El general Báez, militar democrático qué siempre los
hay, revela el desastre de la aviación en armas
La Fuerza Aérea Venezolana se
llenó de prestigio cuando fue el primer cuerpo armado que se rebeló contra la
dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Pero buena parte de esa simpatía popular la
perdió la FAV, cuando en noviembre de 1992 un grupo de sus oficiales, protagonizó una fallida intentona golpista
contra el presidente democrático Carlos Andrés Pérez.
La FAV fue siempre muy
profesional, disciplinada, integrada por pilotos de alta calificación y
personal técnico competente. Sus aviones eran objeto de un mantenimiento
riguroso y los holgazanes y los sectarios políticamente eran mal vistos.
Y en eso llegó el tsunami
chavista:
Tuvimos acceso a un informe
del general de ese componente de la defensa, Eduardo Báez, que entre otras
cosas asegura: …se detecta la presencia
de un clima organizacional donde se observa una bajísima moral, alta
indisciplina, indiferencia ante el cumplimiento de la misión y
responsabilidades profesionales, producto de la injusticia en los ascensos,
falta de asignación de recursos, falta de seguridad social justa, asignación de
presupuestos deficientes, falta de capacidad profesional, falta de asignación
de cargos, contratos mal elaborados, adquisición de aeronaves y equipos
descartados por estudios técnicos, logísticos y operacionales realizados por
expertos de la aviación militar en años anteriores.
En si, es una organización que está muy lejos de ser
una Fuerza cohesionada, está mal entrenada, con un apresto operacional crítico
ante la historia, ubicándola como Poder Aéreo de muy poca capacidad ofensiva y
defensiva, para la Seguridad y Defensa de la Nación.
El general Báez, militar
democrático qué siempre los hay, con varios postgrados y cursos en la Fuerza
Aérea de EEUU, revela en su informe el desastre del sistema de la aviación
militar. Veamos:
De 24 naves Sukhoi 30 rusos, 13 están indisponibles;
los 21 F-16 USA están paralizados: lo mismo ocurre con los 9 F-5 canadienses;
12 de los 18 K-8 chinos están inoperativos; 5 de los 6 C-130 USA-transporte, no
sirven; los 2 Boeing 707 reabastecedores no pueden ser usados; 11 de los 12
OV-10 Broncos indisponibles; 14 de los 17 Tucanos T-27 brasileros inoperativos;
no sirven 4 de los 8 helicópteros Super Puma franceses…
Todo eso sin contar que el
70% de los pilotos se han ido de baja y otras calamidades. Eso ocurre en el país
con el más alto gasto militar de América Latina. Sólo en los últimos dos años,
Venezuela invirtió casi cinco mil millones de dólares en armamento.
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