Frente
a la reciente comunicación de la Canciller de Guyana Carolyn
Rodrigues-Birkett al Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, en la
cual se hace referencia a la carta del Canciller venezolano Nicolás
Maduro Moros del 9-3-2012, la alternativa democrática desea manifestar
lo siguiente:
La Canciller de Guyana en su carta al Secretario
General de la ONU trata de desconocer unilateralmente el objeto del
Acuerdo de Ginebra, sosteniendo la tradicional posición pública
guyanesa que el Acuerdo fue suscrito para establecer la validez de la
contención venezolana de que el Laudo es nulo e irrito.
Se
trataría, por tanto, según Guyana, de una disputa esencialmente
jurídica. Venezuela, por su parte, afirma que no tiene sentido proponer
una solución "práctica y mutuamente satisfactoria" a una controversia
estrictamente jurídica.
Negociar la validez o nulidad de un
Laudo entre dos partes que tienen posiciones opuestas es inconcebible.
La razón jurídica no es negociable: se tiene o no se tiene. Y
difícilmente se confiaría a negociadores diplomáticos la función de
adjudicar derechos.
Por lo tanto, para Venezuela el Acuerdo
pone de lado el fraudulento Laudo de 1899 y su objeto es el arreglo
práctico de la controversia, satisfactorio y aceptable para ambas
partes.
Efectivamente si, como lo plantea la posición guyanesa,
la controversia se limita a establecer la validez o nulidad del Laudo, a
primera vista, no se entendería la razón por la cual Guyana aceptó
firmar el Acuerdo de Ginebra. Simplemente, debería haber ido a la Corte
Internacional de la Haya. Por cierto, el ex Presidente de Guyana Cheddi
Jagan, padre fundador del actual partido de gobierno guyanés, como Jefe
de la Oposición en 1966, se opuso a la firma del Acuerdo de Ginebra
afirmando que de esa forma: "se concedió reconocimiento a la espuria
reclamación territorial venezolana y lo que era un caso cerrado desde
1899 fue reabierto."
Desgraciadamente, el Gobierno del
Presidente Chávez ha contribuido irresponsablemente, a partir del año
2004, a que Guyana pensara que Venezuela se había desinteresado de la
reclamación. En efecto el entonces Embajador de Guyana en Venezuela
Odeen Ishmael llegó a afirmar que el Presidente Chávez debería "dar un
paso al frente para retirar el reclamo venezolano."
Las irresponsabilidades, tanto de acción como de omisión, de este gobierno al respecto son muchas, mencionaremos sólo algunas:
1) En
el 2004, el Presidente Chávez declaró que Venezuela no se oponía a que
Guyana otorgara unilateralmente concesiones y contratos a compañías
multinacionales en el Esequibo, con lo cual acabó con casi 40 años de
diplomacia venezolana y entregó unilateralmente y, a cambio de nada, uno
de nuestros pocos instrumentos de negociación. Desde entonces, Guyana
tiene una poderosa razón más para no negociar.
2) En el
2007, el Presidente Chávez afirmó, y desde entonces lo ha repetido en
varias ocasiones, que la reactivación de la reclamación venezolana sobre
el territorio Esequibo en 1962, por parte del Gobierno de Rómulo
Betancourt, fue producto de la presión de los Estados Unidos,
supuestamente interesados en desestabilizar el gobierno autónomo (pero
todavía no independiente) del Primer Ministro izquierdista de la
entonces Guayana Británica, Cheddi Jagan.
3) En la
exposición de motivos de la Ley de Presupuesto de 2012, se menciona
irresponsablemente a Punta Playa, como punto de referencia para negociar
con Guyana la delimitación de áreas marinas y submarinas. Punta Playa
está en la "frontera" entre el territorio venezolano, reconocido por
Guyana, y la zona en reclamación del Esequibo, por tanto se encuentra en
la Línea del Laudo de 1899, que Venezuela considera nulo e irrito.
Exhortamos
al Gobierno Nacional a que responda oportunamente a esta nueva
actuación del Gobierno de Guyana, reiterando la posición nacional al
respecto.
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