Líderes
de la Revolución Bolivariana, impulsados por temores de que la
enfermedad del presidente Hugo Chávez también haya herido de muerte las
aspiraciones electorales del chavismo, esbozan estrategias para
permanecer en el poder a toda costa, con planes violentos que incluyen
la provocación de un estallido social, denunció el secretario general
del partido Acción Democrática, Henry Ramos Allup.
Ramos,
quien se encuentra esta semana en Miami, advirtió que fuerzas del
chavismo están creando nuevos grupos paramilitares, armándolos con
algunos de los cientos de miles de rifles Kalashnikov adquiridos por
Chávez, a fin de que estas nuevas agrupaciones emprendan acciones de
violencia y anarquía que justifiquen una intervención militar y la
suspensión de las elecciones presidenciales de octubre.
"Vienen
conmociones civiles, que las van a provocar, para frustrar las
elecciones", advirtió el líder opositor en una rueda de prensa convocada
por el capítulo en Miami de Mesa de la Unidad Democrática en el
restaurante El Arepazo 2, en Doral.
"Esos
grupos subversivos, ante la imposibilidad de ganar las elecciones,
organizarían un tumulto que comprendería saqueos, asaltos selectivos a
dirigentes de la oposición y a factores de la clase media. [La idea es]
ejecutar cualquier plan de desorden civil para justificar la irrupción
de las Fuerzas Armadas para mantener el orden", añadió.
Las advertencias son lanzadas en momentos en que aumentan las especulaciones de que la salud de Chávez empeora aceleradamente.
El
gobernante, quien ha tratado su enfermedad como si se tratara de un
secreto de Estado, ha insistido en diversas ocasiones en que está en
franco proceso de recuperación, pero insistentes versiones aseguran que
el cáncer que padece se encuentra bastante avanzado, es de una variedad
muy agresiva y que al gobernante sólo le quedan algunos meses de vida.
Ramos
señaló que la gravedad de la enfermedad del mandatario se filtró hace
apenas unos días a la opinión pública, luego de que en una reunión
interna del oficialista Partido Unido Socialista de Venezuela (PSUV),
los dirigentes del chavismo comenzaran a discutir escenarios en el que
Chávez no fuera candidato.
"Ya oficialmente, el partido de gobierno asume que Chávez puede no ser candidato porque se puede morir", comentó.
El
opositor dijo que la información que él ha recibido apunta a que el
gobernante no estará en condiciones de participar en las elecciones
presidenciales del 7 de octubre, pero advirtió que las fuerzas del
chavismo piensan de una manera muy diferente en medio del fervor
"religioso" que el gobernante ha creado en su entorno.
Ese
fervor, que ha colocado a Chávez en el centro del universo
revolucionario, así como el comparativamente bajo arrastre popular de
sus más cercanos colaboradores, convierten al mandatario en el mejor
candidato del chavismo incluso cuando está gravemente enfermo, explicó.
"Es
el que más votos les garantiza [y] dado el sistema religioso que impera
en el PSUV, Chávez en silla de rueda, en terapia intensiva, entubado,
como sea, mientras esté vivo, mientras no lo hayan inhumado, va a ser el
candidato [del gobierno]", expresó.
Bajo
la lógica chavista, el nombre de Chávez en la boleta electoral sería
suficiente para garantizar el triunfo electoral, pero el escenario es
muy distinto si fallece antes de las elecciones.
El riesgo de que sea eso precisamente lo que ocurra ha propiciado una serie de situaciones dentro del chavismo, comentó Ramos.
Por
un lado, están las maniobras internas de posicionamiento entre los
máximos dirigentes para tratar de quedar como los herederos del
movimiento. Es un juego que en un momento dado incluyó al hermano del
mandatario, Adán Chávez, y a una de sus hijas, María Gabriela, los
cuales han quedado apartada del proceso, afirmó.
Las
mayores opciones de sucesión residen entre el canciller Nicolás Maduro y
el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. Maduro, según
Ramos, es el favorito de La Habana, pero Cabello es el que concentra el
mayor poder político y económico.
La
gravedad de la enfermedad también está llevando a algunos sectores del
chavismo a planificar esquemas para preservar el poder por la fuerza, en
caso de que comenzaran a escasear las garantías de una victoria
electoral.
"Si
ellos tienen la certeza de que Chávez no es candidato, y que no pueden
construir de aquí allá a un candidato con posibilidades de ganar, van a
hacer lo posible para que no haya elecciones", advirtió Ramos.
"Allí
hay actores, que por los enormes privilegios que han acumulado, por las
enormes cantidades que han acumulado, también porque se han enriquecido
indebidamente […] no van a ceder sus privilegios de buenas a primera",
añadió.
Según
Ramos, grupos paramilitares vinculados con el chavismo, conocidos en
Venezuela como colectivos, han estado recibiendo armamento de guerra por
parte de las autoridades venezolanas.
Algunos
de estas agrupaciones ya controlan parte del casco metropolitano de
Caracas y zonas donde ni siquiera las Fuerzas Armadas se atreven a
ingresar.
Agregó
que el gobierno está creando nuevos colectivos, que estarían siendo
equipados para futuros planes de desestabilización y para intimidar a la
población venezolana.
Advirtió que hay segmentos dentro de la oposición que serían presa fácil de este tipo de práctica.
"Hay
sectores de la población, generalmente ubicados del medio para arriba,
que muchas veces prefieren la esclavitud de una bota militar a los
peligros que comporta vivir en libertad. Y si los amenazan con saqueos,
con represión, dicen `no, el orden sobre cualquier otra cosa'. Entonces
se calan una suspensión de elecciones", sostuvo.
"El
soldado, sobre todos los demás, ruega por la paz porque es él el que
debe sufrir y llevar las heridas y las cicatrices más profundas de la
guerra."
General Douglas MacArthur
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