"FUENTE CONFIDENCIAL"
Nuestras fuentes nos señalan que el pasado fin de semana el Presidente recibió un “Mensaje a García” de esos que son bien contundentes. El clima de tensión que se vive en el país se repite dentro de la Fuerza Armada Nacional.
En ese “Mensaje a García” le advierten al primer mandatario nacional que el clima de conflictividad es demasiado alto producto de todas las agresiones en marcha contra la disidencia política, la empresa privada y hasta con el movimiento sindical al que también quieren someter y aniquilar de no aceptar las condiciones del socialismo.
Se le pide al Gobierno que baje la conflictividad y eso se logra dejando que los Gobernadores y Alcaldes opositores puedan trabajar sin las presiones y las maniobras del ejecutivo y del resto de los poderes públicos. Le indicaron que ese clima de tensión política puede generar situaciones inmanejables.
En el “Mensaje a García” le señalan que debe ocuparse con seriedad del tema económico, porque se vislumbran tiempos muy difíciles cuando los ingresos del país no sean suficientes para cubrir el excesivo gasto público repartido en las elevadas nóminas de los empleados del Estado, las contrataciones colectivas, las misiones y el pago de todos los compromisos contraídos en obras y nacionalizaciones de empresas.
La advertencia señala que cuando las tensiones económicas, sociales y políticas confluyan en una sola, se generará un caos de tal magnitud que los militares no saldrán a controlar a las masas enardecidas que reclaman sus derechos.
La FAN le pidió al Presidente restituir el clima de paz y tranquilidad mediante el respeto por quienes piensan distinto, de la propiedad privada y de los derechos de la mayoría que no comparte los principios revolucionarios y mucho menos el socialismo.
Este “Mensaje a García” disparó las alarmas en el Gobierno, porque sin el apoyo militar no se sostiene ningún Gobierno y el ruido de sables ya se oye con fuerza.
Allí está el alerta verde. El efecto se notará si hay cambios en el discurso del Presidente y del resto de sus voceros. Nadie puede gobernar en medio de un caos como el que se cocina en Venezuela. Y ese caos no será el resultado de ninguna conspiración planificada y estructurada desde el imperio, sino que será la consecuencia de un Gobierno ineficaz, agresivo y destructor.
Cuando ese caos se muestre en la calle, los militares no van a actuar contra ese pueblo. Pero ellos, al igual que nosotros en INFORME, alertamos para que ese desenlace violento no ocurra. El Gobierno mismo no puede seguir creando las condiciones para el estallido social y político.
El país, incluyendo a los militares institucionales, observa y siente como el Gobierno trata de construir su hegemonía sobre la base de tres objetivos. El primero de ellos perseguir, encarcelar y aniquilar a la disidencia política y por eso todos los ataques y maniobras contra los Gobernadores y Alcaldes opositores.
El segundo objetivo, es el sometimiento de la empresa privada a través de mecanismos legales de represión, intervenciones, expropiaciones e invasiones. Quieren construir la hegemonía productiva y que el Estado sea el que controle a quienes producen bienes y servicios en el país.
El tercer objetivo es callar a los medios de comunicación que aún permanecen de pie y sin doblegarse ante el chantaje legal o económico del Gobierno.
Quieren que la única verdad sea la oficial y amputar de nuestra sociedad el pensamiento plural y libre. Esta estrategia también la ven y analizan en la Fuerza Armada Nacional y por eso el alerta verde.
Quieren que el Gobierno baje la conflictividad, restituya el diálogo y atienda la situación económica. Si no hay comprensión de este “Mensaje a García” y el caos llega, las consecuencias no serán agradables.
Ojala el resto de los poderes públicos recuperen la cordura y cumplan su papel de muro de contención a los abusos. Ojala asuman que su lealtad es con la Constitución Nacional y los ciudadanos. Si todos cumplen con sus reales funciones de hacer cumplir las leyes, la paz y la tranquilidad podrán retornar a Venezuela.
El “Mensaje a García” llegó a su destinatario, esperemos que sirva para algo.
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