5/8/12

LECCIONES PARA LA BURGUESÍA ROJA ROJITA


Pese a los fracasos, la propiedad del trabajador de los medios de producción es un concepto correcto e inevitable. "El poder deriva de la propiedad", como lo pensaron tantos desde Aristóteles y Confucio.
En las naciones desarrolladas el poder ha pasado a los asalariados, manteniendo la autonomía y la responsabilidad de la empresa y la gerencia, la libertad de mercado, la competencia y la habilidad para cambiar y para innovar
Y ese es el camino por el cual marcha la era postcapitalista, en pleno desarrollo, conjugando aciertos y errores dentro de lo que no es otra cosa que un mundo mucho más efectivo e ingenioso que lo previsto por Marx.



Alberto Rodríguez Barrera
LECCIONES PARA LA BURGUESÍA ROJA ROJITA
(MÁS PRINCIPIOS DEL POSTCAPITALISMO)


CONOCIMIENTO
La gerencia, al igual que las empresas que administran, tal como las conocemos hoy, era algo desconocido a mediados del siglo 19 cuando Kart Marx comenzó a escribir "El Capital" y Friedrich Engels, su amigo y colaborador, era propietario en Manchester, Inglaterra, de la compañía fabril más grande del área, una algodonera que no empleaba más de 300 personas. En esa empresa, una de las más rentables de la época, no había "gerentes", sólo supervisores y encargados, operarios que aplicaban medidas disciplinarias sobre sus compañeros "proletarios".
Paulatinamente, desde entonces hasta el presente, la gerencia ha transformado la estructura social y económica del mundo desarrollado, creando una economía global y nuevas reglas.
 
Aunque la tarea de la gerencia puede resumirse (capacitar al personal para un rendimiento conjunto, con metas y valores comunes, estructura adecuada, entrenamiento y desarrollo progresivo para rendir y responder al cambio), la gerencia ha convertido a la fuerza laboral de una dotación compuesta principalmente por obreros no especializados en una fuerza de trabajadores instruidos con una educación superior.
En los umbrales de la Primera Guerra Mundial comenzó a advertirse en las naciones desarrolladas la existencia de la gerencia, pero 4 de cada 5 personas se ganaba la vida como empleados domésticos, agricultores y obreros en las industrias fabriles (estos últimos abarcaban el 40 por ciento de la fuerza laboral en EE UU).
Hoy los empleados domésticos casi han desaparecido; los agricultores representan de 3 a 5 por ciento de la población laboral en las naciones no comunistas (aun cuando la producción agrícola es 4 o 5 veces mayor en las naciones desarrolladas) y los trabajadores manuales en la industria fabril constituyen alrededor del 12 por ciento (con una producción fabril que sigue creciendo).

Hoy el grupo más amplio (más de un tercio del total) son trabajadores "gerenciales o profesionales". Y la gerencia ha sido el principal agente de esta transformación sin precedentes, lo cual implica por qué, por primera vez en la historia humana, se emplean grandes cantidades de personas instruidas y expertas en el trabajo productivo.
El conocimiento, especialmente el avanzado, es siempre altamente especializado. Aunque por sí mismo no produce nada, domina hasta 60 áreas diferentes del conocimiento. Porque la gerencia ha convertido el conocimiento de un ornamento social y un artículo de lujo en lo que ahora conocemos como el verdadero capital de toda economía.

El conocimiento –en lugar del ladrillo y la argamasa- es hoy el centro de inversión de capital. Y esto es educación, formación, entrenamiento y enseñanza de adultos. El conocimiento es el principal recurso y la verdadera riqueza de la sociedad.
 
El modelo de mando y control, que fue la norma durante 100 años, tenía pocas personas a nivel superior impartiendo órdenes con una gran cantidad a nivel inferior obedeciéndoles. Y esto fue lo que comenzó a cambiar a medida en que el conocimiento especializado confluía en especialidades: ingeniería, fabricación, investigación, manufactura, finanzas, contabilidad, recursos humanos…
Otro desarrollo gerencial de impacto y progresivo fue la dedicación al trabajo manual en forma de entrenamiento, que permitió a las naciones de bajos salarios hacer algo que la teoría económica tradicional había dicho que nunca se podría hacer: llegar a ser competidores eficientes.
La línea de montaje, aunque era de enorme productividad, era poco económica y hacía escaso uso de los recursos humanos y de la técnica, lo cual condujo a la "automatización" como la manera de ordenar el proceso de fabricación, y a la teoría "Y", el trabajo en equipo, los círculos de calidad y la organización basada en la información como la manera de administrar los recursos humanos.

Estas y otras innovaciones gerenciales representaron la aplicación del conocimiento al trabajo, la substitución de la fuerza muscular, el trabajo pesado y la conjetura por el sistema y la información, reemplazando el "trabajo esforzado" por el "trabajo ingenioso", en palabras de Frederick Taylor.
Con la Segunda Guerra Mundial, la gerencia surgió como un tipo de trabajo diferente, que podría ser estudiado y desarrollado dentro de una disciplina, y como sucedió en cada una de las naciones que han ejercido el liderazgo económico durante el período de la posguerra.
La gerencia  no quiere decir gerencia comercial. Concierne a todo esfuerzo humano que reúne en una organización a personas de diferentes conocimientos y habilidades, y que puede aplicarse eficazmente en hospitales, universidades, organizaciones artísticas e instituciones de asistencia social de todo tipo. Responsabilidades que, además, definen las estrategias y las metas apropiadas, desarrolla al personal, evalúa el rendimiento y ofrece los servicios de la organización. Y el conocimiento de la gerencia aun no es completo, sigue en evolución como elemento clave del postcapitalismo.
La gerencia nació en las naciones desarrolladas y creó una economía verdaderamente global. En el pasado, las posiciones destacadas en la economía mundial se basaban siempre en el liderazgo sobre una innovación tecnológica. Gran Bretaña: máquina de vapor, máquinas-herramientas, industria textil, ferrocarriles, fabricación de hierro, seguros y banca internacional. Alemania: innovación en la química, electricidad, electrónica, óptica, acero y la invención del banco moderno. Estados Unidos: acero, electricidad, telecomunicaciones, electrónica, automóviles, agronomía, equipos de oficina, implementos agrícolas y aviación. Japón: la gerencia o la gestión, adopción y adaptación de la teoría de la organización y práctica de la descentralización.
Las naciones industriales han descubierto que la producción mecánica es anticuada a no ser que se automatice, es decir, a no ser que se reestructure en torno a la información. Y sólo por esa razón, la educación es el mayor desafío "gerencial" que enfrentan las naciones en vías de desarrollo.

Se ha dicho que Japón, América del Norte y Europa Occidental pueden subsistir por sí mismas sin los dos tercios de la humanidad que viven en las naciones en vías de desarrollo; la tríada ha llegado a ser esencialmente autosuficiente excepto por el petróleo. Producen más alimentos del que pueden consumir; producen alrededor de las tres cuartas partes de todos los servicios y los bienes manufacturados del mundo, y proveen al mercado de una proporción equivalente.
Los países en vías de desarrollo deben ponerse al día, aunque ahora el desarrollo –debido en parte a la información computarizada y a la alta tecnología, pero en mayor medida a la demanda de personal entrenado en todas las áreas de la gerencia- requiere un conocimiento básico que pocas naciones en vías de desarrollo poseen.
Cómo crear rápidamente un adecuado conocimiento gerencial es la pregunta clave para el desarrollo económico actual.


POSTCAPITALISMO
En su libro de 1976, "The Unseen Revolution: How the Pension Fund Socialism Came to America", Peter Drucker se refirió al traspaso de los títulos de propiedad de las compañías publicas a los fiduciarios institucionales de los empleados estadounidenses, principalmente a través de sus fondos de pensión.
Desde el punto de vista social éste es el desarrollo más positivo del siglo 20 en cuanto a la solución de la "Cuestión social" que preocupó en el siglo 19 –el conflicto entre "capital" y "mano de obra"- mediante la fusión de ambas cosas.
 
Para 1986, los fondos de pensión de los empleados de Estados Unidos poseían más del 40 por ciento del capital accionario de las compañías norteamericanas y más de dos tercios del capital accionario de las 1.000 compañías más importantes. Los fondos de las grandes instituciones (empresas, estados, ciudades, servicios públicos y organizaciones sin fines de lucro, como universidades, distritos escolares y hospitales) representaban tres cuartas partes de esas propiedades. Los fondos de los individuos (empleados de pequeñas empresas y trabajadores, autónomos) representaban el otro cuarto. Los fondos mutualistas, que también representan los ahorros de los asalariados más que de los "capitalistas", poseen otro 5 a 10 por ciento del capital accionario de la nación.
Estas cifras significan que los fondos de pensión ya son los principales proveedores de capital en los Estados Unidos. Es casi imposible desarrollar una nueva empresa o expandir una existente sin estos fondos. Para el año 2000 estos fondos poseían dos tercios del capital accionario de todas las empresas norteamericanas, con la excepción de las más pequeñas. Lentamente, los empleados estadounidenses han llegado a ser los verdaderos propietarios de los medios de producción de Estados Unidos. Es la tendencia que domina en las naciones desarrolladas.
Esta es otra tendencia sorprendente que no había sido prevista, resultado de varios factores interdependientes, comenzando por el cambio en la distribución del ingreso, que en las naciones desarrolladas no comunistas destina aproximadamente el 90 por ciento del PNB al fondo salarial.

Desde el punto de vista económico los "ricos" han llegado a ser irrelevantes en las naciones desarrolladas, por mucho que exciten la curiosidad de los televidentes y lectores de los medios. Incluso los muy ricos han llegado a ser más pobres si sus ingresos se ajustan de acuerdo con la inflación y la contribución impositiva. Para estar en el mismo círculo de una magnate de 1900, el super-rico de hoy necesitaría un patrimonio neto de de 100.000 millones de dólares; pocos pueden postularse hoy, exceptuando algunos jeques.
En cambio, el ingreso real y el poder adquisitivo del trabajador industrial norteamericana aumentó en más de 20 veces, disminuyendo las horas trabajadas en un 50 por ciento.
La explosión empresarial del pasado fue la causa del surgimiento de magnates como J. P. Morgan, John D. Rockefeller, Andrew Carnegie, Friedrich Krupp y la familia Mitsui, quienes pudieron financiar industrias enteras de sus bolsillos privados.
Hoy las innovaciones técnicas y sociales están llegando con la misma rapidez, y requieren enormes cantidades de capital. En la actualidad, los ingresos totales de los 1.000 norteamericanos que perciben el más alto ingreso –previo al pago de impuestos- apenas alcanzaría para cubrir las necesidades de la industria privada durante tres o cuatro días. Esto es válido para todas las naciones desarrolladas.

La sociedad moderna requiere una identidad de intereses entre la empresa y el empleado, como fue advertido hace más de 200 años por socialistas anteriores a Marx, como Saint Simon, Fourier, Robert Owen, luego Adam Smith y David Ricardo. Pero los intentos por satisface esta necesidad a través de la propiedad empresarial del obrero fracasaron por más de 150 años.
Pese a los fracasos, la propiedad del trabajador de los medios de producción es un concepto correcto e inevitable. "El poder deriva de la propiedad", como lo pensaron tantos desde Aristóteles y Confucio.
En las naciones desarrolladas el poder ha pasado a los asalariados, manteniendo la autonomía y la responsabilidad de la empresa y la gerencia, la libertad de mercado, la competencia y la habilidad para cambiar y para innovar
Y ese es el camino por el cual marcha la era postcapitalista, en pleno desarrollo, conjugando aciertos y errores dentro de lo que no es otra cosa que un mundo mucho más efectivo e ingenioso que lo previsto por Marx.

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