Nuestro país, para muchos fines prácticos,
está muerto. Para levantar la esperanza de quienes la ruegan viva, y para
combatir a los zombies-zamuros quienes solo quieren aprovechar su cadáver,
Venezuela debe enviarnos una esperanzadora Fe de Vida. De lo contrario mejor
enterrarla, rezando que lo tanto maravilloso que tiene logre florecer, sin
malas-hierbas y culebras.
EN ARGENTINA |
Cada quien es libre de indicar lo que
desearía ver en tal Fe de Vida. He aquí algunas de mis esperanzas.
Antes que nada, que refleje haber profundamente
comprendido la necesidad de más nunca permitir la acumulación de tanto poder
económico en tan pocas manos, como lo que hoy ocurre con nuestras resultas
petroleras.
Que en cuanto al petróleo aclare que los
sembradores somos los ciudadanos y no los burócratas, y muchísimo menos solo
quien ocupa la posición de presidente.
Que cada ciudadano tenga el derecho de
recibir una cuota parte de sus resultas petroleras, y el honroso deber de pagar
un porcentaje de éstas al fisco nacional, para así aclararle a sus gobernantes,
que aquí los ciudadanos son sus jefes.
En materia de planificación económica, que
reconozca que nuestro futuro depende de darle oportunidades a los que tienen la
voluntad y la capacidad para aprovecharlas, creando valor añadido; esforzándose
evitar que éstas caigan en manos de los aprovechadores, que solo consumen
parasitariamente el valor que ya existe.
Ruego que indique la voluntad de asegurar que
los méritos y los conocimientos reconocidos, no sean aquellos sustentados en
destrezas para alabanzas bobaliconas, o en la simple pertenencia a unos
círculos de admiración mutua.
Debe brotarle transparencia por todos lados.
Por ejemplo, en la Junta Directiva de Pdvsa, deberá existir una sólida
representación ciudadana elegida de manera democrática.
Debe restablecer la absoluta fe en la
propiedad privada. Como una señal inicial de buena fe, debe aceptar devolver de
inmediato a sus propietarios originales, todas aquellas tierras agrícolas que
demostrativamente producen menos que antes... para luego, por supuesto,
solventar todos los demás reclamos que se presenten.
Debe aclarar que no es por oposición a lo
privado que Pdvsa se maneja como algo público, sino por cuanto abrirlo a lo
privado, crea una peligrosa trocha por la cual futuros demagogos pueden
transitar... y por cuanto en el mundo de hoy, por ejemplo con sus impuestos a
la gasolina, la OPEP se hace necesaria, a menos que queramos venderle el
petróleo al mundo a precio de costo marginal de extracción, sin asignarle valor
adicional alguno.
En materia de justicia social deberá requerir
que toda propuesta regulatoria dirigida a mejorar la situación de los pobres,
contenga un análisis detallado sobre cuánto tal propuesta, en realidad, puede
beneficiar más a los menos necesitados.
Debe establecer la férrea voluntad de
asegurar la posesión real de toda nuestra Guayana, con el fin de ponerle un
total y absoluto freno a su destrucción ambiental.
Para refundar la fe en la democracia, debe
asegurar que el Consejo Supremo Electoral refleje variedad de opiniones y no
uniformidad de obediencia, así como descartar las capta-huellas, por el solo
hecho de emitir unas señales odiosas.
Debe querer a toda costa recuperar, para
todos los venezolanos, las calles que hoy se encuentran en posesión de la delincuencia.
La Fe de Vida que yo quiero, establece el día
del petróleo, para que aprendamos a respetar y agradecer el recurso que la
Providencia nos ha legado.
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