yo estamos en niveles muy distantes en cuanto a la moral y los principios. Lo que usted, señor Castro, elude, es que mi interpelación al presidente Chávez expresó lo que un país hastiado de un régimen autocrático quiere decirle. Estas opiniones suyas no pasarían de ser la consabida lisonja que usted suele prodigar de tiempo en tiempo a Chávez si no fuera porque se atreve a incursionar en el debate político venezolano, como muestra del intervencionismo sistemático de su gobierno en los asuntos internos de mi país. Señor Castro, usted intervino en Venezuela en la década de los 60, cuando personal militar a su servicio pretendió imponer un régimen en Venezuela como el que usted impuso en su país. Las autoridades civiles y las Fuerzas Armadas de entonces lo derrotaron a usted, del mismo modo que las democracias latinoamericanas lo hicieron en toda la región. Su agresión causó muertes, incluyendo la de tantos jóvenes venezolanos que se hicieron ilusiones con su revolución. Más adelante, una vez derrotado y abandonado por la Unión Soviética, los demócratas latinoamericanos le abrieron a su régimen las puertas a la comunidad regional a condición de que iniciara un proceso de democratización. Uno de los que le facilitó ese reingreso fue el presidente Carlos Andrés Pérez, con quien usted se solidarizó cuando ocurrió el golpe de Estado del teniente coronel Hugo Chávez. Los venezolanos recordamos la carta suya al presidente Pérez en la que le decía: “En este momento amargo y crítico, recordamos con gratitud todo lo que has contribuido al desarrollo de las relaciones bilaterales entre nuestros países y tu sostenida posición de comprensión y respeto hacia Cuba. Confío en que la dificultades serán superadas totalmente y se preserve el orden constitucional, así como tu liderazgo al frente de los destinos de la hermana República de Venezuela”. Así se desmarcaba usted del golpe de estado de Chávez y expresaba su solidaridad al entonces Presidente, cuando su interés era retornar de algún modo a la comunidad latinoamericana debido a que los soviéticos habían dejado a su país sin oxígeno. Sin embargo, más adelante encontraría un nuevo auxilio. Usted se prestó a darle una credencial revolucionaria a quien no habría pasado de ser uno más de los militares golpistas de América Latina a cambio de recibir colosales recursos de nuestro país que le son negados a los ciudadanos venezolanos. Si en los 60 usted invadió a nuestro país en contra de la voluntad de su liderazgo civil y de las FAN, ahora lo hace porque el gobierno del presidente Chávez le ha entregado nuestra soberanía. Su ataque a Rómulo Betancourt no puede ocultar un hecho que está inscrito en la historia: Betancourt lo derrotó a usted política y militarmente, su reconcomio por esta fatalidad es evidente. No podía esperarse en sus consideraciones nada distinto al reconocimiento al general Henry Rangel Silva, recientemente promovido al cargo de ministro de Defensa de Venezuela. Es un militar cuestionado nacional e internacionalmente; en el exterior por supuestos vínculos con la guerrilla y el narcotráfico; dentro de Venezuela por haber amenazado en no reconocer el triunfo de las fuerzas democráticas en las próximas elecciones. Este oficial no representa a los militares institucionales de Venezuela, ni la protesta mayoritaria de éstos en contra de la invasión cubana a nuestra FAN. Usted ha invocado muchas veces como razón de su rebelión en la década de los 50 la intervención de los EEUU en su país durante más de la mitad del siglo XX. Usted ha sido crítico de la forma en la que los soviéticos, a sus espaldas, negociaron a Cuba en el marco de la Guerra Fría. Muchos cubanos todavía resienten la grosera participación de los soviéticos en la dirección del Estado cubano durante tres décadas. Usted, que sabe eso, podría imaginarse la indignación que produce a los venezolanos ver a cubanos enviados por su gobierno en las más altas esferas del Estado, en las instalaciones militares, en el Palacio presidencial, en los cuerpos de seguridad, en registros y notarías. Imagine la humillación que sienten los oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana al recibir órdenes de extranjeros como los oficiales cubanos, quienes invaden nuestras instalaciones militares. Venezuela ha sustituido a la Unión Soviética como sostén de Cuba, mientras aquí hay miles de refugiados que vieron sus viviendas destruirse y el gobierno no ha hecho nada para remediarles su situación. Su gobierno recibe –que se sepa– más de 110 mil barriles diarios de nuestro petróleo en forma de regalo, supuestamente compensado con servicios que no valen lo que cuesta producir el petróleo. Su régimen hace triangulaciones de negocios que encarecen lo que Venezuela importa y les permiten a ustedes una grosera e innecesaria tajada de comisiones. Chávez y ustedes han logrado que lo que ha sido la tradicional amistad entre cubanos y venezolanos, hoy esté atravesada por el resentimiento y la sospecha. Esa amistad volverá pero una vez que cese la invasión de funcionarios de su país al nuestro. Usted invocó en su revolución la necesidad de luchar contra los cipayos que en su país propiciaron la intervención foránea durante décadas. Nosotros hoy luchamos contra los cipayos que en Venezuela han propiciado la intervención del gobierno cubano en la dirección de nuestro Estado y nuestra sociedad. En el futuro seremos países amigos pero jamás aceptaremos la permanencia del status-quo que les ha permitido la anexión institucional de nuestro país al suyo. Tenga la seguridad de que mi gobierno estará comprometido con el pleno retorno de la democracia a Cuba. Comandante Castro, deje de intervenir en los asuntos internos de Venezuela. Hágalo de buen grado o las fuerzas democráticas de Venezuela se lo volverán hacer entender como hace 50 años. Maria Corina Machado.-
El cardenal venezolano Jorge Urosa calificó hoy como "grave" que se induzca a los niños a la violencia, llamó a los habitantes de este país a rechazar ese tipo de acciones y pidió al gobierno que tome cartas en el asunto. Urosa se refirió en un diálogo con periodistas a las imágenes de diarios locales que mostraron a varios niños portando armas largas y granadas en un sector del populoso barrio 23 de Enero, en el norponiente de Caracas. "Es grave que se esté induciendo a los niños a la violencia, es importante que todo el pueblo venezolano rechace esa actitud de estar induciendo a los niños en la violencia. El gobierno debe tomar cartas en el asunto", precisó el prelado. (Notimex).-
Generales Inmorales
Por: Rocío San Miguel
Lo más condenable del acto de trasmisión de mando del Ministerio de la Defensa sin duda fueron las palabras del comandante de la parada militar del acto, General de Brigada Antonio Benavides, Comandante del Regional N° 5 de la Guardia Nacional, cuando en su saludo al jefe de Estado y delante de los representantes de todos los poderes públicos incorporó la consigna "Rumbo al a la consolidación de la Revolución Bolivariana el 7 de octubre de 2012". Las palabras del G/B Antonio Benavides tienen que ser condenadas por el país pero más que eso, deben advertir que esta trayectoria de declaraciones emprendidas por el G/J Henry Rangel Silva en noviembre de 2010, están diseñadas para amedrentar e intimidar a los venezolanos de cara a los comicios electorales de octubre próximo y que sólo un puñado de generales radicales apoyan en el seno de la Fuerza Armada Nacional. La única respuesta posible frente a estos generales es una votación sobradamente mayoritaria el 7 de octubre de 2012, que saque del poder a Hugo Chávez Frías y que enfrente a estos militares que han violado la Constitución al dilema de atreverse a aplastar la decisión de un pueblo, sabiendo que no encontrarán apoyo en subalternos. En un país democrático con plena independencia de poderes públicos, estas declaraciones y consignas que han venido siendo realizadas por un grupo muy reducido de generales, significarían la inmediata separación de su cargo de estos militares y la apertura de un consejo de investigación que derivaría, no me cabe la menor duda, en la judicialización en una corte marcial de estos personajes por el delito de rebelión militar, previsto en el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia Militar, que acarrea penas hasta de 30 años de presidio y expulsión de la Fuerza Armada Nacional, previa degradación. Pudiendo configurar también esta amenaza que vienen realizando de desconocimiento de la soberanía popular una instigación a delinquir. Las expresiones emitidas por el G/J Henry Rangel Silva el 8 de noviembre de 2010: "La hipótesis (de un gobierno de la oposición) es difícil, sería vender al país, eso no lo va a aceptar la gente, la FAN no, y el pueblo menos". Reiteradas en un escrito dirigido a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional, con motivo del Bicentenario de la Independencia el 5 de julio de 2011 con estas palabras: "Somos los llamados a consolidar la lucha revolucionaria, no podemos permitir que nos regresen a las tinieblas, mantengamos el rumbo". Y declaraciones como las del hoy Director de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), G/B Wilfredo Figueroa Chacín, el 2 de agosto de 2011, cuando señaló: "No aceptaremos ningún otro comandante", junto a las de ahora de Benavides Torres, sólo indican que un reducido grupo de oficiales radicales e inmorales son los dispuestos a violar la Constitución de cara a las elecciones presidenciales del 2012, tal como está quedando demostrado en las propias narices de los poderes públicos nacionales con competencia para hacer cesar este agravio a la Nación.-
Art. 328 DE LA CONSTITUCION NACIONAL: "La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley. La FAN está integrada por los componentes Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional.
NOTA: EN NINGUNA PARTE DE ESTE ARTICULO SE MENCIONA A LAS “MILICIAS NACIONALES BOLIVARIANAS” NI A “LOS GUARDIANES DEL PUEBLO”, CON LOS QUE SE QUIERE REEMPLAZAR A LA GN, COMO COMPONENTES INTEGRANTES DE LA FAN, POR LO TANTOS SON INCONSTITUCIONALES Y DEBE SER ACTIVADA SU DENUNCIA HASTA LOGRAR SUS RESPECTIVOS DESMANTELAMIENTO.
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