25/6/12

Grave: Irán recibió un caza F-16 de Venezuela para calibrar sus radares





Irán ha estado haciendo pruebas con al menos un F-16, avión de combate de fabricación estadounidense, para calibrar sus radares y familiarizarse con sus capacidades ante un posible ataque de Israel o de Estados Unidos, según fuentes de una agencia de inteligencia no occidental. 
 
El envío de un aparato desde Venezuela, desmontado y cargado dentro de un Boeing 707, ha sido confirmado por un mando de la Fuerza Aérea Venezolana que reclama anonimato. Documentación aportada por una tercera fuente contempla un acuerdo entre los dos países para el suministro de varios F-16, dentro de la estrecha cooperación militar entre Caracas y Teherán, ya puesta de manifiesto por ABC.

Los analistas consideran que el peso de un ataque por parte de Israel contra las instalaciones del programa nuclear iraní descansaría sobre todo en la flota de F-15 que tiene ese país, pues ese modelo cuenta con una mayor autonomía de vuelo. De todos modos, como esos aviones requerirían igualmente ser repostados en vuelo, también se ha mencionado la posibilidad de que la aviación israelí utilice una base en Azerbaiyán, al norte de Irán, cuyo acuerdo de uso fue desvelado por la revista «Foreign Policy» en marzo. Eso reforzaría la participación en el ataque del F-16. Por su parte, EE.UU. tiene escuadrones de F-16 en sus bases del Golfo Pérsico.
 
Sukhois rusos

Venezuela compró a EE.UU. ese tipo de caza antes de la llegada de Hugo Chávez al poder. De los 24 adquiridos en 1983, tres quedaron inutilizados por accidente y al parecer en este momento solo hay doce unidades en activo. Es posible que algunos hayan quedado recluidos en los hangares por falta de repuestos, pero varios han podido ser vendidos o cedidos a terceros países, sin autorización de EE.UU., algo contrario a las condiciones de venta original, como ya anunció el Gobierno que era su intención. El régimen chavista está sustituyendo esa flota por 24 Sukhoi rusos.

La minuta de una visita a Teherán en agosto de 2009 por parte del entonces presidente de la Compañía Anómina Venezolana de Industrias Militares (Cavim), general Aref Eduardo Richani, indica que «la parte venezolana se comprometió a agilizar los estudios de factibilidad a las propuestas presentadas por AIO [Aviation Industries Organization] sobre aviones F-16». El documento, del que este diario tiene una copia, está firmado por lado iraní por el general Mohammad Beig Mohammad Lou como viceministro de Logística del Ministerio de Defensa. El acuerdo también menciona otros casos de cooperación, como la venta de aviones no tripulados.

Aunque algunos de los proyectos firmados entre los dos países no llegan a ejecutarse, en el caso de los F-16 hay al menos la constancia de un envío previo realizado en agosto de 2006. La operación fue iniciada por el teniente coronel Luis Reyes Reyes, uno de los colaboradores más cercanos a Chávez, y contó también con la intervención del general de división Roger Cordero Lara.

Según el testimonio confidencial ofrecido ahora por un mando de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV), un F-16 biplaza de la base de Maracay fue desmontado e introducido en grandes contenedores de madera «sellados», sin ninguna indicación externa sobre su contenido. La carga fue introducida en la base aérea El Libertador en el Boeing 707-6944 de la FAV, en un modelo que combina la condición de carguero y tanquero. La ruta contemplaba escalas en Brasil (Recife) y Argelia, con final en Teherán. Con posteridad, pilotos venezolonos fueron enviados para manejar el aparato, ensamblado de nuevo en la base iraní de Mehrabad, y adiestrar en el biplaza a los iraníes.

Esa misma persona identifica a Karim Lezama, un teniente coronel venezolano en la reserva, como alguien ocupado en hacerse en Estados Unidos con recambios de F-16, así como de F-14 Tomcats, caza que ya solo está operativo en Irán, que lo adquirió antes de la revolución islámica.

Información de una agencia de inteligencia no occidental indica que el avión enviado por Venezuela ha sido utilizado para calibrar el sistema antiaéreo a las especificidades del F-16, así como para estudiar su tecnología mediante ingeniería inversa. Disponer de uno de esos cazas permite saber cómo se nota su presencia en el radar o la velocidad con la que se aproxima, lo que es útil para conocer mejor al enemigo en caso de un enfrentamiento.

Ely Harmon, investigador del Instituto Internacional para el Contraterrorismo israelí, que ha publicado varios estudios sobre la presencia de Irán en Latinoamérica, apunta tres posibles finalidades en la operación de envío del avión venezolano: acceder a tecnología para constuir un avión más moderno, tratar de conocer mejor cómo operan las fuerzas aéreas de Estados Unidos e Israel, y pasar tecnología a otros países, como Rusia y Corea del Norte. «Ese avión es muy útil para las fuerzas áereas de Irán, porque les permite entrenar a sus propios pilotos en las tácticas de otros. Pone de manifiesto la profunda relación entre Irán y Venezuela». Una colaboración que, en su opinión, podría también manifestarse en la represalia contra quienes ataquen las instalaciones nucleares iraníes.

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