En
la rueda de prensa ofrecida el pasado 10 de julio, Hugo Chávez anunció
claramente cuáles son sus planes para el futuro inmediato:
1.
Aseguró que no existe ninguna posibilidad de que pierda las próximas
elecciones presidenciales. Hizo uso de encuestas, incluso las que se
identifican con la oposición. Presentó gráficos con los resultados de
los comicios realizados durante los últimos años, afirmando que la
oposición tiene un techo de cinco millones de votos, que son los que
volverá a sacar.
2.
Denunció que la oposición sabe que va perder y que pretende desconocer
los resultados del 7-O; por eso los ataques que ya han comenzado a
lanzarse contra el CNE. Dijo que la oposición desea sacar la gente a la
calle, para provocar un “golpe de Estado”.
3.
Amenazó a la oposición con aplastar la protesta que tiene planificada y
aseguró que para tal fin cuenta con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
Recordó los acontecimientos del 11A y dijo que la situación castrense
actual es muy diferente, porque ahora los militares son chavistas.
4.
Aseguró que, frente a la posibilidad de un “golpe de Estado” de la
oposición, cuenta con el apoyo de casi todos los países
latinoamericanos, que sin duda reconocerán su segura victoria.
Para
ilustrar su punto, comparó su situación actual, con la de los
sandinistas en 1990, que tuvieron que entregarle a Violeta Chamorro por
no tener respaldo internacional y por estar bloqueados económicamente.
“Ahora es distinto”, dijo, “porque Lula, Dilma, Pepe, Cristina, Evo,
Rafael, Daniel, todo el Caribe y Centro América, están conmigo, y porque
además tenemos petróleo”-
5.
Advirtió muy claro, que inmediatamente después de su victoria, acelerará
y profundizará la revolución, para hacerla irreversible. Implicó que
respecto a su desaparición física, la persona de Chávez ya trascendió en
un movimiento que tiene vida propia y que será imposible de detener.
Interpretación
1.
Para Chávez, la campaña electoral es secundaria. Participará algunos
actos públicos para simular una campaña. Su “triunfo” está garantizado
por el ventajismo en el uso de los recursos y los medios del Estado, y
por el control que mantiene sobre el CNE. Está convencido que, pase lo
que pase, el 7-O Tibisay Lucena anunciará su victoria.
2.
Chávez ya acordó con los militares tomar las acciones requeridas para
apoyarlo y para aplastar la protesta popular. Si Maduro propuso a
militares paraguayos que nunca ha visto dar un golpe de Estado, ¿Qué no
hará Chávez con quienes fueron sus compañeros de armas y a quienes ha
hecho ricos?
3.
Chávez también acordó con sus aliados internacionales reconocer su
presunta victoria apenas se pronuncie el CNE o incluso antes. Estados
Unidos no intervendrá.
4.
Una vez “reelecto”, Chávez aprovechará la desmoralización reinante para
modificar la Constitución, a fin de asegurar la sucesión si se produce
su muerte, eliminar toda potestad a las alcaldías y gobernaciones,
aplastar toda forma de resistencia mediante medidas económicas que
reduzcan la actividad y la propiedad privadas a su mínima expresión, y
hacer del socialismo un mandato constitucional.
5.
El principal reto que tiene Chávez es lograr que Capriles reconozca su
“derrota”, como lo hizo Rosales en su oportunidad, y de esta forma
desincentivar la protesta popular, para que no sea necesario recurrir a
la represión.
Diagnóstico de la realidad
1.
Henrique Capriles está haciendo un extraordinario trabajo para buscar
votos. De hecho, podría asegurarse que, si hoy se realizasen elecciones
libres y transparentes, sin duda él saldría ganador.
2.
Pese a que Capriles tiene la determinación de hacer valer su triunfo,
tiene dos desventajas en su contra. Primero, ha venido aceptando el
fraude electoral por cuentagotas, por tanto le será difícil desconocer
la autoridad del CNE en el último momento. Segundo, está rodeado de
dirigentes políticos cuyo compromiso con su victoria es dudoso.
3.
La oposición no está preparada para enfrentar un escenario como el aquí
descrito; y probablemente no ésa no sea su función, porque el objetivo
de una coalición partidista debe ser básicamente garantizar los votos.
Por su parte, Capriles está “amarrado” a la estrategia que planteó desde
el principio: participar en las elecciones en las condiciones
desventajosas que la caracterizan, y negarse a promover otro camino que
no sea el electoral.
4.
Del lado positivo, se percibe un genuino deseo de cambio por parte del
pueblo venezolano, a lo cual se añade la sospecha generalizada de que el
CNE va a trampear la elección. Por tanto, las condiciones están dadas
para que los venezolanos salgan masivamente a la calle a defender el
triunfo de Capriles; pero eso no ocurrirá espontáneamente, se requiere
de una labor previa que lo impulse.
5.
En cuanto al planteamiento de Chávez, respecto a que una protesta
popular será aplastada por las Fuerzas Armadas, se trata más bien de una
amenaza, y no de una realidad. Los militares, como cualquier otro
venezolano, perciben cuál es la realidad política del país y la mayoría
de ellos no están dispuestos a cometer delitos de lesa humanidad.
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