En Gráfica: Red terrorista en Venezuela: Tarek El Aissami - Ghazi Atef y Abdallah Nasseredine
RED Terroristas de Hezbollah |
El terrorismo organizado existe. Países lo han utilizado como segundo frente, es un método de lucha para ciertas organizaciones, hay quien lo financia a cambio de tranquilidad y algunos idealistas han abrazado su causa de buena fe.
La Internacional Terrorista actúa bajo una lógica de reivindicaciones y con una visión radicalizada de un proceso de victimización, un terreno fértil al fanatismo y a la manipulación de supuestos “líderes”.
Crea redes, coloca su dinero, entrena su gente y dispone sus objetivos por todo el planeta, su campo de batalla.
Inglaterra, España, Rusia, USA: 3.446 muertos y 2.600 heridos.
Indonesia, Bali, Yakarta, Turquía, Pakistán, Manila, 314 fallecidos, Afganistán, Pakistán, Uzbekistan, Tanchent, Boukhara: India, Kenia, Túnez, Marruecos, Egipto, Arabia Saudita, Yemen, Irak, Jordania, centenares de muertos. Vidas humanas reducidas a un simple pretexto.
¿Cómo combatirlos si las reglas del juego no son las mismas?, ellos pueden violar nuestros principios, los demócratas estamos obligados a no traicionar nuestra especificidad.
Pero podemos rechazar al líder que manipula y al Jefe de Estado que con malabarismos ideológicos justifica sus relaciones, por razones de interés económico u otros oscuros.
El terrorismo es un parámetro obligado en política internacional. Es materia de Seguridad de Estado o un debate electoral, “Guerra Santa” para los radicales. Una lucha que busca desestabilizar Gobiernos, que algunos entienden como militar, pero que es también política, económica e ideológica.
Los escenarios distantes se repiten cerca. En su libro “Les dossiers secrets du terrorisme” Roland Jacquard afirma: “ el Gobierno de las Islas Caimán informó que terroristas afganos, detenidos en el lugar, han explicado haber transitado por Cuba, transportando dos millones de dólares”. Un caso similar al de Panamá, con otros dos millones que se dirigían a la isla del Caribe. Los métodos siguen vigentes y lo que Cuba, la FARC y otros han intentado con dificultad, les puede resultar muy fácil con la renta petrolera venezolana.
Chávez buscaba reciclar al Camarada Carlos, útil por su capacidad para reunir alrededor de él activistas de todo género, de cualquier confesión o sin ella. Enfrentarlo significa escoger un cierto tipo de civilización.
Carlos se presenta como un “revolucionario internacional”, capaz de justificar cualquier medio de lucha, está listo para luchar en contra de todos los países en desacuerdo con su ideal de sociedad, en ese sentido el fin último es implantar en el mundo un sistema uniforme, que según sus ideas daría como resultado un “ sistema mundial islámico fundamentalista de tradición Leninista”.
Olvida que a diferencia de la revolución la naturaleza del acto terrorista busca generalizar el terror. Convertir en héroes a asesinos de inocentes a cambio de un impacto mediático, no tiene objetivos militares, apuntan a un público normal que incluye mujeres y niños. A diferencia del revolucionario que está dispuesto a arriesgarlo todo por su causa, el terrorista, escondido espera el momento oportuno para lanzar su golpe traicionero cuando corra menos riesgos.
Al-Qaeda, le ha declarado la guerra a Occidente, con una lógica aterradora. Mientras más muertes, más horror y más publicidad, así que según los expertos de los atentados en Madrid podríamos, en el futuro, pasar a ser víctimas de un ataque químico o biológico de masas.
Digamos las cosas claras. Esas acciones necesitan financiamiento. Los recursos vienen de países que directa o indirectamente subvencionan los grupos extremistas, de la droga, asaltos y secuestros, de impuestos revolucionarios aplicados a la población civil, hay que evitar que la renta petrolera los financie, a través de Cuba, las FARC, el ELN de Colombia o con el apoyo que el Gobierno venezolano le brinda a grupos extremistas islámicos.
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