Como todas las tiranías absolutistas, la
de Basahr Al-Asad recurre a la violencia, la represión y la muerte como
instrumentos para perpetuarse en el poder. Protagonista de la primera sucesión dinástica
en una República Arabe, Bashar llegó al poder con una aureola de reformista, amigo
de las nuevas tecnologías y capaz de poner un rostro humano al régimen
intensamente dictatorial heredado del padre, bajo cuyo puño de hierro se arraigaron
en Siria la hegemonía del partido Baaz y el Estado policíaco. Sin embargo, las
esperanzas de apertura democrática, alentadas por unas amnistías parciales de
presos políticos y un ensayo de libertad de expresión que fue conocido como la Primavera
de Damasco, no tardaron en desvanecerse, ante la imposición de una brutal represión
por parte del nuevo régimen.
La masacre de Hula (área en la provincia
de Homs, Siria), el pasado 25 de Mayo constituye un nuevo episodio de esta perversa
represión demencial en contra del pueblo sirio en su lucha por mayores espacios
democráticos y reformas sociales.
En Hula fueron asesinados más de 100 personas,
incluyendo a 49 niños y 34 mujeres a manos del ejército y las fuerzas paramilitares
(shabila) del carnicero de Al-Assad quienes han asesinato aproximadamente a más
de 12.000 ciudadanos sirios en los últimos meses. La matanza en Hula no puede
considerarse como un caso aislado realizada en forma anárquica por unidades
militares y paramilitares. La misma constituye la materialización de la política
de exterminio que el régimen viene desarrollando en contra del pueblo sirio.
Prueba de ello es que a los pocos días de la masacre de Hula, ocurrió otra en
la localidad de Hama con un saldo elevado de víctimas.
Entre los trogloditas que le han
brindado apoyo al régimen sanguinario de Al-Assad figuran el iletrado de
Miraflores y sus compinches del Alba. Recordemos que el patán de Miraflores condecoró
el 29 de junio de 2010 al sátrapa sirio con el Gran Cordón de la orden del
Libertador en su primera clase y le entregó una réplica de la espada de Simón
Bolívar, durante la firma de acuerdos entre Siria y Venezuela. El vocinglero de
Miraflores en esa ocasión afirmó que Al Assad “no sólo está al frente del
pueblo sirio, sino también de los pueblos de Arabia en la lucha incesante y
valiente por la libertad, la paz y contra el imperialismo”. Además señalo: “no
exagero cuando digo que tú eres uno de los libertadores del mundo nuevo” y
concluyó afirmando “No sólo es la espada de Bolívar, querido hermano Bashar, es
la espada de la liberación de los pueblos. Para ti, que la mereces”. Pero
además el tte coronel ha dispuesto el envío de diesel (más de 1.800.000
barriles) a Siria como parte de la solidaridad militante de la “robolución bolivariana”
para con al régimen criminal de Al-Assad. Es obvio que el apoyo del tte coronel
para con Al-Assad confirma una vez más su afinidad por regímenes tiránicos y
totalitarios.
A pesar de que diversos organismos
internacionales, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos de la ONU han
condenado y solicitado una investigación "integral, independiente y sin
restricciones" de la masacre ocurrida en Hula, el régimen del inquilino de
Miraflores ha guardado un silencio sepulcral. Cínicamente bajo la excusa de la
autodeterminación de los pueblos, y el supuesto carácter antiimperialista del
régimen sirio, ignoran las barbaridades cometidas por el carnicero sirio
y solo condenan una imaginada conspiración en contra de ese país por parte de
las potencias occidentales. Los socialfascistas criollos se niegan aceptar que el
pueblo sirio se ha sublevado en contra de la dictadura del clan Al-Asad que ha gobernado
ese país durante los últimos 42 años (30 años Hafez, el padre, y 12 años hasta
ahora Bashar, el hijo).
Lamentablemente el pueblo sirio desafía
la represión, las masacres, los bombardeos que el clan criminal de Al-Asad está
llevando a cabo ante una pasividad enfermiza de la comunidad internacional, así
como el silencio y/o la complicidad de una izquierda alcahueta que se desdibuja
ideológicamente. Vale recordar las palabras Riad Turk, líder del Partido Comunista
Sirio (PCS) miembro del Consejo Nacional Sirio, encarcelado durante 20 años por
el clan Al-Asad: “con el ascenso al poder del clan Al-Asad, nació el Reino del
Silencio”
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