Cual será el cociente intelectual de Nicolás Maduro, el encargado de la presidencia de Venezuela? Si no sabemos ni siquiera donde nació, mal podemos conocer estos otros detalles. Apuesto, sin embargo, a que es ínfimo, en la categoría que bordea el atraso mental. Por que lo puedo afirmar? Leyendo lo que él dice.
Lean lo siguiente, dicho
por el personaje en Miraflores, en presencia de los escolares de la MUD:
“Vinculado al tema de la pobreza en todos
nuestros países (se refiere el hablante a la industria cultural), generó esta
bomba, este coctel
envenenado y explosivo, que es la violencia criminal en todos nuestros países.
Para desactivarlo hay que desactivar sus causas sociales, espirituales,
morales, psicológicas, culturales, políticas; desactivarlas, desmontarlas.
Sobre este tema a veces su burlan de mí, bueno porque yo puse la otra vez un
ejemplo, porque quedé impresionado, yo no lo había visto. Yo puse un ejemplo de
un serial muy famoso, Spider-Man III, y quedé sorprendido pues, los niveles de
violencia son gigantescos, yo me puse… sabiendo que es apenas un caso. Nuestros niños y niñas están
sometidos a mil casos de esos. Ustedes van a ver cómo me
agarran ahora las agencias noticiosas, y Telemundo y Univisión y esto, y las
televisoras de derecha del mundo para burlarse de este tipo de cosas, pero es
una reflexión que tenemos que hacer a fondo”.
La astucia que generalmente muestran los rústicos ya le hacía intuír a
Maduro que estas palabras suyas serían objeto de mofa. Y como no mofarse de tal
sarta de estupideces?
Sin embargo, continúa, impertérrito:
“La base de los antivalores está en la
falsa cultura de la violencia y de la criminalidad (?) que nos impusieron durante cincuenta
años y nuestros niños… revisen ustedes qué ven sus hijos, qué ven sus nietos,
dónde los ven. A veces se queda corto el
trabajo que hacemos en el hogar para
formarlos y el trabajo que se hace en el aula de clase, en la escuela
porque lo atrapan los antivalores. Y a veces es normal pegarle una nueve
milímetros en el cerebro a alguien y volarle el cerebro. Entonces hay que hacer un esfuerzo muy grande en
el campo de la cultura, de los nuevos valores. Es una lucha pues. Hay que
construir una conciencia crítica; una conciencia crítica hacia los antivalores
de la violencia, de la drogadicción que nos transmiten allí permanentemente por
mil vías, porque ahora
ya no es ni siquiera la televisión, ahora hay mil vías que uno ni las
sabe pues, de los jueguitos, la otra cosa, etcétera”.
Como dejar de admirar la
incoherencia de este personaje? Fíjense que habla de sí mismo como padre y
maestro. Y habla también en contra de la droga, cuando él es representante de
un régimen cuyos más altos niveles están penetrados por el narco-tráfico. Habla
de los jueguitos y algo que llama “la
otra cosa”. Que será eso? No será acaso la prédica de odio que su desalmado
predecesor utilizó sistemáticamente para convertir a grandes segmentos de la
población en malandros?
Y sigue predicando:
“La
clave es, a través de la educación, de la cultura, del ejemplo verdadero,
permanente en la comunidad, en la familia, en la escuela, dotar a nuestros
niños, niñas y jóvenes de la suficiente defensa inmunológica de su espíritu, de
su conciencia para tener una conciencia crítica frente a esos antivalores,
identificarlos, rechazarlos. Es un esfuerzo tremendo. Es un tema
particularmente importante sobre lo cual hay que estudiar, sobre lo cual hay
que reflexionar respetuosamente, reflexionar respetuosamente, y de manera
profunda. El primer vértice entonces es Prevención Integral y Convivencia
Solidaria”.
Quien dice esto mantiene a presos políticos en la cárcel mientras premia a
los golpistas de 1992 con promociones. Que ejemplo tan trágico le da a los
venezolanos! Al crear milicias populares
y grupos armados “de defensa” en los barrios estos criminales en el poder, hoy representados
por Maduro y ayer por el difunto, han creado las condiciones que hacen posible
que mueran más de 20.000 venezolanos al año asesinados impunemente. Mientras en
Irak mueren unas 8000 personas al año de manera violenta, en Venezuela mueren asesinados tres veces más habitantes,
un horror permitido y promovido por el régimen con su discurso de odio.
Y termina el personaje:
“Sobre esto falta tanto tanto todavía por hacer
y se está haciendo. Nosotros fundamos el Movimiento por la Paz y la Vida.
Mañana tenemos una plenaria nacional. Artistas, deportistas, dirigentes
sociales, comunitarios y yo he propuesto ir a un plan, y yo se los propongo a
ustedes pues, para que me ayuden a hacerlo, para que lo hagamos juntos. Un plan de Pacificación Nacional en
el ámbito del territorio de la patria, un plan profundo de reconstrucción de la
paz desde adentro, de las comunidades”.
Esto fue parte de lo que
Nicolás Maduro dijo al grupo que lo escuchó en silencio, sin que nadie se
parara de la silla y se fuera, en un gesto de dignidad. Porque no solo dijo mál
lo que dijo sino que lo dicho no tenía ninguna sustancia. Fue el discurso de un
intelecto minúsculo, que nos ha sido impuesto por los deseos de un sátrapa y
que nos ha hecho retroceder como país a los más oscuros tiempos del siglo XIX.
No solo no dijo nada valioso o
contrutivo sino que aprovechó para confirmar en sus puestos a los ineptos
Rodíguez Torres e Iris Varela. La ministro de información Delcy Rodríguez ha
sido elogiada y condecorada con el Gran Cordón del Batracio. Un diputado que
lleva el fraudulento apellido de Amoroso se permite acusar a la oposición de “armar
a los asesinos”. Maduro también ha dicho
que el asesinato de la Sra. Spear fue “un acto de sicariato” y se permite intervenir
en la política de otros países al pedir la independencia de Puerto Rico
Por muchos años pensé que la
presidencia de Venezuela estaría reservada a venezolanos excepcionales. Ahora me doy cuenta, oyendo y leyendo lo que
dice este personaje, que lo de excepcional puede verse desde los dos extremos, el
de la valía excepcional y el de la excepcional estupidez.
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