Mucha
gente permisiva de la situación actual y hasta con ingenuidad, hacen a
diario alarde de buscar la paz y el encuentro entre hermanos venezolanos
y sin duda, aunque es una muy loable propuesta, lo que esconde es la
defensa a un invasor de nuestro territorio patrio y a una serie de
delincuentes que han formado carteles criminales que apoyan esta
situación. Es hora de despertar a los venezolanos que no se han dado
cuenta que hay una invasión de un enemigo, el castrocomunismo, que ha
asolado nuestro territorio, con el mas oprobioso de los comportamientos,
que es el delincuencial, causándonos a principios del 2014 y después de
15 años de invasión, estar imbuidos en la crisis más grande por la cual
ha atravesado este país con situaciones de evidente quiebre de sus más
básicas funciones en las áreas de Defensa de la Integridad Territorial,
específicamente aquiescencia en favor de la República Federativa de
Guyana, en la reclamación de nuestra Guyana Esequiva, de quiebre en la
seguridad personal con más de 180.00 Asesinatos en 14 años de gestión,
de los cuales, el 89% son casos sin culpables, del quiebre educativo
ante el intento de imponer un sistema comunista en nuestras escuelas,
del quiebre en el sistema de salud porque no contamos con un sistema
público de salud, empeorado por la escases de medicinas y nulo sistema
de atención preventiva, de quiebre en los servicios viales, de
electricidad y agua y ahora en crasa crisis por insolvencia en la
gestión de Política Económica del Estado. ¿Qué es lo que pasa con los
venezolanos? ¿Dónde está la fibra de dignidad que exhiben los pueblos
cuando les toca defenderse de invasiones territoriales?. ¿Es que acaso
no es suficiente 15 años de control sobre la población, engaños y la
triste realidad de un país en quiebra?. Miles de familias abandonadas a
su suerte y esperanzados en soluciones quiméricas a su situación de
pobreza y que solo encuentran paliativos mediante indignas entregas de
dadivas luego de horas en colas malsanas, subsisten a punta de migajas
comparado con lo que roban y regalan a otros países. No hay
oportunidades de trabajos, no hay capacidad para construir y
diversificar ideas mediante la creatividad que forja la experiencia del
progreso, sino un gobierno militarista que impone todo a sangre y fuego,
controlando hasta la privacidad de sus pobladores. Hasta ahora las
fuerzas de la oposición, se han conformado con denunciar las miles de
trampas que abiertamente nos imponen por situaciones asqueantes, no solo
por lo burdo de las trampas electorales, sino la indignidad de la
aceptación. El enemigo, a diario impone más miseria en las formas de
vida, contrastando con la opulencia de los que dirigen los destinos del
país. A diario, está la amenaza, el reto desafiante para que la
población humillada deje las cosas como están y las voces de los
colaboracionistas, siguen ahuyentando las posibilidades de reacción por
cientos de denuncias nacionales e internacionales con evidencias de la
corrupción en todos los ámbitos y en el manejo de carteles de
delincuencia abierta en secuestros, drogas y robos al erario nacional,
como son los casos de decenas de maletines capturados en aeropuertos en
el exterior con dólares con obscuras procedencias de organismos del
estado, declaraciones sobre las aberraciones de la situación judicial,
denunciadas por Eladio Aponte y Luis Velazquez Alvaray, denuncias de
perversiones financieras por María de los Angeles González , denuncias
de carteles de la droga que plantearon Luis Aguilarte y Wilmer Moreno y
que fueron silenciadas. Denuncias de corruptelas y tráfico de drogas por
Walid Macked, denuncias de Rafael Isea y de Aniasi Turchio, denuncias
de violación de Derechos Humanos y control de la población mediante
sistemas violatorios de la Constitución hechas ante tribunales
internacionales y algunas planteadas por periodistas, dentro y fuera del
gobierno. Conversaciones de un periodista de la revolución, agente del
G2 y cientos de valientes periodistas de la oposición y nada de esto
parece inmutar a quienes dirigen el Estado y cuyas biografías son
verdaderos prontuarios policiales.
El
método de planificación estratégica, exige una clara identificación del
enemigo con su balance de poder, para diseñar las estrategias adecuadas
contra este enemigo que está destruyendo todas las capacidades con las
cuales un país puede progresar. Con la planificación, se podría
identificar claramente los objetivos difusos, el objeto administrativo
con el cual se determinan fortalezas y vulnerabilidades, oportunidades y
amenazas para escoger los caminos necesarios por donde debe transitar
la oposición ante una situación tan dura por la cual atraviesa el país y
neutralizar tanta basura escondida, desde donde parten las más abyectas
maneras de actuar. El enemigo, que es el castrocomunismo, está siendo
dirigido desde el exterior y lo vemos en las constantes visitas de
quienes dirigen el estado, donde son impuestos de medidas que ningún
venezolanos hubiese aceptado. Lo vemos en la penetración de nuestros
organismos de identificación, inteligencia y registros. Lo vemos en las
organizaciones que imponen la aceptación de esta aberrante situación. Lo
vemos en una FAN que hasta han permitido izar la bandera cubana en sus
instalaciones y que han eliminado toda posibilidad institucional para
que reaccionen de acuerdo a la Constitución y las leyes nacionales. Los
organismos de seguridad hacen seguimiento desde organismos que
pertenecen al mismo partido PSUV, controlan grupos de motorizados que
imprimen terror en la población para evitar, a punta de represión, que
el pueblo descargue su ira ante tan fatídica situación. Esas
organizaciones que están suprimiendo la verdad a un pueblo que está
ávido de libertad, son enemigos que hay que neutralizar. La
planificación requiere también, que aclaremos quienes son los amigos,
para trabajar juntos con confianza y evitar que nos penetren. Un centro
de análisis estratégico, es hora que sea manejado desde una instancia
de unidad de la oposición y que verdaderamente comience la lucha por la
liberación de Venezuela. Esta organización de liberación, debemos
protegerla del enemigo encubierto, que tanto ha penetrado y desviado la
intención de unidad.
Se acabaron las manitos blancas. Venezuela debe entrar en una fase más seria de su liberación del castrocomunismo.
Jesús Enrique Briceño García
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