De
entrada me atrevo a afirmar que de ese terrible catálogo el socialismo se halla
en cabeza. Porque es el caso que a diferencia de otras grandes tragedias
políticas de la humanidad tales como el fascismo y el nacionalismo, el
socialismo posee una capacidad para el mimetismo y la mentira, que le resulta
ajena a los primeros.
Vemos
entonces cómo a pesar de todo el legado destructivo del socialismo a través de
la historia, que lo hace acreedor entre otros títulos, ser la doctrina política
que mayor cantidad de asesinatos ha promovido en el planeta, al efecto,
bastaría sólo con recordar las ejecuciones masivas en la extinta Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), sin embargo en la Venezuela del siglo
XXI esa capacidad para el engaño alcanza un nivel de excelencia tal que no sólo
le ha permitido sostenerse en el poder, sino además es el caso que la ideología
socialista en gobierno no resulta confrontada ni siquiera por el discurso de
quienes están llamados a hacerlo. Veamos.
Tan
paradójica situación tiene su explicación, a la que trataremos de aproximarnos
en estas escuetas líneas. La estatización de la industria petrolera a partir
del 1º de enero de 1976, dio lugar a la típica corrupción, despilfarro e
ineficiencia inherente a todo Estado Nacional cuando gerencia y administra
empresas mercantiles, y producto de ello tenemos la enorme tasa de pobreza
nacional. Ésta observó un incremento exponencial, que tuvo en el populismo
partidocrático y su clientelismo inherente, a los sellos del Estado paternalista,
ello en lugar de políticas públicas de apoyo social con base en el trabajo, la
educación y servicios públicos de primera.
Comprender
lo anterior como caldo de cultivo ideal para el socialismo y su famosa receta
de "lucha de clases", "dictadura del proletariado" y la
"necesaria" propiedad y administración colectiva de los medios de
producción como única vía para alcanzar la justicia social, constituye el más
simple ejercicio de observación y análisis para quien haya vivido y padecido en
la Venezuela de los 20 años pasados.
Es
el caso que el socialismo en gobierno puede alcanzar tales niveles en su
ejercicio de maldad, ello en relación a nuestro referente cultural: la ética
cristiana, que es capaz de hacerle creer a sus seguidores que la personal
existencia de cada uno de ellos, individual y colectivamente considerada,
resultaría de imposible continuación sin la pervivencia del socialismo en
gobierno.
Así
tenemos que nuestro candidato presidencial por la Unidad Democrática omite su
obligación política de develar la inviabilidad fáctica del socialismo en
gobierno, por cuanto un amplio sector de la sociedad, ayer víctimas del
populismo, hoy del socialismo, presentan una plena y absoluta dependencia ante
el Estado Nacional vigente. "Es decir hay que correr la arruga".
Lo
anterior tendrá graves consecuencias, quizá no tan terribles como lo sería la
permanencia del socialismo en gobierno y de allí ésa dolorosa concesión , sin
embargo no está demás puntualizar sobre la necesidad de instaurar a la brevedad
posible el Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, conforme a la
Carta Magna, por cuanto el sostenimiento del actual aparato socialista más allá
de lo estrictamente necesario a la sobrevivencia de la República, implicaría en
primer término una excesiva carga para el patrimonio de todos y cada uno de los
venezolanos, ya muy comprometido en virtud de las irregularidades
administrativas conocidas en cabeza del actual régimen, y luego, una razón
tanto más grave que la anterior: la pervivencia ad infinitumdel mito socialista
dificultaría en grado sumo la indispensable reconciliación del gentilicio
venezolano.
Desmontar
esa estafa llamada socialismo es labor de Patria, algo que concierne a todo
venezolano de bien. Cada uno de nosotros, puede y debe aportar su grano de
arena para vencer en la más importante batalla de la política: "La batalla
de las ideas" empleando para ello la mejor de todas las armas: la verdad.
El más grande de los maestros lo llegó a decir: "Yo los envío como a
ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos
como palomas". Mateo 16:10. ORA y LABORA.
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