5/6/12

El ocaso de una Izquierda oportunista


La confusión ideológica no parece tener fin en nuestro país. El apoyo de algunos sectores de la izquierda venezolana al proyecto facho-militarista que encarna el tte coronel ha generado un gran desconcierto ideológico a nivel nacional e internacional.
Estos sectores provienen de una izquierda utilitaria, cansada de practicar la honestidad, que se ha doblegado frente a un proyecto precario ideológicamente que ha incorporado demagógicamente a su discurso electoral una “retórica socialista”. Es una izquierda oportunista que habla en nombre de un “marxismo”, que tiene nada o poco que ver con el pensamiento critico de Marx. Son los embaucadores del siglo XXI que promueven una veneración supersticiosa al líder del proceso (culto a la personalidad) al igual que al Estado (Estadolatría). Estadolatría que no tiene nada que ver con el socialismo originario de Marx, pero si con los regímenes despóticos y represivos del siglo pasado. Una izquierda que se ha desdibujado ideológicamente y que sobrevive gracias al espacio político que le proporciona el vocinglero de Miraflores y su facho despotismo militar.
Son una pandilla de oportunistas que renunciaron a sus propuestas emancipadoras de antaño, y que hoy solo responden “rodilla en tierra” a las imposiciones del comandante-presidente. Son los nuevos mujiquitas que respaldan las políticas antiobreras del régimen, la privatización gradual de PDVSA (creación de las empresas mixtas), apoyan la violación de los derechos humanos y promueven la farsa del poder popular, que no es más que una nueva forma de control social.
Es una izquierda bastarda cuyo accionar político esta divorciado de las banderas tradicionales e irrenunciables de la izquierda revolucionaria. En nombre de la izquierda estos impostores apoyan a regímenes reaccionarios y oprobiosos como el de Bachar al Asad de Siria y el de Mahmud Ahmadinejad de Irán entre muchos otros.
Resulta sorprendente observar cómo los antiguos paladines del "socialismo científico" son hoy los que participan desvergonzadamente en la construcción del fraudulento mito socialista bolivariano. Da auténtica vergüenza ver el nivel de cinismo con que connotados dirigentes de esta izquierda gobiernera defienden a un régimen que constituye la antítesis de los postulados por los cuales lucharon denodadamente en el pasado. En el olvido quedaron sus luchas a favor de la libertad sindical, del derecho a la contratación colectiva de los trabajadores y a la huelga. Guardan silencio ante los atropellos del régimen en contra de la autonomía universitaria. Aplauden la conducta represiva y criminal de los cuerpos de seguridad del Estado y de la Guardia Nacional. Se han convertido en verdaderos Millán-Astray ("Muera la intelectualidad traidora", "Viva la muerte") en su lucha en contra de la cultura y la investigación. Apoyan cínicamente la entrega de nuestro petróleo a las transnacionales, la imposición de impuestos regresivos tipo IVA y callan celestinamente frente a una corrupción galopante que carcome al país. De irreverentes antimilitaristas, se han transformado en sumisos lamebotas del gorilato de Miraflores.  Dan pena y vergüenza ajena.
No hay la menor duda que el montaje ideológico que ha logrado esta izquierda fraudulenta y eunuca sólo ha favorecido a la consolidación de los sectores más reaccionarios de la sociedad venezolana y a oxigenar el proyecto de dominación con sus nuevos actores. El maridaje ideológico del socialismo bolivariano con el nazi-fascismo es algo sorprendente a pesar de la ceguera o ignorancia política de muchos por aceptarlo.

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