La oposición
venezolana convocó a una gran movilización para el próximo sábado 23 de
febrero. Exigen un aumento salariar para compensar las consecuencias de
la brutal devaluación.
“Llegó el momento de movilizarnos”,
afirmó el diputado Richard Blanco, quien anunció la marcha. “El gobierno
nacional nos aplicó lo que hemos denominado ‘el paquetazo’. Llamamos al
pueblo de Caracas, al pueblo de Venezuela, a la movilización permanente. (…) El problema es el modelo económico del Gobierno”, afirmó.
En este sentido, convocaron al “pueblo
de Caracas” a una “gran concentración” a partir de las 10:00 desde la
plaza Brión de Chacaito, donde se informará las “acciones a seguir a lo
largo del territorio nacional”.
La devaluación del bolívar, que comenzó a regir el miércoles 13 de febrero en Venezuela, hizo caer el ingreso per cápita de los ciudadanos, de US$ 13.000 a US$ 9.000, lo que representa un fuerte impacto en el poder adquisitivo. Las autoridades ordenaron devaluar el bolívar un 31,7 por ciento,
a 6,3 bolívares desde las 4,3 unidades por dólar que se había fijado
como cambio oficial en 2011, una decisión que, según sus críticos, forma
parte de un paquete de ajuste tras un año de fuerte gasto público y alto riesgo inflacionario.
La medida del gobierno de Hugo Chávez se produce en medio de una explosión inflacionaria del 22,2% anual y una escasez de 20,4%, de acuerdo con cifras del Banco Central de Venezuela.
Los especialistas explican que el ajuste cambiario es el primer paso para llegar a la quita del subsidio al combustible, cuyo precio es el más barato del mundo.
La ausencia de Chávez retrasa la decisión. Richard Blanco abona a esta
teoría: “Según la información que tenemos, eso viene. (…) Eso se
escucha”.
En Venezuela, el precio de la gasolina es de aproximadamente dos centavos de dólar por litro, algo que el propio Hugo Chávez calificó como grosería. Pese a la crítica del propio mandatario, el valor está congelado desde hace más de diez años.
Con la devaluación, el gobierno
venezolano se aseguró mantener intacto el gasto público –destinado
mayoritariamente a políticas sociales- y evitar recortes en los
programas que facilitaron la reelección del mandatario.
Se estima que ingresarán 84.000 millones de bolívares a las arcas públicas,
que equivalen al 21% del presupuesto nacional. Por el momento, la cifra
alcanza para alivianar la agotada economía del país, pero nadie duda de
que nuevos ajustes sean necesarios para inyectar liquidez. Y todos ven
el precio de la gasolina como la opción por la que se volcará el Ejecutivo.
La medida había sido postergada recurrentemente ante la inestabilidad políticaque trajo consigo la intempestiva ausencia del presidente Hugo Chávez para someterse a una nueva operación por cáncer en La Habana, mientras se adoptaban otros recursos fiscales buscando aliviar las arcas públicas.
La corrección del bolívar es la primera decisión impopular que ejecuta el vicepresidente Nicolás Maduro,
líder de la tríada de poder que tomó las riendas del país desde que
Chávez salió del ojo público dos meses atrás, junto al ministro de
Petróleo, Rafael Ramírez, y al presidente del Legislativo, Diosdado Cabello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario