Desde su cueva barinesa, Adán Chávez dice:
ND.- “No existen más de dos formas de entender la política en Venezuela…No hay posibilidad de una tercera vía. Aquí se es marisco o molusco, socialista o capitalista”.
Así, sin anestesia, el ignorante hermano mayor del enfermo niega la existencia de los países más desarrollados del planeta, en los cuales ha existido, por muchas décadas, una combinación más o menos armoniosa de capitalismo y socialismo: Noruega, Suecia, Finlandia, Holanda, Canadá, hasta la misma USA, tienen rasgos capitalistas y socialistas en su estilo de gobierno y en la relación existente entre el estado y la sociedad.
Lo que Adán hace es llamar socialismo una ideología política que enfatiza la militarización de la sociedad, el monopolio del aparato productivo por parte del Estado, la centralización férrea de la toma de decisiones y la eliminación/hostigamiento del sector privado. En lo que piensa Adán Chávez es en el comunismo, no en el socialismo. Y paradojicamente, Adán está realmente apoyando el peor de los capitalismos, es decir, el capitalismo de Estado, el cual ha sido un rasgo determinante del comunismo en la Unión Soviética y ahora en Cuba, Bielorrusia, la Venezuela de su hermano y otros similares fósiles políticos del Siglo XXI.
El socialismo de los países desarrollados arriba citados es predominantemente una filosofía que regula la relación entre el estado y la población, dándole a la población beneficios económicos y sociales que traten de garantizarle una adecuada calidad de vida: seguridad social, educación, seguros, jubilaciones, sistemas de salud y otros beneficios similares. Esta filosofía socialista co-existe pacificamente en esos países con una economía capitalista en la cual el sector privado de la economía juega un papel fundamental y donde existe la libre empresa, un acentuado nivel de impuestos y una moderada intervención del estado en los procesos productivos. En ese socialismo nórdico la seguridad social es prioritaria y funciona. No se basa en políticas de limosna, como lo que ha impuesto el enfermo en Venezuela, sino en una retribución justa por parte del Estado a los ciudadanos, en base a lo que estos ciudadanos aportan al Estado como miembros productivos de la sociedad. Cuando esa simbiosis es intensa se habla de un Estado socialista que puede perfectamente ser, y frecuentemente es, claramente capitalista en lo que se refiere a los procesos productivos.
La expresión de Adán es muy típica del chavismo, inspirada por Joselo: o somos mariscos socialistas o moluscos capitalistas. No hay alternativas.
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