Cuando un
grupo político que está en el poder se dedica a tratar de meter miedo a
los electores acerca de su rival es porque ellos mismos sienten muy de
cerca el miedo a perder el poder. No hay
otra. Si estuvieran “sobrados”, si se sintieran ganadores, el énfasis de
su campaña estaría en destacar las supuestas cosas buenas que han hecho
y apenas rozarían al rival. Meter miedo sobre el rival implica que
sientes que su fuerza amenaza tu control del poder. Cuando se colocan no
solo a la defensiva, sino tratando de crear temor al cambio es porque
han descubierto que la fuerza del cambio está creciendo y ya los
sobrepasa.
El mensaje transmitido por Henrique
Capriles la noche del domingo a través de la TV, dirigido a los
empleados públicos fue tan claro en su sencillez y tan contundente en su
argumentación, que puso al vocero del Psuv en su rueda de prensa de los
lunes a atacarlo, tratando de sembrar miedo. Eso probó cuanto impacto
tuvo el mensaje. Si no hubiera calado, lo habrían ignorado o apenas
mencionado.
¿Qué dijo?. :
1.- Respetarle al
empleado público su forma de pensar.
2.- Valorizar su función pues lo
importante es que esté al servicio de la gente y no del gobierno.
3.-
Trabajar unidos con el objetivo de mejorar los servicios para nuestros
ciudadanos.
4.- Todo país fuerte y desarrollado, tiene funcionarios
comprometidos con el futuro de su pueblo.
5.- No les pediré lealtades
personales ni se les exigirá que se pongan la camisa de ningún color
político. Tampoco se obligará a nadie a ir a actos políticos o marchas.
6.- No habrá persecución contra nadie.
7.- Todos disfrutarán de un plan
de carrera para sus funciones.
8.- Se pondrán al día los contratos
colectivos que este Gobierno decidió congelar y se pagarán los pasivos
laborales.
9.- Así se comportó como gobernador de Miranda y así se hará
en toda Venezuela.
La jerarquía roja, la que usa
privilegios y prebendas le tiene mucho miedo al discurso del cambio, del
progreso, de la inclusión, del respeto en el que insiste una y otra vez
Capriles. Por eso el presidente saliente le dedica la mitad de sus
discursos. No hace mas que hablar de Capriles. Lo insulta. Lo agrede. Lo
ofende. Trata de descalificarlo. Ya aburre. Pero nos está confesando
que sabe cuan hondo es el deseo de cambio en bastante mas de la mitad de
los votantes. Y algunos jerarcas oficialistas andan en lo mismo.
Primero trataban de ofenderlo llamándolo judío. Salieron racistas esos
oficialistas.
Ahora es al revés: lo llaman nazi. ¿Cómo
se puede ser judío y nazi al mismo tiempo? En realidad Capriles es
católico pero respeta las diferentes religiones. Tuvo bisabuelos judíos
que murieron en los campos de exterminio de los nazis. La abuela materna
sobrevivió. Una dolorosa historia familiar que el saliente no respeta.
Historia parecida, por cierto, a la de la presidenta de Brasil Dilma
Rousseff, nieta de judíos búlgaros, víctimas de los nazis.
El candidato presidente saliente pierde
los estribos contra sus militantes que no se calan los candidatos
militares impuestos. Los regaña. “Yo he dicho que el candidato es
Ameliach y será Ameliach” grita al borde de un ataque de nervios ante el
reclamo de las bases psuvistas en Carabobo. Igual quiere hacer en
Guayana. “Lo único que importa es Chávez”, grita mas alterado aún. Culpa
a los psuvistas tachirenses por las derrotas porque en su infinita
arrogancia y soberbia no es capaz de tener la humildad de admitir que la
causa principal es su mal gobierno y sus atropellos contra el pueblo
andino. Igual hace con Capriles. Apela a tratar de sembrar miedo: “les
va a quitar las misiones”. En realidad, la mitad de las Misiones ya ni
funcionan o están en semiabandono. Para él eran tan solo un anzuelo
electorero. Pero Capriles las institucionalizará para que mas nadie las
use en su provecho político-personal.
Hay otro miedo que se esfuerzan en
sembrar. Mienten diciendo que el voto no es secreto. Que van a despedir o
van a quitarle algún beneficio a los que no voten por ellos. Eso es
indigno pero es falso. Es humillante pero es mentira. Veamos.
1.- Eso
mismo dijeron en la campaña de las parlamentarias y en las regionales. 5
millones y medio de venezolanos votaron por la Unidad y a nadie
pudieron despedir. Nunca supieron por quien votaron los empleados
públicos.
2.- Ese terrorismo trataron de sembrarlo en Ferrominera.
Perdieron ante el coraje de los trabajadores y al final no han podido
tomar represalias contra nadie.
3.- ¿Se acuerdan que para las primerias
dijeron lo mismo? Y no pudieron hacer nada.
El voto si es secreto. Esos cuentos del
satélite chino que nos vigila o el cable hacia Cuba son tan “serios”
como el del “rayo cancerígeno del imperio”. Ridiculeces. Además, y por
si fuera poco con todo lo anterior, van a perder el poder el 7 de
Octubre y no podrán tomar represalias contra nadie. No hay nada a lo
cual tener miedo que no sea a tener que vivir con miedo para siempre. El
cambio va.
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